domingo, 31 de octubre de 2010

Medem y un vergonzoso porno soft en Roma

"Habitación en Roma"
de Julio Medem
con Elena Anaya, Natasha Yarovenko, Enrico Lo Verso y Najwa Nimri

Alba (Elena Anaya) es española y mantiene una relación con una mujer que tiene dos hijos.
Natasha (Natasha Yarovenko) es rusa y está a punto de casarse con su profesor de Renacimiento.
Las dos acaban de conocerse en Roma y una habitación de hotel va a ser el escenario de un encuentro particular plagado de erotismo. Serán slamente 12 horas juntas, repartidas entre una noche y el posterior amanecer: luego Alba deberá volver a España, y Natasha a Rusia, para su casamiento.

Julio Medem es un director español que ha mostrado una interesante de narrar, de contar una historia: esa forma elíptica y cautivante. Así lo había demostrado por ejemplo en "La ardilla roja" "´Lucía y el Sexo" y sobre todo en la interesantísima "Los amantes del Círculo Polar", un título ya casi clásico en su filmografía.
Pero ya en su última película "Caótica Ana” había empezado a demostrar que intentando explorar otras maneras de contar, no estaba logrando los mismos resultados de siempre.

Quizás sea por eso que acepta este "encargo" de firlmar una remake de la película chilena “En la cama”. Y aquí directamente se desconoce por completo la mano de Medem en la textura del relato.

Con mucho de copiado de los encuentros amorosos de "Antes del Amanecer", la estructura de la película no es más que describirnos este encuentro.
Y lo que en la película de Ethan Hawke y Julie Delpy era interesante por los diálogos y por la manera de vincularse de los personajes, en "Habitación en Roma" es sumamente aburrido porque a los pocos minutos las dos protagonistas ya se han sacado toda la ropa y lo que nos queda por ver son sencillamente sus juegos eróticos, gemidos, caricias, manoseos y fricciones que invitan más a una película porno soft de un canal de cable que a un producto del nivel de la filmografía que tiene/tenía un artista como Julio Medem.

Puede sumarse como puntos a favor, los trabajos de las protagonistas quienes entregan dos actuaciones interesantes y que son ellas casi exclusivamente de las que depende el film. Y, hay que decirlo, pasean sus desnudeces por la casi totalidad del film con dos cuerpos estéticamente bellísimos que Medem aprovecha al máximo.
Sin embargo, el marco del encuentro es sólo grandilocuente en gemidos y orgasmos escandalosos. El resto se desenvuelve en una atmósfera fría y esteticista. Medem está más preocupado en mostrarnos una habitación de hotel cargada de elementos de diseño, muy pendiente del color, la luz y la búsqueda de la postal estética para una película que tiene muy poco que contar, demasiado poco.



Entre un orgasmo y otro las protagonistas dialogan mínimamente (re)armando parte de sus historias para volver a rendirse a la pasión que ha surgido entre ellas, situación que a lo largo de la película se torna reiterativa.  Medem presupone que cambiándolas de posición o paséandolas de la cama a la ducha, se "airea" la historia, pero no hace mas que aburrir pasada la presentación inicial.

Dos buenos actores como Enrico Lo Verso y Najwa Nimri (casi excluyente en la filmografía de Medem) se pasean en el film con papeles totalmente descartables. Lo que en los años '80 en la calle Lavalle se hubiese dicho que era un típico film para "valijeros".

lunes, 25 de octubre de 2010

Historias Clandestinas

"Norma Arrostito: Gaby, la montonera"
de César D'Angiolillo
con Julieta Diaz


El Centro Cultural "Caras y Caretas" ha desarrollado el proyecto “Vidas Argentinas” de la cual este documental es la tercera entrega. En este caso, aborda la época de la militancia montonera, en la figura de una de las protagonistas quizás menos conocida en el cine, la de Norma Arrostito, la Gaby.

Norma Arrostito crece en una familia con un padre anarquista y su madre, católica. Al dejar a su pareja e iniciar una relación con Fernando Abal Medina abandona su militancia comunista para comenzar a militar en el peronismo, participando activamente de la agrupación Montoneros. Fue quizás la figura femenina más destacada dentro del movimiento y quizás fue más conocida en el medio por haber participado en el secuestro de Pedro Eugenio Aramburu.
Fue secuestrada finalmente por uno de los grupos de tareas y permaneció detenida en el centro clandestino que funcionaba en la ESMA junto con otros de sus compañeros, hasta su trágico desenlace.

El film de D'Angiolillo mezcla una pocas escenas de "reconstrucción" ficcionalizando los hechos, intercalándolos con los valiosos testimonios de quienes han sido compañeros de militancia, ex detenidos desaparecidos con testimonios francamente desgarradores. La reconstrucción de época se completa con los comentarios de historiadores y testimonios de familiares y de curas tercermundistas.
Es el retrato de una generación comprometida y con un fuerte sentido de la militancia durante la década del ’70, ilustrado además con los años previos a este movimiento para tratar de dar marco y comprensión a otras generaciones, de cómo fue gestándose la activa militancia contra el régimen militar imperante.

Es interesante repasar algunos hechos históricos previos como el Onganiato, el regreso de Perón y su conocido discurso en la plaza en donde algunas fracciones del Partido se retiraron más que ofendidas, el crecimiento de Montoneros, la muerte de Perón con la asunción a la presidencia de Isabel Martinez y el comienzo de la Dictadura.
La clandestinidad, los exilios, las detenciones, tantas veces abordados por otros documentales, se distinguen por su realismo y por la sencillez con que lo cuentan las voces de los propios protagonistas de los hechos, los compañeros de militancia que evocan a Norma-Gaby (Gaviota).
Los traslados que significaban la muerte, los vuelos nocturnos, las detenciones y el pase a la clandestinidad, las torturas (de las que sólo se habla tangencialmente) y las imágenes de archivo con diarios de la época, fotografías y el discurso del Padre Mugica dando el responso tras el asesinato de Abal Medina, pareja de Norma Arrostito, van complementando este fresco de época intensamente interesante.

 
Un documental más para mantener vivo un tiempo que no debemos olvidar, para que esta parte de nuestra historia permanezca en la memoria activa de cada uno de nosotros.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Rapiñando

"Carancho"

de Pablo Trapero
con Ricardo Darín, Martin Gusmán, Carlos Weber y elenco

No sorprende para nada que "Carancho" sintonice con el cine que Pablo Trapero quiere filmar. Mezcla de denuncia, de testimonial, de realidad social, de pintura típicamente argentina: un rasgo que comenzó a trazar en "Nacido y Criado" y que refuerza con "Leonera" y subraya con este nuevo estreno.

Habrá quienes encuentren en "Carancho" una historia fuerte, con una narración fluida, excelentemente contada. Habrá quienes piensen que tiene algunos lugares comunes, algunas concesiones y tramos previsibiles.
Pero seguramente, nadie pueda permanecer indiferente.

Ricardo Darín es Sosa, un abogado que hace un tiempo perdió su matrícula y ahora forma parte de una red que se ocupa de vincularse con víctimas de accidentes automovilísticos para lograr estafar tanto a las propias víctimas como a las aseguradoras.

Mientras Sosa hace su "trabajo", se cruza con Luján (Martina Gusmán), médica de un hospital del conurbano, en donde la cámara se mete de lleno a mostrarnos la realidad de estos lugares, donde entrada la noche, se convierten en tierra de nadie. Lugar propicio para que aparezcan los "caranchos" a hacer sus negocios, avalados por todo un sistema puesto a su disposición.

Sosa y Luján se buscan, se atraen e inevitablemente se encuentran. Dos seres necesitados de segundas oportunidades, intentando transitar juntos una especie de camino de redención. Coquetean, sin embargo, y permanentemente con el peligro, con lo prohibido, con atravesar los límites.

Y Trapero gana fuerza cuando narra en forma clara, directa y magnética esta historia de amor, mientras cada uno de los personajes visitan sus infiernos personales.

Básicamente está narrada con total honestidad y con una impiadosa dureza, que nos sumerge de lleno e inmediatamente en el universo de esta particular maffia suburbana, con reglas pero abolutamente carente de códigos. Logra momentos en que el agobio que transmiten los personajes se hace intolerable y trasunta la pantalla y quizás sean estos los valores por los cuales recientemente este estreno en DVD de este mes haya sido postulada para representar a la Argentina en los próximos premios Oscar.

La cámara es un ojo implacable, no omite detalles, nos cuenta absolutamente todo, nos interna en cada uno de los personajes y en sus acciones, en su intimidad, lo que hace que la historia sea interesante por más que contenga algunos guiños, algunas escenas ya vistas en otras películas.


Pablo Trapero cuenta con la posibilidad de mostrarnos una escena de sexo apasionado con la misma fuerza que un romántico primer encuentro en un típico café de estación de servicio. Con esa misma ductilidad nos arrastra a los aspectos más miserable de los personajes y las facetas más sórdidas de la historia.

Un elogiable trabajo de dirección que está acompañado por dos protagonistas magníficos como Ricardo Darín y Martin Gusmán componiendo dos criaturas sumamente complejas. Logran, sin embargo, sintetizar en una mirada, en un gesto, en una linea de diálogo corta, todo un universo de sensaciones.

Un estreno en DVD para no perderse, de lo mejor de la producción nacional de este año.