un documental de Enrique Piñeyro
El nuevo documental de Enrique Piñeyro "The Rati Horror Show" sigue la línea de denuncia que iniciara con "Whisky Romeo Zulú" en donde mezclaba el documental con ficción abordando el caso de la tragedia de LAPA, tendencia que luego se hizo más fuerte aún con "Fuerza Aérea S.A." donde abrevaba sólo el registro documental con una impactante denuncia.
En esta oportunidad, "The Rati Horror show" nos cuenta el caso de Fernando Ariel Carrera, un hombre común, condenado injustamente -de acuerdo a las pruebas contundentes y abundantes que aporta este documental - a nada más ni nada menos que TREINTA años de cárcel, condena mayor a la que se le ha dado a muchos casos considerados de lesa humanidad.
Lo que más asombra del nuevo film de Piñeyro -si es que todavía cabe la posiblidad de asombro- es que mediante reconstrucciones, testimonios, reportajes, prueba documental increíblemente vasta, logra demostrar que la injusta condena no deviene de un error sino de una manipulación deliberada que se ha hecho de la causa judicial.
Jueces que exponen como considerandos del fallo cosas que los testigos negaron rotundamente, pruebas que no han querido evaluar ex profeso, testigos que no tienen el mínimo asidero pero que son considerados para la condena y otros que se encuentran estrechamente vinculados con las fuerzas policiales.
Todo en el documental de Piñeyro hace pensar -más que pensar, confirmar sin lugar a dudas- que ante un error de la fuerza policial, Carrera ha sido el chivo expiatorio para que cargue con la responsabilidad del error cometido.
Y muestra sin tapujos mediante material de archivo y pruebas completamente contundentes como se fraguó la cuasa mediante la manipulación y alteración de la evidencia en el lugar de los hechos, los diversos manejos de los testimonios de los escasos testigos llamados a declarar, la manipulación de todos los medios nacionales y la aparición de un testigo clave, que termina siendo ni más ni menos que el presidente de la Asociación de Amigos de la Comisaría 34.
Un documental que pone la piel de gallina porque no hay un sólo caso Carrera. Y porque Carrera podemos ser, en cualquier momento, cualquiera de nosotros mismos.
Con una precisión a la que Piñeyro ya nos tiene acostumbrados en el profundo análisis de la evidencia y con toda la técnica puesta al servicio del documental, hace que "The Rati Horror Show" sea un documental tan doloroso como necesario, violento en la impunidad que muestra y disecciona y que despertó una solapada censura en el momento de su estreno donde pasó por la cartelera casi desapercibidamente.
A continuación un fragmento de la nota publicada en diario Perfil al director, en donde en ocasión del estreno expuso las amenazas sufridas: " ... Piñeyro denunció ayer que por orden de un jefe de la Policía Federal, Fernando Roque Córdoba, relevaron a los tres custodios que se encargaban del cuidado de su familia. Según confió el cineasta a Perfil.com, su mujer y su hijo ya salieron del país por seguridad y miedo ante posibles represalias.
Piñeyro contó que contaba con la custodia contratada de tres efectivos adicionales, a los que les pagaba por día. Los hombres de seguridad habían sido seleccionados para evitar, como ocurrió en el lanzamiento de su también polémica película " Whisky Romeo Zulu", que volvieran a amenazarlo.(...) "Lo que me encabrona es que para dentro (de la Federal) están tirando un mensaje de 'eh, chicos, zona liberada'; y para afuera, cerramos filas con la 34 y nos gusta que tiren chicos al Riachuelo", indicó el piloto en clara alusión al crimen de Ezequiel Demonty, un joven que fue arrojado por efectivos de la seccional 34 de la Federal a la cuenca contaminada en 2002, eje de su nueva película, que se estrenó la semana pasada.
Pero el relevo de esos policías de custodia no fue la única derivación de la nueva película de Piñeyro: al día siguiente del estreno, uno de los testigos que aparece en la película contó que fue interceptado por un Peugeot 504 blanco con vidrios polarizados, del que bajaron dos sujetos que "parecían policías", que lo amenazaron sin vueltas: "dejate de hablar porque vas a aparecer tirado con un trapo en la boca".
El hombre salía de la empresa de transporte en la que trabaja con su camioneta cuando se produjo ese episodio de intimidación: "el Peugeot se metió de contramano en la calle en la que yo venía, pensé que se había equivocado, pero cuando me acerco se me cruza en el medio. Casi le pido disculpas pensando que quería retomar y yo me había adelantado, pero fue entonces cuando bajaron estas dos personas, que parecían policías por las armas y las sobaqueras, y me amenazan. En un primer momento no le di importancia, pero después me empecé a preocupar, tengo hijos chicos que van al colegio, yo los llevo mucho y esto es muy grave"
Un testimonio contundente y escalofriante. De visión absolutamente imprescindible.
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