lunes, 21 de marzo de 2011

"Soul Kitchen"
de Fatih Akin
con Adam Bousdoukos, Mortz Bleibtreun, Birol Ünel y Anna Bederke

Hace algunos BAFICI, algunos cuántos para ser más exacto, en la proyección de "Im Juli" quedé cautivado por la manera de narrar de Fatih Akin, con una extraña mezcla de road movie, comedia romántica y cine social. Luego, ya más sumergido en el drama y el compromiso testimonial de lo que sucede en Europa en estos días, sobre todo en lo que tiene que ver con conflictos sociales provenientes de las olas inmigratorias, nos ha brindado dos joyas como fueron "Contra la Pared" y "Al otro lado" donde el público de Buenos Aires conoció y degustó su obra.


Con ritmo de comedia, sin dejar de lado los conflictos familiares, amores contrariados y discriminaciones étnicas, Akin nos presenta algunas historias que terminan confluyendo en el restaurant que Zinos (Adam Bousdoukos) maneja en Hamburgo. Nuestro protagonista conflictuado por el viaje de su novia a Shangai, la necesidad de sacar adelante su restaurant con un nuevo chef (que ha reclutado mientras lo ve renunciar en un restaurant top donde se desarrolla una cena familiar) y la libertad condicional de su hermano que requiere de una inserción laboral urgente. Todo esto adicionado con el encuentro casual con un compañero de secundaria, ahora devenido en broker de bienes raices, que hará todo lo imposible para comprarle el predio donde funciona su restaurant (la "Soul Kitchen" del título) y hacer un brillante negocio inmobiliario, situación a la que Zinos se resiste por más que el agente inmobiliario le juegue muy sucio.


Con todas estas líneas argumentales, Fatih Akin arma una comedia gastronómica muy entretenida, con mucho ritmo y una banda de sonido notable. Sabe darle espacio a algunas lineas argumentales más dramáticas sin caer con esto en ningún tipo de solemnidad ni abandonar el entretenimiento que propone la película, por lo que quizás haya que contemplar algunos rasgos de sus personajes que se ajustan más al ritmo de la comedia que al fresco tan realista con el que imprimió a los personajes de sus obras anteriores.

Lo acompaña en su tarea un elenco sin fisuras, los dos hermanos a cargo del ya nombrado Bousdoukos y de la estrella del cine alemán Moritz Bleibtreu (a quien vimos en "Munich" "El Experimento" pero será siempre recordado como el novio de "Corre, Lola, corre") y  Birol Ünel (asiduo colaborador de Akin quien ha trabajado también en "Im Juli" y "Contra la pared") como el chef recién llegado con su objetivo personal de darle un toque gourmet al restaurant de Ziros, por más que los clientes lo rechacen en un primer momento. 


Sencillamente liviana respecto de la otra filmografía del director, pero igualmente sólida en el manejo de las diferentes puntas narrativas de la historia y de la fluida manera de contar que maneja Akin a la perfección para cualquiera de los géneros que propone, "Soul Kitchen" fue ganadora del Premio Especial del Jurado en el Festival de Veneca de 2009 y se constituye como un excelente exponente del cine alemán actual, pocas veces disfrutable en Buenos Aires, por lo que el DVD es una forma de rescatar estas perlitas dentro del enorme torbellino de oferta cinematográfica.

Como enorme plus, hay una heterogénea banda de sonido que nos pasea por el mejor blues, jazz, música electrónica, funk y reggae en donde brillan entre otros: Quincy Jones, Curtis Mayfield, Louis Armstrong o Kool and the Gang.

martes, 15 de marzo de 2011

Diario de una pasión

"Yo soy el amor" ("I am love" / "Io sono l'amore")
de Luca Guadagnino
con Tilda Swinton - Flavio Parenti - Edoardo Gabbriellini y Marisa Berenson


A pesar de que la protagonista es Tilda Swinton, típica heroína que relacionamos rápidamente con películas de origen anglosajón, "Yo soy el amor" es un film del italiano Luca Guadagnino que ha recorrido una enorme cantidad de festivales y que ha obtenido numerosas nominaciones como mejor película extranjera -como por ejemplo en los Globo de Oro, en el British Independent Film Awards y en los BAFTA, entre otros-.
Ha sido también nominado a los Oscar por su exquisito diseño de vestuario y le ha dado a Tilda Swinton el premio a mejor actriz en el Festival Internacional de Dublin. Con todos esos lauros llega "Yo soy el amor" un retrato de la familia Recchi, una típica familia de la alta burguesía industrial de Milán pasando también por ciudades como Londres y San Remo para situar los diferentes capítulos de la historia.

En esto entorno de lujo se van moviendo los personajes de una familia que respira delicadeza en la superficie (con la preparación de una gran cena al estilo "La fiesta de Babette" descripta con delicada minuciosidad) pero que ya con el correr de las primeras escenas se comienzan a sentir ciertas pulsiones relacionadas con el dinero, el poder y el status familiar reinante, que detonarán más aún cuando el abuelo de la familia delegue en vida, el mando de la empresa a su hijo y al elegido de entre sus tres nietos.

Durante esa cena, punto de inflexión en la dinámica familiar, el elegido será Edoardo, centrando desde ahora las miradas en su persona, dando lugar a que sus hermanos, con menos presión familiar, queden libres para vivir sus propias vidas con total autonomía.
Lo que desequilibra nuevamente el frágil orden familiar será el reencuentro de este nuevo pilar de la familia con un amigo de su juventud, Antonio, que será sin saberlo, quien desencadene la tragedia interna en la familia.

Emma (Tilda Swinton) es la madre de los Recchi quien atraviesa un momento particular y logra escapar de la abulia matrimonial, de la falta de mirada como mujer y de la falta de tensión sexual en su pareja cuando vive un apasionado romance apasionado con Antonio, quien ingresa a la casa como cocinero de los banquetes familiares -algo similar a lo que sucedía con el personaje de Kristin Scott Thomas en "Partir" aquí no solamente siendo dos personajes antagónicos en clases sociales sino también con una diferencia de edad importante-.
Evidentemente es tal la necesidad de Emma que no hay ningún tipo de tabú en ella. Se siente libre al verse invadida por el amor y encuentra su lugar en la pasión y en la expresión de sus sentimientos, desatendiendo ciertas señales que va dejando en el camino que hacen que se precipite el drama familiar.

Quizás con una mirada que peca de demasiado clásica, penalizando la infidelidad de Emma con el desencadenante de la tragedia "Yo soy el amor" guarda un estilo narrativo que no se aparta demasiado de un melodrama clásico con todos los componentes del género.
Pero crece, sin embargo y al mismo tiempo, en otros terrenos: durante las primeras imágenes Guadagnino se toma todo el tiempo necesario para que mediante gestos, miradas, marcas, planos y detalles nos vayamos sintiendo parte de ese clan familiar, entender sus entramados, sus signos ocultos, sus costuras, que serán luego  importantes para ir entendiendo las pulsiones de cada uno de los personajes.

Pero sin duda lo más impactante que tiene "I am love / Io sono l'amore" es la exquisita puesta en escena, el vestuario, la escenografía, las postales que logra con su fotografía, los detalles en los que se detiene la cámara observadora de Guadagnino para ir corriendo el velo de ciertas cosas casi imperceptibles y lo hace con una cámara que tiene puntos de vista que sí se apartan de una mirada convencional.

Tilda Swinton logra otro trabajo de gran nivel con su Emma ambivalente entre la contención de sus hijos, permanecer fiel a ciertas formas y la desmesura con la que irrumpe el amor en su vida. El resto del elenco acompaña sin grandes estridencias y siempre apoyados en el lujo visual que recorre todo el relato con una especial participacion de Marisa Berenson (recordada por "Barry Lyndon" "Muerte en Venecia" o "Cazador Blanco, Corazon Negro").

Una historia simple, clásica, exquisitamente filmada lo que hace que por más que sea una historia de infidelidades que ya ha sido contada de muchas y reiteradas formas en el cine, logra resolverse de una manera interesante e impacta por el cuidado visual y la forma en que está filmada.

domingo, 6 de marzo de 2011

Atrapado CON salida

"Una historia divertida" ("It's a find of funny story")
de Anna Boden y Ryan Fleck
con Keir  Gilchrist, Emma Roberts y Zack Galifianakis


Tener dieciseis años no es fácil para nadie... la adolescencia es un pasaje sinceramente complicado. Nada parece sencillo en esos momentos: al menos no le es nada fácil a Craig (Keir Gilchrist) el protagonista de la deliciosa "It's a kind of funny story".

En una familia donde los padres han depositado muchas más expectativas en su hermana prodigio que en él y sin encontrar tampoco un punto de anclaje en el ámbito escolar, Craig es una especie de paria que no ha no tiene un lugar en el mundo y que vive atrapado de frustración en frustración. Y todos esos sentimientos fuertemente encontrados, en un momento tan particular como la adolescencia en donde cada fracaso tiene un impacto mucho mayor, hacen que Craig esté a punto de quebrarse.

La idea principal que sigue rondando en su cabeza es la de solucionar todo por medio del suicidio. Cuando se descubre capaz de llevarlo a cabo en cualquier momento, decide presentarse voluntariamente en un hospital para pedir ayuda psicológica inmediata.

Lo que Craig no sabe es que una vez pedida la admisión en psiquiatría, todo paciente debe permanecer internado por un plazo no menor a 5 días. Una vez que sea admitido en esa institución, el eje central del relato va a ser entonces las nuevas relaciones que el protagonista entable y su inserción en ese pequeño mundo con el resto de los internados.

Allí conocerá a una galería de los más pintoresca de personajes pero sobre todo entablará vínculos con Bobby (Zach Galifianakis) y una de las pacientes del ala de adolescentes que se encuentra internada en ese lugar, Noelle (Emma Roberts) con la que Cragi sentirá una atracción especial.

Ya se han escrito muchos guiones y es temática de muchos filmes el traspaso -a veces bastante complicado - de la adolescencia a la vida adulta, casi haciendo de la coming of age movie un subgénero.
Y uno de los grandes aciertos de "It's a kind of funny story" es la construir esta historia de pasaje, de transición, desde  la mirada de su protagonista. Esto le permite poder jugar con pensamientos ordenados, sentimientos, puntos de vista diferentes como también hilvanar sueños, idas y vueltas en la narración, contradicciones, subrayados y reiteraciones en lo que se quiere decir, lo que le da un toque personal y que descomprime el dramatismo con el que se pudiese haber abordado este tema.

Otro de los grandes logros es mirar a los personajes con una forma completamente compasiva, acompañándolos en su proceso y entendiendo el padecimiento de cada uno de ellos. Lo notable, es que con situaciones que podrían haber dado lugar a una película más dramática o con toques fuertes dentro de una internación (como por ejemplo el superclásico "Atrapado sin salida", la impresionante "Un angel en mi mesa" o "Inocencia interrumpida-Girl, Interrupted" con Angelina Jolie y Winona Ryder) los directores Anna Boden y Ryan Fleck resuelven muchas de las situaciones con un toque de humor negro, muy sutil pero que sobrevuela el espíritu de la película y hace que los protagonistas sean sumamente queribles.

Si bien el peso completo del protagonico es de Keir Gilchrist (conocido por su papel en la serie "United States of Tara" con Toni Colette) y es una elección acerdatísima del casting porque brinda un protagónico con todos los matices que su papel necesita,  la gran sorpresa la da Zach Galifianakis, con un rol completamente alejado de los habituales y exasperados delirantes como en "Qué pasó ayer?" o "Todo un parto".
Galifianakis acierta tanto en los momentos más divertidos que tiene su papel, como en los más conmovedores componiendo a un  padre luchando por salir de su internación para poder ver a su hija. Le saca provecho y se luce en un papel que le permite mostrar una arista más sensible y el vínculo que entabla con Craig sobrepasa la pantalla y se disfruta.


Con muchas dosis de humor, el video clip de "Under Pressure" un super clasico de Queen versionado por los pacientes del psiquiátrico  donde Craig se da el lujo de pensarse como una estrella de rock glam, los internos tocan las guitarras eléctricas como en un recital multitudinario y las enfermeras arman el coro de la banda con pelucas multicolores, es uno de los momentos más logrados del film.
Esa mezcla de humor, ironía, melancolía y diversión está permanente presente en la película y es justamente eso lo que se disfruta.
Una canción que habla, precisamente,  de la fuerte presión que quiebra nuestra mente, que nos pone en la calle, que parte a las familias en dos, y la solución que se plantea en esa misma canción para salir de ese espiral: dar amor.
De todo eso habla ya irónicamente desde su titulo "It's a kind of funny story - Una historia Divertida" y sale airosa, porque nos ha hecho volar, nos ha hecho reir, no ha hecho emocionar y por sobre todo, nos ha hecho pensar.