lunes, 23 de noviembre de 2009

Lo primero es la familia

"Tres días con la familia" ("Tres díes amb la familia")
con Eduard Fernández, Nausicaa Bonnín, Philippine Leroy-Beaulieu, Francesc Orella y Ramón Fontserè

Léa, radicada en Francia desde hace un tiempo, debe viajar súbitamente a Girona donde su abuelo paterno acaba de fallecer.
Estos tres días son los que la reunirán nuevamente con su familia, para el velatorio y entierro del patriarca. Ella tendrá que volver a verse con su madre -a quien detesta-, ahora separada desde hace un tiempo de su padre, como "de incógnito", una de las cosas que saldrán a la luz en estos encuentros familiares.
También estarán sus primos, sus tíos y sobre todo su tía, una escritora que parece no interesarle demasiado el vínculo familiar, excepto para plasmarlos en sus novelas. Es justamente, el ámbito propicio para que se renueven viejas cuentas pendientes entre la familia y se potencien aspectos de la personalidad de cada uno de los personajes.

"Tres días con la familia" ganó tres premios importantes en el Festival de Málaga: a la Mejor Dirección (Mar Coll), Mejor Actriz (Nausicaa Bonnín) y Mejor Actor (Eduard Fernández) como los padres de Lèa. Tiene realmente puntos interesantes en el guión ya que presenta algunas situaciones familiares ya conocidas, de una manera diferente, con menos palabras y más gestos, con más detalles en las imágenes. Acierta en la duración breve y en no estirar diálogos más allá de lo necesario. Quizás, lo que pueda reprocharse, es el estilo un poco alejado de pasión con lo que se presentan algunas escenas, aunque aparentemente es un tono especialmente elegido para poder transmitir esa especie de anestesia que tiene la protagonista con respecto a las relaciones familiares.

Y este regreso pasajero a casa, para la protagonista, tendrá más de una lectura: no solamente ve en crisis su universo familiar sino que además pone en crisis su situación de pareja y el hecho de regresar a su país definitivamente.

Un interesante ejercicio como ópera prima, con actuaciones sólidas y una historia bien contada.

lunes, 16 de noviembre de 2009

El gigante de ojos azules

"GIGANTE"
un film de Adrián Biniez
con Horacio Camandule y Leonor Svarcas


Jara, un guardia de seguridad del turno noche en un hipermercado, se enamora de una de las chicas que realizan la limpieza del lugar. Todo comienza como un juego voyeur mientras, cumpliendo con su trabajo, él controla que ninguna de ellas robe nada, que nada salga de lo predeterminado. Casi sin quererlo, se cruza en su cámara de vigilancia, Julia, y ya no habrá forma de que Jara la olvide, pero tampoco se animará a abordarla...

No le es suficiente seguirla con la cámara de seguridad. Quiere saber qué es de su vida. Y entonces comienza a inmiscuirse imperceptiblemente en su rutina diaria, en su cotidiano. Jara inicia un proceso de rituales alrededor de ella, de pequeñas "persecusiones", alentado por el deseo de conocerla, de cruzarse con ella. En definitiva: de que ella lo vea.

Película Uruguaya ganadora en Berlín, "Gigante" logra transmitir una historia pequeña pero potente.
Y el espectador no puede más que caer rendido ante la seducción de acompañar a Jara en este recorrido romántico. Porque ese Jara es a la vez grandulón, tímido, vigilante y patovica, tan contrapuesto con su candidez y con la fragilidad de su mundo.
Los pocos diálogos que tiene la película son sumamente tiernos, queribles, nos acercan a la manera de expresanos en nuestro cotidiano. Pero gana ampliamente en la fuerza de las imágenes, mientras participamos de los movimientos de los protagonistas, cuando el director nos abra de lleno la puerta para introducirnos en sus mundos, en sus vidas, en sus detalles.

Horacio Camandule es el Jara ideal, protagonista indiscutible, inmejorable. Un "gigante" todo corazón que cae rendido ante Julia y todo su "derrotero" hasta llegar a ella cerrará en un último plano en la playa lleno de sencillez, de poesía y de magia cinematográfica.

Una historia sencilla, pequeña. Una película GIGANTE.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Joaquin, entre la rubia y la morocha... que dilema!


"Los Amantes"
de James Gray
con Joaquin Phoenix, Gwyneth Paltrow y Vinessa Shaw

No hay absolutamente nada nuevo bajo el sol en "Dos Amantes" un film de triángulo amoroso, que James Gray supo conducir con mano bastante segura, pero no hay mucho más que eso. Gran sorpresa teniendo en cuenta que formó parte de la Competencia Oficial de Cannes (quééééeééé?).

Phoenix vive con sus padres en Brooklyn: primer situación absolutamente inconcebible que no resiste guión alguno. No sólo porque vive con sus padres, sino porque su madre (Isabella Rosellini) lo sigue tratando como un adolescente, metiéndose en sus cosas: solamente falta que le lleve el desayuno a la cama y lo bañe con esponja y patito de goma.

Saltando esto, que ya es bastante difícil de pasar por alto a nivel guión, el muchacho se debate entre la hija de una familia judía amiga de sus padres a quien le quieren presentar a toda costa y la vecinita de enfrente que lo tiene loco de amor.

Para ir matando el tiempo, se pone de novio con la chica de buena familia (más por un directo "avance" de ella que por su propia voluntad), pero no conforme con esto, no logra sacarse de su cabeza a Gwyneth Paltrow, su vecina, que lo vuelve loco, histeriqueo mediante.
Será primeramente su amigo, y ahí se enterará de las penurias de la rubia que sale con un hombre casado. Y como todo hombre casado -y como todo cliché de hombre casado-: la tiene penando a la pobrecita, prometiéndole que alguna vez dejará a su mujer para hacer una vida con ella.

Entre estas dos aguas, estos dos amores, le toca navegar a Joaquín Phoenix, quien lamentablemente, lo transmite desapasionadamente. Está tan conflictuado que no logra imprimirle a ninguna de las dos relaciones una fuerza que se transmita en la película. Algún que otro beso le imprime un poco de acción a una historia de amor completamente desangelada.

Sólo se rescatan algunos momentos interesantes a nivel de actuación (Gwyneth igual como actriz sigue siendo una rubia despampanante y nada más ni nada menos que eso...), una imágenes hermosas de Brooklyn y New York de noche y sobre todo, tiene dos escenas en la terraza del edificio donde Paltrow y Phoenix se encuentran furtivamente, que están particularmente bellas, muy por fuera de la mediocridad general del resto de la película.

Gran Ensalada "Woody".... y a veces funciona

"Whatever works" ("Si la cosa funciona")
de Woody Allen
con Larry David, E.Rachel Wood, Patricia Clarkson y Ed.Beagley Jr

Boris Yellnikoff (Larry David) es un profesor universitario de física cuántica retirado, neoyorquino y con un divorcio y un intento de suicidio a la espalda. Ahora somete a niños a los que le enseña a jugar ajedrez escupiéndoles crueles verdades si es que no sirven para eso.
Quiere el destino que Melodie (Evan Rachel Wood) se le cruce en su camino. Se acaba de escapar de casa y bajo la lluvia le pide que la deje pasar la noche en su sofá. Y quizás la cosa funcione...

"Whatever works", el último opus de Woody Allen, lamento decirlo, no tiene ni una pizca de la brillante "Match Point". Es más bien una enorme ensalada, con una excelente mixtura de todos los ingredientes que Woody ha usado en películas anteriores, lejos de la pátina de drama de su mejor cine, y muy cerca de la comedia que puede llegar a todos los públicos.

Tiene, igualmente, destellos de ironía y de un negrísimo sentido de la vida que vuelca absolutamente en el personaje de Larry David, su perfecto y genial alter ego, en boca de quien pone las mejores y más festejadas líneas del guión y se celebran sobre todo cuando habla a la cámara, en monólogos sumamente divertidos, buscando la complicidad de quien mira la película ("rompiendo" esa pared como ya lo hizo genialmente en "La Rosa Púrpura del Cairo").

Hay un toque de "Manhattan" (la estudiante que se enamora de un hombre mayor)y de "Anything Goes".
La madre de ella (excelente!! Patricia Clarkson) que es una nueva iluminada por el arte moderno, la fotografía y el ménage a trois, nos hace acordar los destellos de Diane Weist en "Disparos sobre Broadway".
Y sin dudarlo, el personaje de Melodie, le debe muchísimo al de Mira Sorvino en "Poderosa Afrodita": un poco hueca, un poco inexperta, un poco enamoradiza...

Tiene también sus reflexiones sobre la pareja al mejor estilo "Vicky Cristina Barcelona" o "Comedia Sexual de una noche de verano" y los monólogos de David muestran una vez más el recurso efectivísimo que Allen maneja al dedillo como lo hizo memorablemente en "Annie Hall".
Apuesta a lo seguro: amena, sencilla, poco pretenciosa y poco arriesgada estéticamente, y siempre Woody nos ilusiona con volver a regalarnos una enorme película.

Una pieza de cámara que bien podría ser una buena obra de teatro, una Patricia Clarkson deliciosa y un Larry David que no podría haber encontrado mejor papel son los puntos más altos de la película de este año del gran Woody.

Si la cosa funciona? Y, si, funciona bastante bien.