jueves, 25 de agosto de 2011

La inquilina que dio el mal paso...

"Invasion a la privacidad"
("The resident") tambien circula como "La victima perfecta"
de Antti Jokinen
con Hilary Swank, Jeffrey Dean Morgan, Christopher LeeLee Pace

 
 
 
Tras un reciente divorcio la doctora Juliet Devereau (Hilary Swank) logra cerrar una oferta increíblemente conveniente por un hermoso departamento en Brooklyn. El lugar es sumamente cómodo y espacioso y mucho mejor que todas las otras propuestas a las cuales había podido acceder.
Pareciera que tras ese momento duro del divorcio, las cosas comenzaran a encaminarse para Juliet.
 
No pasará mucho tiempo cuando a la incomodidad normal de comenzar a vivir en un lugar nuevo, se le sumen ciertos ruidos y situaciones que le hacen pensar que no está sola en la casa, que es evidente que está siendo observada u acosada.
 
Mientras su ex marido trata por todos los medios de volver a recuperarla, el dueño del departamento que alquila, Max (Jeffrey Dean Morgan quien ya habia compartido cartel con Swank en "P.S. I love you" y fue el protagonista de "Watchmen" y "Marido por accidente" junto a Uma Thurman) comienza a entrablar una relación amorosa con ella.
 
Durante la primer parte en la presentación de los personajes, el guión comienza a crear climas de muy buen suspenso. La trama se completa cuando a partir de un cierto detalle, se "rebobina" la historia para ir aportando datos a las situaciones ya vistas por el espectador que aportarán mayor cantidad de datos y cerrarán aún más el rompecabezas sobre la historia de los personajes principales.
 
Ya sobre la segunda mitad el tema de la mujer acosada en el departamento en donde vive sola, comienza a sufrir una acumulación de lugares comunes y situaciones ya vistas en otras películas que van perjudicando la calidad y la tensión del relato en general.
Si bien hay una muy buena factura técnica y la trama reparte algunos golpes de suspenso bien dosificados, "Invasión a la Privacidad" -traducción demasiado libre y poco feliz, de un título original mucho más acertado como el de "The Resident/El residente"- no aporta demasiado a un cine de género demasiado visitado sin que en este caso se puedan profundizar en aspectos nuevos o sorpresivos, sino por el contrario, todo se va tornando demasiado previsible. 
 
El plato fuerte de la película es otra muy buena composición de Hilary Swank (dos veces ganadora del Oscar por "Los muchachos no lloran" y "Millon dollar Baby") quien transmite realmente desesperación y tensión en los momentos precisos. Hay una escena en particular donde la protagonista descubre el secreto de lo que está sucediendo y comienza a llorar contenidamente frente a su computadora que es una excelente muestra del talento de Swank para componer cualquier papel.
En este caso la acompañan Dean Morgan en un personaje bastante más oscuro de los que generalmente les toca en suerte componer, mostrando una faceta distinta y Vincent Price en un papel de reparto que suma puntos a favor de la película.
 
 
Sobre el final, "Invasión a la privacidad" que venia manejando un tono de suspenso con dosis de voyeurismo, perversión sexual y enfermiza que roza algunos momentos en un tono Hitchcockiano no logra encontrar una resolución a la altura del planteo inicial del film.
Un cierre imperdonablemente previsible y poco original, naufrangando en las aguas de lo más convencional que tenían a mano, hace que una trama que ayudada con las actuaciones de muy buen nivel, hubiese podido alcanzar puntos más interesantes, deje como resultado una simple película para pasar el rato y verla en casa desde la comodidad del sillón del living.
 

jueves, 11 de agosto de 2011

Las aguas bajan turbias

"Aguas turbulentas"
de Erik Poppe
con Pal Hagen Valheim Sverre, Trine Dyrhol, Ellen Dorrit Petersen y Fredrik Grondahl

Jan sale de prisión luego de cumplir su condena.  Tenemos pocos datos, sólo que ahora parece tener una segunda oportunidad para dedicarse a su música como organista en una iglesia, un lugar de por si vinculado con una mirada más bondadosa a su reinserción en la sociedad.
Con una  delicadeza admirable para irse metiendo en terreno farragoso, el guión nos va abriendo lentamente una ventana a su pasado por medio de flashbacks y de pequeños datos para ir armando el rompecabezas.

No solamente se desarrolla como profesional sino que además encuentra en Anna, una madre soltera que forma parte de la Iglesia, su posibilidad de recomponer también su vida en el terreno afectivo.

También a ella le dará muy poca información de su "vida anterior". Pero en algún momento el pasado vuelve a precipitarse sobre su vida: Agnès, llega a esta iglesia en una visita escolar junto a sus alumnos. Ella reconoce a Jan como el joven que fue condenado por un asesinato de su hijo.

Ganadora del premio del Jurado y Premio del Público dle Festival de Hamptons y de los Canon Awards en el Festival de Cine de Noruega,  "Aguas turbulentas" habla nuevamente de la madurez con la que el cine escandinavo -con tanta reticencia por parte de la distribución en nuestro pais- aborda temas delicados, mostrando un alto nivel de compromiso en su narrativa.

Tan fuerte en su impacto musical con una banda de sonido impecable, como en sus silencios que transmiten emociones profundas el guión se mantiene atento de no tomar partido en la delgada linea del perdón, la culpa, el fantasma del pasado, el olvido, la memoria y la redención.
Para cumplir con su objetivo, la historia está contada de forma abiertamente cruda, sin golpes bajos, pero con una sequedad y una sinceridad penetrante. Victimas y victimarios necesitan que sus voces sean escuchadas, las dos puntas de una misma trama empiezan a confundirse porque no es tan fácil tomar partido, máxime desconociendo las pulsiones que llevaron a cada uno de los protagonistas a  vivir lo sucedido.



Poppe maneja perfectamente los hilos de cada uno de los personajes, los expone emocionalmente a un proceso tan doloroso como noblemente contado, de forma tal que el espectador se identifique en momentos diferentes con cada uno de ellos tratando de poner un manto de compresión a cada una de las motivaciones que los habitan. El guìón construye la trama en tres momentos diferentes, el primero de ellos desde el punto de vista de Jan, luego recorre la mirada de Agnes, para enfrentarlos en el tramo final donde la historia ya se ha entrecruzado.

Con un cine que respira inevitablemente la impronta de los movimientos de Lars Von Trier y su dogma, como del cine de Vinterberg, Erik Poppe elige trazar un peregrinaje desde el dolor a la liberación, de la culpa a la redención desatando escenas intensas y potentes brillantemente jugadas por Pål Sverre Valheim Hagen como Jan y Trine Dyrhol como Agnes que brindan dos soberbias interpretaciones.

domingo, 7 de agosto de 2011

Calles de fuego

"Exit through the gift shop"
documental de Bansky
Narrado por Rhys Ifans con la participación de Banksy Thierry Guetta

 
Para quienes conocen, como yo, muy poco sobre el mundo del arte urbano, el graffiti y los artistas callejeros en general, no podrán más que quedar profundamente cautivados con la interesante manera de narrar la historia que "Exit through the gift shop" quiere contarnos y por supuesto, con lo que vaya desplegándose frente a nuestros ojos.
 
El documental narra, paralelamente, dos lineas "argumentales".
Por un lado la historia de Thierry Guetta, un francés "bohemio", con la absoluta locura de filmar todos los acontecimientos de su vida (a partir de una traumática situación familiar que se irá develando a lo largo del documental), con el objetivo de atesorar todos esos momentos, capturándolos con su cámara.
Se transforma obsesivamente en un documentalista espontáneo de su propia vida, y desbordado por la pasión de filmarlo todo, casi sin proponérselo, aparece la posibilidad de comenzar a registrar un mundo absolutamente desconocido para él cuando se encuentra con diferentes manifestaciones artísticas que suceden en las calles.
 
Es así como comienza a entremezclarse con los principales gestores de ese movimiento, el que no solamente está impregnado de una profunda creatividad, talento y desborde de energía, sino también de una clandestinidad, ilegalidad y peligro a flor de piel.
Ambos costados atraen a Guetta por igual, quien como arrojado a un espiral enloquecedor, queda completamente atraido y capturado por esta nueva forma de expresión y de arte.
 
Con la burda excusa de estar filmando un documental sobre este tema (y aquí es donde el documental de Bansky empieza a abrir como un juego de cajas una dentro de la otra), Guetta comienza a regitrar pormenorizadamente cada movimiento dentro del proceso -incluso en los momentos de mayor peligro-. 

Casi sin quererlo, comienza a vincularse con los artistas más sobresalientes del medio, gestándose una obsesión por tratar de contactar al más famoso de ellos, justamente Bansky, quien era enormemente conocido y reconocido por su obra, pero que prácticamente nadie había tenido la posibilidad de conocer en persona. 
 
Aquí se abre la segunda linea del documental porque es justamente Banksy, el artista callejero más top del momento, el que abre e inicia la narración de esta historia que traza el documental, adentrándonos en su propia historia y en su vínculo con Guetta.
 
Ambas corrientes se entrecruzan, fluyen y van creando un misterio alrededor de este vínculo que los une/unió a esos dos personajes. Una vez que se produzca el choque de estas dos "potencias", se comenzará a contar otra historia, donde el documental profundiza sobre el mercado del arte, sobre la creación de fenómenos artísticos y comerciales, sobre el valor que tiene o puede tener cada una de esas obras y la búsqueda de notoriedad y fama dentro del medio.
 

Aún en sus 90 minutos que nos dejan con ganas de ver mucho pero mucho más, "Exit through the gift shop" se las ingenia hábilmente para que encontremos por partes iguales una historia interesante, un movimiento artístico al que descubrir y admirar -aunque uno ya lo conozca en cierta forma, redescubrirlo en toda su dimensión sería la tarea- y una profunda reflexión sobre el arte, la creación y el vandalismo, el borde de la ilegalidad en la creación y subrayar por sobre todo, el poder del público, de los medios y de la sociedad en general de fabricar y modelar sus propios íconos y las figuras del momento.

La mirada apasionante y descarnada sobre ese mundo, el impiadoso análisis de cuáles son los límites y códigos a romper en el ascenso meteórico de cualquier artista del medio y las distintas obsesiones personales, se ven plasmadas mediante un relato contundente y atractivo.

Ya desde su título, se ironiza sobre el acento que termina teniendo lo comercial sobre lo artístico, lo efímero del arte por el arte mismo, la mercantilización al extremo de una expresión que se supone libre, callejera y contestataria del propio sistema, construyéndose como uno de los testimonios documentales más interesantes y compactos de este último tiempo. 


 
Los dejo con una pequeña muestra del enorme talento de Bansky, para los que aún no lo conocen...

sábado, 23 de julio de 2011

Un poco de amor francés

"Jeux d'enfants"
"Quiéreme si te atreves"
de Yann Samuell

(Francia/2002)
con Guillaume CanetMarion Cotillard


 

Julien y Sophie son amigos desde la infancia.
Cuando Julien pierde repentinamente a su madre, víctima de un cáncer, dejándole como recuerdo una lata de caramelos que ligará a estos dos amigos para toda la vida.

Asi como en algun momento el juego de niños fue "verdad o consecuencia", Julien y Sophie comienzan a relacionarse ya desde muy pequeños, jugando apuestas a lo que se atreven o no a hacer.
Sencillamente uno propondrá algo así como una "prenda" y bajo el lema de "te animás?" deja la lata en manos del "contrincante" desafiado,  quien tendrá que animarse a cumplir su "misión" y volver a redoblar la apuesta pensando en una "prenda" para el otro...

Nadie quiere ceder, y aunque las cosas se vuelvan quizás un poco más complicadas, el orgullo de cada uno de ellos puede más .... y a medida que van creciendo, hay una fuerte atracción del uno por el otro que sobrepasa la amistad.
El juego continúa tomando aristas cada vez más peligrosas y con sentimientos mucho más involucrados de parte de ambos, pero ninguno de los dos quiere dar el juego por terminado ni abandonarlo ni tampoco dejarse llevar por el amor tan profundo que se tienen ni dejar claros sus sentimientos.

A medida que pasan de la niñez a la adolesencia y luego en el momento de la juventud, Julien comienza a herir cada vez más a Sophie por lo que esa relación se va deteriorando y hasta logran distanciarse por un buen tiempo. Pero luego, en la adultez, el vínculo se reaviva, continuarán buscándose y será Sophie la que dé el paso al frente para reconquistar la amistad y el amor de Julien, unidos a través del tiempo y a través de esta lata con la que han jugado desde pequeños.

Lo interesante de la propuesta de Yann Samuell (quien ha filmado dos films posteriores sin que hayan llegado a la Argentina -"My sassy girl" en Hollywood y "L'âge de raison" con Sophie Marceau) es que comienza planteando al film como un "coming of age", como un paso de la niñez a la adolescencia, para derivar luego en una rara comedia romántica. Pero esto no es todo porque pasada la segunda mitad del film mostrará un particular manejo del humor negro que torna a la historia mucho más oscura de cómo había sido inicialmente presentada.
Con muchas referencias sobre todo en los giros inciales para introducirnos y contar la historia que recuerdan al cine de Jeunet y particularmente de "Amelie" y un giro al humor negro en las relaciones de pareja al mejor estilo "La guerra de los Roses", hace que el planteo romántico se vea sustancialmente modificado hasta llevar a la historia a un punto de quiebre particularmente interesante.

Samuell no le teme al lado oscuro de sus criaturas ni mucho menos, se atreve a jugar peligrosamente con los excesos de los personajes y logra salir airoso con un preciso manejo de la perversión y la manipulación que desarrollan los protagonistas a la hora de continuar manteniendo "en jaque" a su objeto de deseo y de un enfermizo vínculo de amor-odio por partes iguales.

 
Sophie es Marion Cotillard, mucho antes de que ganara merecidamente el Oscar por "La vie en Rose" y también mucho antes de que Hollywood comenzara a incluirla en importantes proyectos o filmara con Woody Allen.
Vuelve a entregar una interpretación dulce y su imágen en la pantalla es cálida e inquieta. Y también su papel le permite desplegar un perfil enfermizo que enriquece su actuación.
Julien es Guillaume Canet, un conocido actor francés que hemos conocido en "La Playa" junto a Leonardo Di Caprio pronto lo veremos junto a Keira Nightly en "Last Night" y ahora devenido director con "Les petits mouchoirs" presentada en el último BAFICI y con una película que ha pasado por la cartelera porteña sin pena ni gloria, "No se lo digas a nadie" a pesar de que era un thriller muy interesante. 
 
Queda abierta la propuesta para atreverse a una comedia francesa completamente diferente, con un muy buen soporte en todos los rubros técnicos y una banda de sonido que incluye varias versiones de "La vie en Rose" nada menos que por Louis Armstrong, Donna Summer, Trio Esperanca y Zazie.

lunes, 4 de julio de 2011

Ideal para amantes de la animación: el despertar de un gran imperio

"Waking Sleeping Beauty" - Despertando a la bella durmiente
de Don Han

Quien ame el cine de animación que tanto se ha puesto de moda en los últimos tiempos, amará seguramente los largometrajes y cortometrajes de Walt Disney. En épocas donde Dreamworks, Sony Pictures, Nickelodeon PicturesFox tienen también su propia división de animación y que apuntan a producir películas no sólo para los más chiquitos de la familia sino también para los adultos y el grupo familiar, algunos recordamos la época en donde solamente Disney casi prácticamente monopolizaba el mercado.


Pero a pesar de que no existía tanta diversidad en la oferta y que prácticamente los productos Disney reinaban en el campo de la animación (había algunos otros films animados como los de Don Bluth en plenos años '80), en el gran imperio Disney hubo también un punto de inflexión.
Durante los años '80 el estudio dio un fantástico vuelco, un golpe de timón que hizo que remontara desde sus cenizas y este documental filma lo acontecido en esa época de resplandor creativo y de gran resurgimiento. La crítica había despedazado a "El caldero negro" -casi desconocida en nuestro país- y tampoco tuvieron aceptación en el público films como "Oliver y su pandilla" o "Detectives y ratones (Basil, The great mouse detective)" y en menor medida "El zorro y el sabueso" muy por debajo de las expectativas que tenia el estudio y lo que implicaba un lanzamiento de cada uno de sus productos.

Con solamente ver las magníficas imágenes de Ariel en "La Sirenita" con una banda de sonido pegadiza y ganadora del Oscar, entendemos claramente que hubo un proceso que volvió a posicionar a Disney en el mercado como una gran "major". Más tarde llegará su unión con Pixar -cada una de las peliculas de Pixar todos coincidiremos que es una pequeña obra de arte y con guiones intensamente creativos- y el sello Disney volvería a brillar tan fuerte como en su aparición en los años '30.

Este documental narra el proceso que se fue gestanto para un gran cambio no sólo en la parte de animación sino que también llegó a las películas living action (es decir las que no contienen animación) como así también en los parques temáticos y la televisión, después del cual se logró marcar una enorme diferencia.


Con nuevos directores en el estudio entre los que se encontraban Michael D. Eisner y Jeffrey Katzenberg (quien luego fundara, cruzando la vereda, Dreamworks Animation) comenzó una etapa brillante que todos hemos disfrutado. A lo largo del documental podremos ver cómo fueron surgiendo las ideas, bocetos, borradores y reuniones de trabajo que dieron lugar a, por ejemplo,  "Quién engaño a Roger Rabbit?" la inolvidable película mezclando animación y actores con Bob Hoskins y una sensual Jessica Rabbit a quien Kathleen Turner le había prestado su voz.

Si habiamos quedado impactados con los colores, el brillo, las canciones y la potencia de la historia de "La Sirenita", el paso siguiente del estudio llegó a ser un film nominado al Oscar a la Mejor Película, con un récord en la historia del Premio.
Esa inolvidable creación fue "La bella y la bestia" y de allí en más vinieron creaciones como "Alladdin" con Robin Williams en la inconfundible voz de el Genio y nuevas heronias como "Pocahontas" y "Mulan".

El documental no solamente se detiene en los bastidores, en los movimientos dentro del mercado de Hollywood que fueron produciendo estos grandes sucesos y el ego puesto en juego de cada uno de los directores que se fueron sacando chispas en su ascenso a la cima, sino que también se detiene en el proceso creativo de las obras mencionadas y tambíén de otro film inolvidable como "El Rey León" con las voces de Jeremy Irons, James Earl Jones, Matthew Brotherick y las canciones de Elton John.

Aparecerá un jovensísimo Tim Burton quien ya había colaborado con los estudios Disney en interesantes cortometrajes como "Vincent" y "Frankenweennie" y del que podremos ver el gérmen de una de sus creaciones más alabadas (en este caso no como director sino como productor y coguionista) como "The nighmare before Christmas- El extraño mundo de Jack" con la técnica de stop motion y los primeros pasos de John Lasseter, hoy uno de los directores más importantes de la historia del cine, vinculado con Pixar y la saga de "Toy Story" entre otros tantos éxitos.

Una hoguera de vanidades desatada en pleno estudio, el detrás de escena de estos grandes films resulta -mediante este notable registro de ese momento tan particular-, tan interesante como las creaciones que surgieron de esta década de enorme esplendor del estudio que a nosotros, como espectadores, nos han dado un puñado de films absolutamente inolvidables que aún hoy, más de veinte años después, seguimos compartiendo, ahora con nuestros hijos.


viernes, 24 de junio de 2011

Poder que mata

"Crime d'amour"
de Alain Corneau
con Kristin Scott Thomas, Ludivine Sagnier, Patrick Mille, Gérald Laroche y Gérard Guillaume




Hay algo de explosivo, intrigante y sexy en la figura de Ludivine Sagnier. Un perfil inteligentemente explotado en "La Piscina" por Francois Ozon que es ya como una marca registrada de esta jóven actriz que brilló tambien en "Un secreto" de Claude Miller, la inédita "Les chansons d'amour" de Christophe Honoré y sobre todo en el protagónico de "Una mujer partida en dos" del célebre Claude Chabrol.

En este caso, Sagnier le pone el cuerpo a Isabelle una jóven que inicia su carrera en una empresa multinacional, lugar ideal para potenciar su aspecto más ambicioso, logrando igualar o quizás hasta superar a su jefa Christine (Kristin Scott Thomas).
Evidentemente Christine ha tenido que hacerse un lugar en un mundo de puestos directivos, los que son destinados mayoritariamente a los hombres. Es por eso que ha sabido ganarse ese lugar de prestigio y reconocimiento teniendo como aliada una frase de cabecera que sería algo asi como que el fin justifica los medios: ella no dudará en sacarle mérito al trabajo de sus empleados -entre ellos Isabelle- con tal de seguir ganando posiciones y una mirada de aprobación por parte de los directivos de la central americana.

La situación laboral se tensa aún más cuando Christine e Isabelle comiencen una competencia feroz tanto en ese plano como en el objeto de deseo amoroso. Celos, intrigas y deseos de poder son el cocktail que Corneau maneja para construir un thriller psicológico que tiene una cadencia inconfundiblemente francesa, con algunos toques de suspenso hitchcockiano y un dejo del cine de Chabrol en cuanto a la parte más oscura y subcutánea que detentan los personajes, imparables en el afán de cumplir con su objetivo.

Habrá un asesinato -planeado-, una culpable y la posibilidad de demostrar que nada de lo que ha sucedido es como lo que el Juez que atiende la causa, está intentando demostrar.

Jugando con elementos como la ambición desmedida, la locura, el impulso y la venganza, Corneau logra que a medida que avance la trama, la historia logre atrapar e interesar cada vez un poco más. Con una presentación de personajes un tanto morosa, luego de producido el hecho desencadenante para dar paso a la segunda mitad de la trama, es interesante ver con la cadencia que el director francés va girando la historia y desenmascarando algunas vueltas de tuerca de las que se nutre cualquier buen film de suspenso.

Siendo netamente una película de suspenso, hay una trama que responde a los cánones más clásicos del género y por lo tanto sólo habrá alguna que otra pequeña sorpresa ante los giros que se vayan develando, pero es mucho más importante los trabajos que Corneau -siendo éste su último film porque el director ha fallecido en Agosto de 2010- logra de las dos actrices protagónicas.

Kristin Scott Thomas vuelve a brillar con un personaje de jefa villana y despótica, demostrando una vez más como en "Hace mucho tiempo que te quiero" "Partir" o especialmente en un film próximo a estrenarse "Elle s'apellait Sarah" que es una de las actrices más completas e interesantes del cine actual.

Nuevamente Ludivine Sagnier demuestra que tiene una presencia sensual que electrifica la pantalla.
Una rara mezcla de belleza y perversión que el director logra explotar en favor de la trama del film.
Sagnier puede parecer tanto culpable como inocente, tanto naïf como criminal, maquiavélicamente desbordada o llena de sutileza.
Y evidentemente eso agrega un plus a un film de por sí interesante, pero que se nutre de muy buenas actuaciones para elevar una historia correcta y esquemática con un final a la altura de las expectativas.

domingo, 19 de junio de 2011

Directo a DVD: ¿Cómo saber si es amor?

"¿Cómo saber si es amor?"
de James L. Brooks
con Reese Witherspoon, Owen Wilson, Paul Rudd y Jack Nicholson

Con sólo ver el afiche de la nueva comedia de James L. Brooks, dan muchas ganas de ver la química que despliega semejante elenco en acción.
Pero parece mentira que un escritor como él (si, James L. Brooks es uno de los guionistas de "Los Simpsons" y de películas como "Detrás de las Noticias" o "Mejor...imposible") no haya encontrado en absoluto el timing correcto para una comedia romántica que desde el guión tiene aspiraciones a un poco más que simplemente resolver un clásico "triángulo" amoroso.

Para intentar ir más allá de la mera receta romántica, Brooks introduce además el tema del vínculo entre un padre manipulador (Nicholson) y su hijo (Rudd) al que por salvarse envuelve en un tema de delitos financieros, abarca el mundo del deporte (con el personaje de Witherspoon que está por su edad ya fuera de carrera) y una subtrama con una embarazada que da abre el tópico de las madres solteras y las parejas inestables.

Pero en sus dos horas de duración "Cómo saber si es amor?" se excede, pierde el rumbo varias veces y la trama principal se diluye, se debilita y no da en el clavo.
Tanto el tema de la embarazada (cuya escena cuando la van a visitar al hospital es completamente accesoria, ridícula y no conduce a nada), como los devaneos de la protagonista entre su novio ocasional (Owen Wilson) y la posibilidad de ser más que amigos con George (Paul Rudd) que se reiteran y se exceden en palabras vacías antes que irmás concretamente a la acción, hacen que a la comedia le falte ritmo para hacerse llevadera y tampoco logra que alguna de las otras subtramas que abre, intentando ser más profunda, lleguen a buen puerto: a todas les falta "sustancia".

Más cerca del fracaso que fue "Dispuesto a todo" con Nick Nolte o la irregular "Spanglish", esta nueva película de Brooks no encuentra el rumbo en casi ningún momento y sólo levanta apenas el nivel cuando aparece Jack Nicholson en pantalla.
La pareja de Rudd y Witherspoon tiene cierto encanto que logran explotar, pero los mohines actorales, llenos de sonrisitas, muecas y miraditas infantiles hacen que algunas escenas se tornen francamente insoportables.

Owen Wilson tiene un papel más a su medida, un egocéntrico y exitoso jugador de beisbol que ve en la figura de Lisa (Witherspoon) la manera de sentar cabeza y tratar de tener una pareja estable que lo aleje del mundo de la noche y le borre la etiqueta de mujeriego empedernido.
Es evidente que entre Wilson y Witherspoon por más esfuerzos que hagan porque el papel suene creíble, la pareja no tiene la menor credibilidad cuando están juntos en la pantalla. Ella es sumamente aniñada para que un hombre de la noche como él, intente redimirse de su mundo descalibrado. Opuesto a eso, el guión lo deja a Rudd lleno de vacilaciones, miles de palabras y vueltas y reencuentros para terminar diciendo siempre lo mismo y girando alrededor del mismo tema.

En tiempos del sexo casual y las relaciones pasajeras, James L. Brooks intenta preguntarse "Cómo saber si es amor?" en oposición a la búsqueda del amor verdadero, duradero, ante tanta relación fugaz y poco comprometida.
Pero confunde con tantos ingredientes verbales y tantas impresiciones, tantas idas y vueltas que si realmente el amor es asi, aburre aún mucho antes de empezar.

sábado, 18 de junio de 2011

Esta boca NO es mía

"Boca de Fresa"
de Jorge Zima
con Rodrigo de la Serna, Erica Rivas, Roberto Carnaghi, Maria Fiorentino y Juan Vattuone


En el segundo film de Jorge Zima -el primero es "Noche en la terraza" de 2001-, el director apunta a la comedia basándose fundamentalmente en el carisma de la pareja protagónica que componen Rodrigo de la Serna y Erica Rivas.

Él es un productor discográfico que cansado de estar de fracaso en fracaso, ve la posibilidad de fortalecer su situación económica tratando de encontrar al autor de una canción (horrible y completamente cutre) cuya versión pop está haciendo furor en los mercados europeos (una completa incoherencia, pero viniendo del mundo de la música todo es posible...).

Y alli entonces, este productor se largará a la aventura, cancelando un viaje de placer a Miami que tenian programado con su pareja, ya que la pista del autor de la canción que se ha convertido en un nuevo hit parece estar entre las sierras cordobesas.
Así, sin más trámite, del plástico glamour de Miami al calor del paisaje montañoso, la promesa de poder ubicarlo y "dar el batacazo" es el móvil que los irá guiando por el camino de su encuentro.

El planteo original de Zima hace agua ya desde los primeros minutos en los que no solamente no se sabe bien qué tipo de historia quiere contar sino que tampoco queda claro cuál es el tono con el que elige contarla.
Lo que supuestamente debe causar gracia, no causa ni el más mínimo atisbo de sonrisa y a los pocos minutos ya tanto De la Serna como Rivas, probados actores tanto en televisión como en cine y teatro, lamentablemente empiezan a parecer no tener rumbo con un guión que no los ayuda en lo más mínimo.

Zima pretende ser Almodóvar, tener el delirio creativo de Cohn & Duprat o transgredir algunos códigos del género haciendo una mixtura de comedia, aventuras, romance y personajes delirantes que no convence en ningún momento. Evidentemente cayó en la tentación de tocar varias cuerdas sin poder hacer pie en ninguna de ellas, razón por la cual la película carece completamente de registro y se torna aún más aburrida cuando abandona ya definitivamente el paso de comedia inicial para presentar la búsqueda más profunda del desaparecido autor del hit.

Si bien De la Serna y Rivas tratan de salir airosos del papelón -y hasta en ciertas ocasiones no lo logran porque los milagros no existen y algunas de las líneas del guión son completamente impronunciables por mejores actores que sean-, el desperdiciado uso de Roberto Carnaghi y María Fiorentino en diminutos papeles de reparto sin el más mínimo crecimiento y la irritante actuación de Juan Vattuone (que parece estar pronunciando discursivamente un texto shakespeareano en velocidad lenta, mientras que sus pobres lineas no aportan demasiado vuelo al resto del guión) completan el cuadro que desbarranca por completo.

Quizás con una definición por la comedia más lisa y llana, y con menos pompa y pretensiones hubiese llegado, al menos, a ser una comedia simpática. Sin embargo, e intentando presumir de más de lo que puede dar, ni siquiera se ha podido armar una comedia entretenida (de escasas pretenciones pero entretenida al fin) y por apostar a más, no lograron ni siquiera generar un divertimento agradable.

Un guión confuso y poco interesante, sumado a actuaciones que desentonan por su completa diversidad de registro y una manera de filmar que remite al cine más básico de los años '70 en nuestro país, hacen de "Boca de Fresa" un producto fallido, poco interesante y sin gusto. Sabor a nada.

martes, 7 de junio de 2011

Mi papá me mima

"Maria y yo"
un documental de Felix Fernandez de Castro


El mundo del documental ha evolucionado notablemente en los últimos años y se ha diversidifcado vastamente los temas que cada uno de los directores del género han querido abordar. Es una pena que excepto por alguno muy promocionado de Michael Moore o de alguna otra excepción como puede ser algún documental ganador de un Oscar u otro premio internacional, podamos disfrutar de este género comercialmente en la Argentina.

Revolviendo entre las miles de opciones que aparecen en la web, una extraña perla puede ser encontrada por los buscadores más inquietos. Es el documental español "María y yo" donde Miguel Gallardo transporta la historia del cómic de su autoría al cine y nos cuenta la historia del vínculo con María, su hija. Y por sobre todas las cosas, del vínculo de María con el mundo.

Si bien el cine de ficción revisita los vínculos entre padres e hijos permanentemente, la historia que cuenta "Maria y yo" es diferente tanto en la forma de narrar como en el contenido de la historia.
"Salir con Maria es como salir con Madonna", dice su padre. Todo el mundo los mira porque Maria es diferente: padece de autismo. Y como todos sabemos, el mundo no está diseñado para los diferentes.

La forma en que Miguel Gallardo va contándonos detalles que nos abren la puerta para entrar al universo de María apela tanto al mundo del dibujo y de la animación o del comic -terreno en el que se mueve con total destreza y cuyos dibujos hacen recordar en más de un momento a los de la logradísima "Persépolis"- y  dota a la historia de una frescura y una profundidad que con otro tono más bordeando el drama, hubiese cambiado el resultado por completo.

El realizador Félix Fernández de Castro alterna entrevistas con los padres -desde el momento en que se dieron cuenta que María era diferente hasta anécdotas de la actualidad-, con fragmentos de una entrevista en donde el padre cuenta su manera de ver a María y hay otros momentos en donde sencillamente deja rodar la cámara y es precisamente en esos tramos donde el documental gana la mayor hondura.
Con una sensibilidad particular, el padre oficia de narrador en la mayoría de las escenas y nos presenta ese vínculo tan particular con María, rebozante de amor y de ternura.

María vive con su madre en Canarias, a 3.000 km de Barcelona, donde vive su padre. Todo arranca en unas vacaciones donde tanto Miguel como María disfrutan de un acomodadísimo hotel en el Sur de Gran Canaria en donde pasan esos días disfrutando uno del otro, oportunidad en la que también en el relato de Miguel despliega un humor finamente irónico describiendo la "fauna" que comparte las vacaciones en ese resort tan exclusivo.

Miguel traza un mapa de María tan exacto que es completamente imposible que al final de la película no seamos como uno más dentro de la familia. Sin apelar al registro típico de las dificultades de una persona con capacidades diferentes para vivir en un entorno que le hace sentir que nada está hecho a su medida, el director evade explícitamente ese camino para internarse en uno muchisimo mas interesante en donde la comunicación por medio del amor y la ternura de esos momentos compartidos, habla por sí solo.

Ojalá buceando por internet puedan disfrutar de esta pequeña gran película que en menos de una hora y media, encapsula una historia hermosamente contada que vale la pena compartir.


viernes, 13 de mayo de 2011

Quemándose en el infierno

González Iñárritu
"Biutiful"
de Alejandro González Iñárritu
con Javier Bardem, Maricel Alvarez y la participación de Eduard Fernández

Thomas Vinterberg
"Submarino"
de Thomas Vinterberg
con Jakob Cedergren, Peter Plaugborg, Morten RosePatricia Schumann



Dos descensos a los infiernos con dos miradas que en algún punto se asemejan, pero que finalmente logran resultados completamente diferentes y dispares: la del mexicano Iñárritu y la del danés Vinterberg. Dos trabajos al filo del vacío, destinados a la provocación, con historias sumamente duras y viscerales. Y cada uno de ellos le imprime al viaje personal de los protagonistas de sus historias, un sello distintivo de dos grandes directores.


Por un lado, "Biutiful" muestra a un Iñárritu distinto, alejado por primera vez del guionista Guillermo Arriaga con quien había elaborado los exitosos trípticos, arrancando por la brillante "Amores Perros" y luego, sus incursiones hollywoodenses en "21 Gramos" y "Babel".
En esta oportunidad se aparta del sistema de historias que se cruzan para narrar una sóla y en forma elíptica, con un inicio que se entenderá y cerrará, una vez que hayamos acompañado a Uxbal, el protagonista de esta historia a atravesar su via crucis personal.

Lejos del espíritu coral que envolvía a sus películas anteriores, ahora el foco es Uxbal (un impresionante tour de force de Javier Bardem, nominado al Oscar por este trabajo) quien recibe la noticia de que padece una enfermedad que lo está consumiendo.

Mientras su vida se va apagando, deambula sin rumbo fijo entre sus negocios sucios que son su medio de vida (excusa para que Iñárritu nos pasee por el barrio más lumpen y bajo de Barcelona, El Raval) donde lidia con inmigrantes ilegales, diálogos con espíritus muertos y talleres de trabajo clandestinos y trata de sostener a mansalva su paternidad, que es su único espacio de luz.
Para esto tendrá que asumir, aunque le cueste, que la crianza de sus hijos no deja de ser una tarea compartida, y allí aparece la figura de su ex mujer (también notable en su caracterización la argentina Maricel Alvarez) y el vínculo enfermo de idas y vueltas con esta mujer con antecedentes de prostitución y en una permanente lucha con su adicción.

Todas estas líneas que se despliegan en el guión de Iñárritu junto a Armando Bó, hacen que Uxbal se mueva en un ambiente oscuro y que Iñárritu disfrute -quizás demasiado excesivamente- en mostrarnos impiadosamente las miserias sociales, las propias bajezas intrínsecas en cada ser humano y que construya un collage miserable de sus propias criaturas. Regodeado en su propia negrura, Iñárritu trata de impostar poesía en la escena de apertura -que por el carácter circular de la película vuelve a tomar sentido en el final del filme-, una brisa poética demasiado forzada después de habernos refregado durante mucho más de dos horas por las zonas más siniestras y habernos llenado de golpes por debajo de la ingle y manteniendo un clima asfixiante e injustificado.


"Submarino"  es la nueva película de Thomas Vinterberg, quien formara parte junto con Lars Von Trier de uno de los movimientos más creativos y revolucionarios dentro del cine moderno (el famoso Dogma danés), director de la recordada y elogiada "La Celebración". Trea también un relato intenso e impiadoso, enfocado en la historia de dos hermanos que fueron arrollados por una niñez dura, con su madre alcohólica, abandonados a su suerte  y con el peso enorme de la muerte de su hermano bebé en sus espaldas.

El escenario en este caso ya no es Barcelona, sino que nos mudamos a la Copenhague actual y la vida de estos dos hermanos sigue barranca abajo sin poder despegar de las esquirlas de su infancia - mostradas en una irrespirable primera parte del film-.

Qué ha sido de la vida de estos dos hermanos más de veinte años despues?
Nick está volviendo de la cárcel en donde ha sido encerrado por un tema de violencia y mantiene una relación disfuncional con su vecina, también alcohólica, quien ha perdido la custodia de sus hijos y con quien establecen momentos de amor y furia.

La muerte de la madre finalmente nos presenta el punto de encuentro de estos hermanos. Justamente al aparecer el hermano de Nick, Vinterberg se interesa en "rebobinar" la historia y contarnos cómo es que su hermano llegó hasta aquí.

Otro personaje completamente diezmado por su pasado, el hermano de Nick, está a cargo de su hijo tras la accidental muerte de su esposa. La historia se repite irremediablemente y es ahora él quien deja abandonado a su suerte a su hijo cuando queda literalmente ausente después de sus momentos de consumo de drogas.
La situación se complica aún más cuando decida tratar de salir de sus aprietos financieros y darle una vida correcta a su hijo comenzando en el t´rafico de drogas, puerta de ingreso a un espiral descendente que le hace perder absolutamente el control de su vida.



Vinterberg nos sumerge en las aguas turbulentas de la vida de estos dos hermanos, completamente ahogados, encapsulados y sin oxígeno en el "Submarino" del título, asfixiados por su pasado, para darle finalmente un giro inesperado a la historia con un final completamente esperanzador.

Y allí justamente se diferencia de "Biutiful" quien cierre la historia con su circularidad pretenciosa, y en cambio  "Submarino", usa esa misma elipsis para explicar un detalle de la historia que le da un toque emotivo y de una fuerza contundente, para un cierre de la historia increíblemente bello y genuino, dándole a Nick,  la intensa posiblidad de dar un golpe de timón y cambiar la historia.

Ambos directores hacen descender a sus personajes a los infiernos más íntimos y personales, aunque sólo Vinterberg les tiende una mano para encontrar una salida. Esa por la que luchamos todos, en cada una de nuestra historias. Algunos la encuentran y sólo por eso valió la pena intentarlo.

domingo, 24 de abril de 2011

Dos opera prima nominadas al Goya

"Todas las canciones hablan de mi"
de Jonas Trueba
con Oriol Vila, Barbara Lennie, Bruno Bergonznini, Valeria Alonso y Angela Cremonte


La información de prensa de "Todas las canciones hablan de mí" la define como que no es la típica comedia romántica basada en la fórmula "chico conoce a chica" sino que podría definírsela como "chico trata de olvidar a chica" y sinceramente no se me ocurrió una mejor manera de definir lo que pasa en esta película española, opera prima de Jonás Trueba que estuvo nominada en la última entrega de los premios Goya.

Manejando los conflictos típicos de las rupturas de pareja en un mundo de jóvenes entre los 20 y pico, casi bordeando los 30,  la historia inicia cuando la pareja entre Ramiro y Andrea, después de seis años de noviazgo, termina por romperse. Poco sabemos de los que lo ha distanciado en un primer momento, sólo sabemos que a Ramiro no le será tan fácil sacarse a Andrea de la cabeza y seguir con su vida amorosa sin encontrar(se)la  a cada paso.

Si bien el guión del propio Trueba tiene demasiadas referencias a un cine de autor, que podría parecer algo ambicioso para una opera primera (hay conversaciones de los protagonistas caminando por las callecitas de Madrid y algunas escenas que homenajean indudablemente a la Nouvelle Vague francesa), la frescura de los protagonistas (brillante Oriol Vila como Ramiro y una muy fresca Bárbara Lennie como Andrea) hacen que la historia sea creible e interesante.

Trueba además estructura el guión a modo de capítulos y se sirve de una potente voz en off que es la que va conduciendo el relato -quizás en algunos momentos suene artificioso, pero aporta datos interesantes y le da un tono de estructura literaria al relato que oficia de columna vertebral de la acción-.
Además estalla en algunas escenas en donde despliega una creatividad que sorprende como cuando por ejemplo Andrea toma la figura de "fantasma" que acompaña e interactúa con el pensamiento de Ramiro o los diferentes puntos de vista de los protagonistas en confesiones frente a la cámara.

Con un registro dinámico, muy similar a "500 días con ella", esta ópera prima con ritmo de comedia aborda con humor y respeto,  los problemas del corazón y la dificultad de sobrellevarlos, trata a sus personajes comprediéndolos y acompañándolos en este momento complicado, cuando aparece en cada situación ese recuerdo de la persona que no podes olvidar, que se asoma contantemente cuando pensas que todas las canciones hablan de tu corazón partío.

"Planes para mañana"
de Juana Macías
con Carme Elias, Goya Toledo, Ana Labordeta y Aura Garrido


Si bien no fue Iñárritu quien inventó los trípticos de historias cruzadas, hay que reconocer que la narrativa de "Amores Perros" marcó un estilo (que luego el mismo Iñárritu repitió hasta el desgaste con "Babel" y "21 gramos") que luego sirvió para que algunos de sus fieles seguidores tomasen el modelo para nuevas realizaciones.
Un poco de esta "inspiración" es la que toma Juana Macías en su ópera prima "Planes para mañana", en donde entrecruza tres historias dotándolas en este caso con el común denominador de estar protagonizadas por tres mujeres que en cada historia están atravesando un fuerte punto de inflexión en cada una de sus vidas.

Inés (Goya Toledo) se entera esa mañana que está embarazada y tanto su novio, como su madre, como en el ámbito laboral, le presentarán a ese nuevo hijo como un problema que la pondrá en la disyuntiva de seguir o no adelante.

La segunda historia es la de Antonia (Carme Elias en un trabajo extremadamente delicado y de fuerza en sus miradas y en sus detalles) quien recibe la inesperada visita de un antiguo amante y tendrá no mucho más que un día para decidirse si quedarse en un matrimonio en donde no encuentra ni pasión ni comprensión o abandonar a su familia para poder vivir de acuerdo con sus sentimientos.

Cierra el trío de historias, la de Marian (Ana Labordeta), una mujer que ha decidido abandonar a su marido manipulador y violento y se encuentra tironeada entre su hija, quien no quiere perdonar a su padre y su ex marido que sigue acechándola en reclamo de perdón y una nueva oportunidad.

Las tres historias están brillantemente actuadas con un trío de protagonistas femeninas de excelente nivel y aún cuando el guión cuente historias que bordean algun lugar común (sobre todo la del embarazo no deseado por el entorno de la protagonista quizás sea demasiado obvia), Juana Macías se las ingenia para que su ópera prima atrape.
La fuerte mirada femenina sobre cada historia es quizás lo que la aleja -por suerte- del cine de Iñárritu, como una visión femenina del mundo que se opone al del realizado mejicano, encontrando entonces un estilo personal para narrar este tríptico de historias de mujeres maduras que encuentran la posibilidad de cambiar su vidas con un fuerte golpe de timón.