lunes, 23 de julio de 2012

Regreso sin gloria

"Adultos Jovenes"
de Jason Reitman
con Charlize Theron, Patrick Wilson, Patton Oswald y Mary Beth Hurt


Jason Reitman ya se ha ganado un lugar dentro del cine independiente (?) americano. Desde su irrupción con la comercialmente exitosa "Juno" y luego con "Amor sin escalas" con George Clooney como protagonista, ha demostrado que sabe encontrar la mezcla exacta entre un cine que se aleja del sistema aunque no se distancia tanto como para que sus films sean sólo degustados por los publicos festivaleros.

Segunda unión con Diablo Cody, la misma guionista de "Juno" -ganadora del Oscar en su momento-, en este caso vuelve a internarse en un retrato tan preciso como devastador de Mavis Gray (en la piel de la siempre excelente Charlize Theron, camaleónica y mutante como pocas) quien decide con un tonta excusa volver a su pueblo de la adolescencia, Mercury, Minnesota, e intentar reencontrarse con alguna historia inconclusa que ha dejado por el camino.

Escritora de novelas para adultos jóvenes -quizas sean justamente los del título aunque el sentido de las palabras da para mucho más que eso-, tiene una fecha límite para entregar su nuevo trabajo y para darle un final a la serie que ella ha impulsado.
Más allá de enfrentar su bloqueo narrativo y el final de la serie de sus libros, Mavis decidirá emprender este viaje en donde volverá a revivir irremediablemente momentos de su adolescencia, reencontrando e intentando recuperar vínculos de su pasado, que -aunque no parezca y quizás ni siquiera ella pueda reconocerlo concientemente- siguen teniendo una presencia muy fuerte en su presente.

El disparador es una simple excusa, como suele suceder en casi todos los casos.
Un e-mail en donde se anuncia el nacimiento de la hija de un antiguo novio de su secundaria, Buddy (un exacto trabajo de Patrick Wilson, a quien vimos en roles tan discimiles como "Watchmen" "Un despertar glorioso" "Brigada A" o "Secretos Intimos" junto a Kate Winslet) es el punto de arranque para Mavis tome fuerzas y en el medio de su crisis, decida emprender el viaje. Ella cree que más allá de todo lo que haya pasado y que él tenga su familia formada, ellos están hechos el uno para el otro y por lo tanto no duda en pensar en un objetivo concreto: volver para recuperarlo.

Entre otros lazos que encontrará en ese regreso, se cruzará en un bar con Matt quien no solamente padece una discapacidad sino que también ha tenido que atravesar el hecho de asumir su condición de gay en un pueblo de esas características.
Y con el consabido esquema de "pueblo chico, infierno grande" la llegada de Mavis no pasará desapercibida y su presencia impulsará mayores inquietudes en la confusión general de Matt que en el reencuentro con Buddy, a quien en todo momento se lo nota muy poco entusiasmado y hasta con un cierto compromiso de volver a verla a Mavis pero sin ningún interés particular más que en ser cordial y hospitalario con un amor de la juventud en su visita al pueblo. 
Mavis intentará sin suerte desplegar un aire de éxito y superación a todo nivel y es allí cuando el guión de "Adultos Jóvenes" irá penetrando en el perfil más oscuro de Mavis hasta llegar a una escena clave, dolorosa y reveladora en donde una vez más Theron shockea al espectador con un momento completamente desgarrador y Diablo Cody vuelve a lucirse en su facilidad y espontaneidad para presentar un retrato desolador y preciso del derrumbe emocional que atraviesa su personaje -del que ya va dando claves más sutiles durante todo la primer parte de la película, al presentarla-.

Y su guión es impadoso con la protagonista y el registro de su padecimiento en su llegada al pueblo, en cada uno de sus reencuentros (amigos, viejo amor, padres) y en su imposibilidad de seguir avanzando en su trabajo es intenso, sobre todo cuando se percibe la fuerte necesidad de Mavis de seguir siendo aquella Mavis en vez de ésta Mavis que hoy es.

Reitman sabe dosificar perfectamente los vaivenes del drama sin caer en ningún dramatismo extremo sino bordeando el cinismo con que Mavis los percibe a todos rodeados de ese aire pueblerino para luego caer en su propio infierno personal del que se le dificulta la salida.

El elenco encabezado por Theron y Wilson es sumamente compacto y también Patton Oswald entrega una interesante composición en su confundido, atormentado y sobrepuesto Matt, siendo quizás el único con el que finalmente Mavis pueda develar su verdadera máscara.

Sabor amargo de un regreso sin gloria, de una historia pasada que sigue doliendo tanto como antes, retrato de un anclaje en un pasado del que la protagonista no logra despegarse, "Adultos Jóvenes" presenta con inteligencia y una fuerte dosis de realismo una pequeña parábola de una "hija pródiga" que vuelve a un lugar -y no solamente haciendo referencia a la ciudad natal o a un punto geográfico en particular sino más aún a su propio lugar interior- al que jamás debiese haber regresado.

miércoles, 4 de julio de 2012

Tan fuerte, tan cerca ... pero tannnn lejos de Foer

"Tan fuerte y  tan cerca"
de Stephen Darldry
con Tam Hanks, Sandra Bullock, Max Von Sydow, Viola Davis, Jeffrey Wright, Zoe Caldwell y Thomas Horn como Oscar Shell


Cuando hace algunos años cayó en mis manos la novela de Jonathan Safran Foer "Tan fuerte, tan cerca" sólo tenía la referencia de que se trataba del mismo autor de "Todo está iluminado" (que había tenido también su adaptación cinematográfica  de la mano de Liev Screiber en "Una vida iluminada" con Elijah Wood) y no mucho más que eso.

Lo que encontré, en ese momento, fue un texto totalmente rupturista, con una manera increíblemente creativa de contar una historia más allá de los valores literarios que uno pueda o no encontrarle. Una novela conteniendo fotos, páginas
en blanco, correcciones en rojo, tarjetas personales de presentación, dibujos, más fotos, tachones, borrones y otras fotos más.
Una novela que no solamente quería presentarse como una novela, sino que además se constituía -más allá de tocar algunos puntos sensibles de la reciente historía norteamericana- en una invitación a incorporarse como lector en la historia de una manera lúdica y que, por fuera de lo que se pretendía contar, habia un acento e interés especial en la forma de la propuesta y en los elementos que el autor ponía a disposición del lector al momento de desplegarla.

Oskar, el niño portagonista y narrador central de la historia,  es realmente un chico muy particular, cuya vida se ve alterada cuando pierde a su padre en en el atentado a las Torres Gemelas.
En algún sentido, tanto en la novela como en la versión cinematográfica se hace un especial hincapié en presentarlo a Oskar muy hermanado con el famoso protagonistas de la novela de Mark Haddon "El curioso incidente del perro a medianoche", un niño introvertido, verborrágico, con una delgada línea dentro o fuera del Aspergher y un mundo interior complejo y profundo.


Su mundo ya desequilibrado se  perturba más aún, cuando descubre, revolviendo entre las pertenencias de su padre, un sobre con una llave y la palabra 'Black', escrita en él. La posibilidad de decodificar ese mensaje oculto en la llave junto con ese nombre y ninguna otra referencia adicional, hace que Oskar inicie una búsqueda exhaustiva a partir de estos pocos datos, cruzándose con distintos personajes en su obsesión por encontrar al "Black" que pueda finalmente vincularse con su padre.

El guión de Eric Roth ( quien ha escrito "El curioso caso de Benjamin Button" "Munich" "El informante" o "Forest Gump" entre otros), lamentablemente no logra transmitir lo que Safran Foer propone en su libro.
Una propuesta y de por sí difícil, lograr extrapolar el componente lúdico de la novela que incita al lector al juego literario y a desplegar la propia imaginación sobre el texto, esa todo un desafío. Roth, en las antípodas del juego de Foer,  elige anclar en los fragmentos más melodramáticos de la idea, poniéndolos de relieve y navegando sobre aguas demasiado conocidas sin que exista una posibilidad de que el espectador pueda ir construyendo un rompecabezas propio.

Pese a que acompañamos gustosamente a nuestro pequeño héroe Oskar en su cruzada alocada y desesperada (gracias a una intensa y carismática actuación de Thomas Horn donde Daldry se luce una vez más en la dirección de actores infantiles como en "Billy Elliot" sabiendo lo dificil que a veces resulta, aún en los momentos donde el niño luce más sobresaltado), este guión tan empeñado en buscar la lágrima fácil y el tono sufrido de casi todos los personajes le resta fuerza a la propuesta que tenia la novela original en cuando a la exploración de Oskar en un universo complejo e impenetrable al que debe enfrentarse, intentando reconstruir una identidad.


El  cast de super estrellas de Hollywood para los padres de Oskar no fue una buena elección ya que no son papeles sumamente importantes dentro de la historia.
Sin embargo, Sandra Bullock como la mamá de Oskar que tiene una participación más importante que las breves apariciones de Tom Hanks, tampoco logra en ningún momento encontrar la cuerda precisa para esta historia. Con una pena exagerada y un tono monocorde a lo largo de toda la narración, tampoco suma a que la propuesta gane fuerza.
Y es Max Von Sydow quien encuentra un poco más el estilo que tenía que imponer para un personaje a la vez querible, sufrido y complejo dentro de la historia.
Con estos elementos, sin embargo, Daldry logra construir un film que obviamente daba para muchísimo más y para que se animara a alejarse de los convencionalismos y lograr un tono más personal e innovador dentro de su filmografía.
Pero adhiere nuevamente a las fórmulas que tanto resultado le han dado como la ya mencionada "Billy Elliot" "Las Horas" y "El Lector" todos ellos, films participantes de los premios de la Academia.
Daldry  filma con una mirada estilo y una estética propia y se nutre de rubros técnicos impecables pero en este caso particular no logra que "Tan fuerte y tan cerca" se encuentre a la altura de un gran film, como para competir dentro de las diez mejores del año.

Seguramente, alejada de la época de los premios, "Tan fuerte y tan cerca" podría haberse tomado como una historia interesante, bien contada aún  con una extensión que podría haberse reducido para que ganara fuerza y evitando algunas reiteraciones (el protagonista escucha muchísimas veces los mensajes que dejó su padre en el contestador automático, aparecen varias veces los encuentros con los diferentes Black a los que OSkar entrevista una vez que ya el espectador ha entendido de sobre el mensaje).
Pero quizás dentro del pelotón de las películas del Oscar, con una novela tan interesante como base, con un prestigioso director al mando de un elenco interesante, uno se acomodó en la butaca con demasiadas expectativas. Que no se llegan a cumplir del todo.