jueves, 20 de diciembre de 2012

Tocala de nuevo, Elvis

"El ultimo Elvis"
de Armando Bo
con John McInerny, Griselda Siciliani y  Margarita López






A poco de correr "El último Elvis" ya estamos sorprendidos.
Hay varios factores que se conjugan para que uno sienta que está disfrutando de un producto cinematográfico muy sólido, pero fundamentalmente lo que asombra es la contundencia y la claridad con las que el director Armando Bo, en éste, su primer film, despliega las imágenes.
Bastan unos pocos minutos para que uno sienta que es una Opera Prima en la que el director hilvana minuciosamente las diferentes escenas y que le encuentra a cada una de ellas un sentido directo para ir llevando al espectador al clima en el que quiere internarnos: ese ritmo de blues y melancolía pocas veces visto en el cine nacional.
 
Sin caer en los golpes bajos ni en los grandes discursos, Armando Bo -autor también del guión conjuntamente con Nicolás Giacobone- nos cuenta la historia de Carlos Gutiérrez, alguien que niega rotundamente su identidad y atraviesa su vida como si fuese Elvis.

Poco importan las horas que pasa como obrero de una fábrica, poco importa que su ex lo baje en todo momento a la realidad y que su vida personal se acerque cada vez más al vacío. El sigue siendo Elvis, pero justamente como señala el título es el último Elvis, ese del final: excedido de peso, sudoroso, malhumorado, quebrado por todos los costados.
Y Carlos hace rato dejó de ser Carlos, si es que alguna vez haya logrado serlo.
Carlos ES Elvis.

Y todo lo que hace en cada movimiento cotidiano de su vida -que se refleja en esas imágenes que lo transmiten todo con sólo ver su intimidad-, será en función de eso: dejó hace un buen rato de vivir su vida para comenzar a vivir la vida de un otro.
Como dice en algún fragmento del film "Dios quiso que tuviera su voz y yo no hice más que aceptarlo". Atravesando ésto como una especie de designio divino, como imbuido en un cierto misticismo de su referente, en un forma particular de Vía Crucis personal, Carlos irá recorriendo cada una de las estaciones de la vida de Elvis, tal como él las ha recorrido.
Come lo mismo, tiene una hija que también se llama Lisa Marie, parece anclado en los sesenta en su ropa, en su manera de andar, en su auto, no hay para el ningún programa de televisión más que ver sus recitales, sus entrevistas, sus películas, escuchar permanentemente y tararear sus canciones.  
Su admiración, su potencial para imitarlo se transforma en una especie de obsesión ciega que no se detiene por ningún otro suceso de su vida.


Aún cuando un accidente grave en su vida personal intenta cambiar el giro y su modo de vincularse con su hija y su ex mujer, nada hace que Carlos detenga su marcha y cada vez encuentre en la figura de Elvis y en cada detalle de la vida de Elvis uan especie de paradigma, único motivo para el cual seguir viviendo.

La película tiene muchos puntos meritorios. Como ya fuese dicho una dirección con un pulso seguro y que sabe lo que quiere contar. Por otro lado, un guión que corre en el mismo sentido, evitando obviedades, mostrando cada uno de los detalles y las particularidades para poder pintar con diferentes pinceladas muy pequeñas, todo el mundo de Carlos, el mundo de su Elvis.
La sinceridad de los diálogos, la honestidad de las situaciones, la franqueza y la seguridad con la que se abordan los diferentes temas que lateralmente examina el guión, son sin duda el mérito de una cuidada forma de narrar que han elegido los autores,  que se plasma además con un elenco ideal para contar esta historia.

John Mc lnerny es Carlos, pero fundamentalmente crece, se agiganta y respira cuando es Elvis.
Su actuación es impecable, y logra hacernos sentir la crisis de no poder escapar al designio de vivir otra vida que no es exactamente la suya. La imposibilidad de echar raíces en sus afectos y la necesidad de refugiarse en otro para vibrar con deseo y con pasión.
Carlos/Elvis vive de acuerdo a su pulsión, a su irrefrenable pasión y aunque en ciertos momentos sus decisiones bordeen el delirio y el desconcierto, no hacen más que mostrar claramente que nuestro protagonista aparece atrapado en ese otro que quiere ser y que le resulta sumamente difícil encontrar una salida.

Con muy pocas escenas pero con un personaje que resulta atractivo cada vez que aparece en pantalla, Griselda Siciliani compone a una Priscilla/Alejandra que hace lo que puede para seguir adelante con su hija (muy tierna composición de Margarita López, que va creciendo a lo largo del filme) a pesar de tener que lidiar con ese Elvis que ella misma lo marca como un gran error en su vida.

Intensa, llena de sutilezas y con una apoyatura técnica de primer nivel (excelente fotografía y una banda de sonido impecable llena de los grandes éxitos de El Rey -la versión de "Melodía desencadenada" en el Bingo realmente quedará como un icono del nuevo cine argentino, seguramente-) "El ültimo Elvis" ha sido película de apertura en el ultimo Festival de Cine Independiente de Buenos Aires, ha sido selección oficial en el Festival de Sundance y seguramente tiene una larga carrera por delante.

viernes, 30 de noviembre de 2012

La otra cara de una adicción

"SHAME - Sin reservas"
de Steve McQueen
con  Michael Fassbender, Carey Mulligan, James Badge DaleNicole Beharie

"Shame - sin reservas" viene precedida de una polvareda importante.
Pero es realmente lamentable que todo el murmullo previo sea por esa mirada tan "pacata" que tuvo principalmente en el público americano que hace que un desnudo masculino haya generado tanto exabrupto. Parece mentira que en los tiempos que corren, un desnudo frontal y un par de escenas "jugadas" hayan hecho que, incluso, una cadena de cines en nuestro país, haya preferido no exhibirla. Suena retrógrado, no?
 
Lamentablemente, si bien la propuesta es realmente arriesgada, clavar la mirada solamente en eso es porque no han visto mucho otro cine que SI es claramente mucho más explicito y haría que "Shame" termine pareciendo, incluso, un juego de niños (en el último BAFICI, sin ir más lejos filmes como "Q", "Clip", "Pets" "L'Apollonide" o mismo "Hamel" -que se la comparó como una versión femenina de "Shame"-  le explicarían a cualquier buen espectador lo que realmente son escenas explícitas y  osadas).
La propuesta no es arriesgada por lo que muestra sino por la profundidad con que aborda sin demasiados rodeos, un tema poco visitado en el cine y que logra tratarlo sin ningún tipo de discurso moralista.
 
Y justamente mucho del corrillo del Oscar, dice que la gran actuacion de Michael Fassbender quedó fuera de las nominaciones por haber sido un cine que no pudo exhibirse ampliamente en todos los circuitos.
Fassbender es Brandon Sullivan, un ejecutivo neoyorkino elegante, seductor, con un buen trabajo y una situación económica holgada.  
Pero su fachada se resquebraja cuando ya desde la primera escena, el director Steve Mc. Queen  nos permite entrever su compulsión por seducir, por abordar un encuentro sexual, por satisfacer sus impulsos. Lisa y llanamente Brandon es un adicto al sexo.
 
Obviamente que en ningún momento se habla de goce, de placer, de encuentro, de entrega. Al contrario, Brandon sufre el infierno personal que conlleva cualquier adicto.
 
Hay una pulsión, una fuerza inmanejable, un rayo que lo atraviesa y que lo lleva a buscar desesperadamente cualquier forma de descarga.
Y aún cuando hay señales (como sucede sobre todo en su ámbito laboral) de que esto lo está perjudicando y se está tornando incontrolable, Brando nada puede hacer más que dejarse llevar por esa fuerza, sin poder oponer demasiada resistencia...

Lo mismo puede darle no conocer prácticamente quien es su partenaire, masturbarse en cualquier rincón de la ciudad y en cualquier momento - incluido en sus horarios de trabajo-, a consumir pornografía via internet -su PC está tan infectada que su jefe le llama la atención cuando viene la gente de Sistemas a revisar la red-, establecer relaciones completamente ocasionales, contratar prostitutas o sentirse seducido a incorporarse a los juegos eróticos del cuarto oscuro de un club gay.

La interesante mirada de Steve Mc. Queen en éste, su segundo largometraje (el primero es "Hunger" no conocido en nuestro pais), hace que la historia no pase justamente por los lugares comunes ni por el interés de mostrar escenas subidas de tono (como mucha de aquellas en la que la prensa previa intenta detenerse) ni de bajar ningún tipo de discurso.
Mc. Queen se juega por mostrar mediante diferentes viñetas, situaciones, momentos pequeños de ese infierno personal de Brandon: la imposibilidad de conectarse con sus pasiones, con sus afectos, con su deseo interior. Su imposibildad de sentir.

Y si bien, hay como un "descenso a los infiernos" que se muestra en tantas películas relacionadas con el tema de las adicciones, el mundo de Brandon se resquebraja todavía más cuando aparece en escena, visitando su departamento neoyorkino, su hermana  Sissy (Carey Mulligan, de "An education- Enseñanza de vida", recientemente vista en  "Drive" y "Nunca me abandones").


Ya ingresados en la profundidad de la historia, Mc Queen retrata a esos dos hermanos que se atraen y se repelen casi con la misma intensidad. Dos almas que evidentemente necesitan refugiarse uno en el otro, pero no saben cómo.
Recortados de su historia familiar, poco sabemos de lo que haya pasado, pero nos queda claro que han atravesado momentos que los han lastimado, y mucho, y que hoy, adultos, todavía no pueden encontrar su lugar. Y que aún siendo ellos mismos, los que tienen la posibilidad de repararse el uno al otro y reconstruirse, no encuentran la forma posible de entenderse y de acompañarse.

Es increible que el mismo Fassbender que vimos algunas semanas atrás en "Un método peligroso" o el Magneto de "X-men" se meta en la piel de Brandon y logre componer con tanta fidelidad la fachada de seguridad y seducción que tiene su personaje en la faceta exterior -su mirada pública-, como internarse en las zonas más oscuras a las que el director accede con sólo mostrar algunos de sus actos privados. Sin poner una mirada censora o de prejuicio respecto de lo que el protagonista hace, sencillamente los retrata, y en eso radica su fuerza y su espontaneidad.

Es éste indudablemente el elemento fundamental de "Shame" : el hecho de que Mc Queen deje correr a sus criaturas sin sentenciarlas, sin someterlas a ningún juicio de valor, permitiéndoles ser, con todas sus contradicciones y con todas sus imposibilidades.


Fassbender y Mulligan se bridan completamente a ponerse la piel de sus personajes en dos composiciones avasallantes (además Mulligan tiene una escena donde hace un cover de "New York, New York" completamente antológico), llenas de matices y con una entrega absoluta.

Para ese momento, va a ser difícil no haber caido en la hipnótica cámara con la que Mc. Queen nos presenta la historia, habernos dejado llevar por un derrotero personal tan íntimo, y sufrir junto con los personajes. Y ahi es donde "Shame" crece y se agiganta, mucho más que en un simple desnudo o un encuentro sexual.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Tautou hace lo de siempre en "La Delicadeza"

"La delicadeza"
de Stéphane y David Foenkinos
con Audrey Tautou, François Damiens, Bruno Todeschini, Pio Marmaï, Mélanie Bernier y elenco

Cruzarse con una novela de David Foenkinos es dejarse arrastrar a un universo donde pueden conjugarse una historia de amor, una narrativa plena de humor -es dificil realmente escribir en tono de comedia y que el relato no pierda el interés ni decaiga en su nivel literario-, con una mirada realista, intensa y profunda al mundo de las relaciones personales y sobre todo, afinar la puntería en el complejo abordaje al tema de la pareja.
Tanto en las novelas  "Nos séparations" como en "La Délicatesse", Foenkinos traza una radiografía perfecta de cuarentones con problemas del corazón. Particularmente esta última, "La Delicadeza" ha sido multipremiada en todos los circuitos literarios -ganadora de diez premios- y debido a su notable éxito, seguramente habrá surgido la idea de trasladar esta historia a la pantalla grande. Es asi como el mismo autor se pone detras de las cámaras y junto con  su hermano Stéphane, afamado director de casting, se lanzan a la aventura de un debut compartido en el terreno de la dirección cinematográfica.

La historia es sumamente sencilla y está presentada con una hermosa introducción en la primer parte del film, en donde Nathalie (Audrey Tautou) y François (Pio Marmaï, a quien vimos recientemente en la notable "Un suceso feliz" Critica aquí) construyen una dulce y tierna historia de amor que se verá abruptamente interrumpida cuando el drama se precipite sobre ellos, cuando él muera en un accidente.

Nathalie transita incómodamente su viudez, este duelo completamente inesperado.
Pero aún cuando rechaza propuestas amorosas -por ejemplo la de su jefe- y se niegue a la posibilidad de recomponerse en ese plano, el amor vuelve a hacerse presente en su vida en la figura de un compañero de trabajo, Markus  (François Damiens, quien tiene una disparatada participación en la comedia "El rompecorazones") quien es el vivo retrato de un perdedor, un "looser" en el terreno sentimental.

La simpatía que despierta el film se construye a partir del encuentro de dos corazones solitarios, quienes inesperadamente se animan a darse una oportunidad, aún cuando desde afuera a todo el mundo le parece completamente imposible o impensado dado que claramente él no parece ser el hombre ideal para ella.
Si bien la narración no tiene la brillantez que tiene su original literario, dado que Foenkinos opta por un guión que recorre los caminos más convencionales del género, algunos momentos son contados con originalidad y el tono del film no pierde en ningún momento la simpatía con que intenta contarse la historia.
Pero lamentablemente una vez pasado el planteo inicial, el desarrollo de la historia no acierta al plantear un tono indefinido que tiene además una cierta morosidad que impide que se dé preponderancia y se desarrolle la veta de comedia que sólo aparece en algunas contadas ocasiones. Tampoco opta por el camino de la comedia romántica liviana, sino que al intentar huir de algunas convenciones, comienza a sumergirse en terreno pantanoso. Algunas idas y vueltas de los protagonistas que demoran la concreción de la historia de amor, lentifica el ritmo en perjuicio del interés del espectador y la historia solamente gana cuerpo en algunos momentos de voz en off (más literarios que cinematográficos) y sobre todo en la escena final donde realmente se rescata el espíritu original de la novela.

François Damiens dota de todo su potencial actoral a este Markus indeciso, tímido, inseguro, casi infantil al que se le presenta la oportunidad de enamorarse y se siente perdido en estas nuevas sensaciones alcanzando quizás a una mujer "demasiado ideal para él".

Del otro lado, Audrey Tautou pasea su lánguida figura, llena de mohines y del indiscutible sello "à la Amélie" -que quizás no logre sacarse de por vida-, sin encontrar la verdadera máscara que un personaje tan interesante y complejo como Nathalie, necesitaba.
Tautou en cambio, parece quedarse sólo en la superficie de su criatura, y hasta aparece como distante del sentimiento que debiera despertar esta heroína de Foenkinos descripta como una mujer que despierta pasiones amorosas y que además es exitosa y se desarrolla como una excelente profesional en su trabajo.

Aunque correcta, la química entre Damiens y Tautou no llega a impactar tan fuertemente como para que la historia de amor tenga la profundidad esperada para que uno logre meterse de lleno dentro de la película. La falta de empatía de Tautou con su personaje hace que toda la historia parezca narrada con un dejo de distancia, con un tono gélido e impostado y desde el exterior, cae nuevamente en sus conocidos fruncidos de labios y revoleos de ojos que ya confirmamos que Tautou usa para la mayoría de sus papeles.
Como compensación, los roles secundarios a cargo de Joséphine de Meaux (quien aparece en el estreno cinematográfico "Amigos Intocables" y que vimos en "Melanie, la fea"), Bruno Todeschini y el citado Pio Marmaï enriquecen y complementan a la pareja principal.

Lejos, muy lejos de la versión literaria, "La delicadeza" logra parcialmente contar una historia de amor que pretende estar por momentos alejada de las convenciones y en otro, aparece sumergida totalmente en ellas.
Con el paisaje de París de fondo y como marco para dos enamorados que han pasado los cuarenta, Foenkinos logra de todos modos un relato interesante aunque algo sinuoso y demorado, que es sinceramente auspicioso tratándose de su debut como director y que no pierde totalmente su espíritu liviano pero no ligero.

Y si, obvio! Con la Torre Eiffel iluminada, todo se hace más mágico...

lunes, 23 de julio de 2012

Regreso sin gloria

"Adultos Jovenes"
de Jason Reitman
con Charlize Theron, Patrick Wilson, Patton Oswald y Mary Beth Hurt


Jason Reitman ya se ha ganado un lugar dentro del cine independiente (?) americano. Desde su irrupción con la comercialmente exitosa "Juno" y luego con "Amor sin escalas" con George Clooney como protagonista, ha demostrado que sabe encontrar la mezcla exacta entre un cine que se aleja del sistema aunque no se distancia tanto como para que sus films sean sólo degustados por los publicos festivaleros.

Segunda unión con Diablo Cody, la misma guionista de "Juno" -ganadora del Oscar en su momento-, en este caso vuelve a internarse en un retrato tan preciso como devastador de Mavis Gray (en la piel de la siempre excelente Charlize Theron, camaleónica y mutante como pocas) quien decide con un tonta excusa volver a su pueblo de la adolescencia, Mercury, Minnesota, e intentar reencontrarse con alguna historia inconclusa que ha dejado por el camino.

Escritora de novelas para adultos jóvenes -quizas sean justamente los del título aunque el sentido de las palabras da para mucho más que eso-, tiene una fecha límite para entregar su nuevo trabajo y para darle un final a la serie que ella ha impulsado.
Más allá de enfrentar su bloqueo narrativo y el final de la serie de sus libros, Mavis decidirá emprender este viaje en donde volverá a revivir irremediablemente momentos de su adolescencia, reencontrando e intentando recuperar vínculos de su pasado, que -aunque no parezca y quizás ni siquiera ella pueda reconocerlo concientemente- siguen teniendo una presencia muy fuerte en su presente.

El disparador es una simple excusa, como suele suceder en casi todos los casos.
Un e-mail en donde se anuncia el nacimiento de la hija de un antiguo novio de su secundaria, Buddy (un exacto trabajo de Patrick Wilson, a quien vimos en roles tan discimiles como "Watchmen" "Un despertar glorioso" "Brigada A" o "Secretos Intimos" junto a Kate Winslet) es el punto de arranque para Mavis tome fuerzas y en el medio de su crisis, decida emprender el viaje. Ella cree que más allá de todo lo que haya pasado y que él tenga su familia formada, ellos están hechos el uno para el otro y por lo tanto no duda en pensar en un objetivo concreto: volver para recuperarlo.

Entre otros lazos que encontrará en ese regreso, se cruzará en un bar con Matt quien no solamente padece una discapacidad sino que también ha tenido que atravesar el hecho de asumir su condición de gay en un pueblo de esas características.
Y con el consabido esquema de "pueblo chico, infierno grande" la llegada de Mavis no pasará desapercibida y su presencia impulsará mayores inquietudes en la confusión general de Matt que en el reencuentro con Buddy, a quien en todo momento se lo nota muy poco entusiasmado y hasta con un cierto compromiso de volver a verla a Mavis pero sin ningún interés particular más que en ser cordial y hospitalario con un amor de la juventud en su visita al pueblo. 
Mavis intentará sin suerte desplegar un aire de éxito y superación a todo nivel y es allí cuando el guión de "Adultos Jóvenes" irá penetrando en el perfil más oscuro de Mavis hasta llegar a una escena clave, dolorosa y reveladora en donde una vez más Theron shockea al espectador con un momento completamente desgarrador y Diablo Cody vuelve a lucirse en su facilidad y espontaneidad para presentar un retrato desolador y preciso del derrumbe emocional que atraviesa su personaje -del que ya va dando claves más sutiles durante todo la primer parte de la película, al presentarla-.

Y su guión es impadoso con la protagonista y el registro de su padecimiento en su llegada al pueblo, en cada uno de sus reencuentros (amigos, viejo amor, padres) y en su imposibilidad de seguir avanzando en su trabajo es intenso, sobre todo cuando se percibe la fuerte necesidad de Mavis de seguir siendo aquella Mavis en vez de ésta Mavis que hoy es.

Reitman sabe dosificar perfectamente los vaivenes del drama sin caer en ningún dramatismo extremo sino bordeando el cinismo con que Mavis los percibe a todos rodeados de ese aire pueblerino para luego caer en su propio infierno personal del que se le dificulta la salida.

El elenco encabezado por Theron y Wilson es sumamente compacto y también Patton Oswald entrega una interesante composición en su confundido, atormentado y sobrepuesto Matt, siendo quizás el único con el que finalmente Mavis pueda develar su verdadera máscara.

Sabor amargo de un regreso sin gloria, de una historia pasada que sigue doliendo tanto como antes, retrato de un anclaje en un pasado del que la protagonista no logra despegarse, "Adultos Jóvenes" presenta con inteligencia y una fuerte dosis de realismo una pequeña parábola de una "hija pródiga" que vuelve a un lugar -y no solamente haciendo referencia a la ciudad natal o a un punto geográfico en particular sino más aún a su propio lugar interior- al que jamás debiese haber regresado.

miércoles, 4 de julio de 2012

Tan fuerte, tan cerca ... pero tannnn lejos de Foer

"Tan fuerte y  tan cerca"
de Stephen Darldry
con Tam Hanks, Sandra Bullock, Max Von Sydow, Viola Davis, Jeffrey Wright, Zoe Caldwell y Thomas Horn como Oscar Shell


Cuando hace algunos años cayó en mis manos la novela de Jonathan Safran Foer "Tan fuerte, tan cerca" sólo tenía la referencia de que se trataba del mismo autor de "Todo está iluminado" (que había tenido también su adaptación cinematográfica  de la mano de Liev Screiber en "Una vida iluminada" con Elijah Wood) y no mucho más que eso.

Lo que encontré, en ese momento, fue un texto totalmente rupturista, con una manera increíblemente creativa de contar una historia más allá de los valores literarios que uno pueda o no encontrarle. Una novela conteniendo fotos, páginas
en blanco, correcciones en rojo, tarjetas personales de presentación, dibujos, más fotos, tachones, borrones y otras fotos más.
Una novela que no solamente quería presentarse como una novela, sino que además se constituía -más allá de tocar algunos puntos sensibles de la reciente historía norteamericana- en una invitación a incorporarse como lector en la historia de una manera lúdica y que, por fuera de lo que se pretendía contar, habia un acento e interés especial en la forma de la propuesta y en los elementos que el autor ponía a disposición del lector al momento de desplegarla.

Oskar, el niño portagonista y narrador central de la historia,  es realmente un chico muy particular, cuya vida se ve alterada cuando pierde a su padre en en el atentado a las Torres Gemelas.
En algún sentido, tanto en la novela como en la versión cinematográfica se hace un especial hincapié en presentarlo a Oskar muy hermanado con el famoso protagonistas de la novela de Mark Haddon "El curioso incidente del perro a medianoche", un niño introvertido, verborrágico, con una delgada línea dentro o fuera del Aspergher y un mundo interior complejo y profundo.


Su mundo ya desequilibrado se  perturba más aún, cuando descubre, revolviendo entre las pertenencias de su padre, un sobre con una llave y la palabra 'Black', escrita en él. La posibilidad de decodificar ese mensaje oculto en la llave junto con ese nombre y ninguna otra referencia adicional, hace que Oskar inicie una búsqueda exhaustiva a partir de estos pocos datos, cruzándose con distintos personajes en su obsesión por encontrar al "Black" que pueda finalmente vincularse con su padre.

El guión de Eric Roth ( quien ha escrito "El curioso caso de Benjamin Button" "Munich" "El informante" o "Forest Gump" entre otros), lamentablemente no logra transmitir lo que Safran Foer propone en su libro.
Una propuesta y de por sí difícil, lograr extrapolar el componente lúdico de la novela que incita al lector al juego literario y a desplegar la propia imaginación sobre el texto, esa todo un desafío. Roth, en las antípodas del juego de Foer,  elige anclar en los fragmentos más melodramáticos de la idea, poniéndolos de relieve y navegando sobre aguas demasiado conocidas sin que exista una posibilidad de que el espectador pueda ir construyendo un rompecabezas propio.

Pese a que acompañamos gustosamente a nuestro pequeño héroe Oskar en su cruzada alocada y desesperada (gracias a una intensa y carismática actuación de Thomas Horn donde Daldry se luce una vez más en la dirección de actores infantiles como en "Billy Elliot" sabiendo lo dificil que a veces resulta, aún en los momentos donde el niño luce más sobresaltado), este guión tan empeñado en buscar la lágrima fácil y el tono sufrido de casi todos los personajes le resta fuerza a la propuesta que tenia la novela original en cuando a la exploración de Oskar en un universo complejo e impenetrable al que debe enfrentarse, intentando reconstruir una identidad.


El  cast de super estrellas de Hollywood para los padres de Oskar no fue una buena elección ya que no son papeles sumamente importantes dentro de la historia.
Sin embargo, Sandra Bullock como la mamá de Oskar que tiene una participación más importante que las breves apariciones de Tom Hanks, tampoco logra en ningún momento encontrar la cuerda precisa para esta historia. Con una pena exagerada y un tono monocorde a lo largo de toda la narración, tampoco suma a que la propuesta gane fuerza.
Y es Max Von Sydow quien encuentra un poco más el estilo que tenía que imponer para un personaje a la vez querible, sufrido y complejo dentro de la historia.
Con estos elementos, sin embargo, Daldry logra construir un film que obviamente daba para muchísimo más y para que se animara a alejarse de los convencionalismos y lograr un tono más personal e innovador dentro de su filmografía.
Pero adhiere nuevamente a las fórmulas que tanto resultado le han dado como la ya mencionada "Billy Elliot" "Las Horas" y "El Lector" todos ellos, films participantes de los premios de la Academia.
Daldry  filma con una mirada estilo y una estética propia y se nutre de rubros técnicos impecables pero en este caso particular no logra que "Tan fuerte y tan cerca" se encuentre a la altura de un gran film, como para competir dentro de las diez mejores del año.

Seguramente, alejada de la época de los premios, "Tan fuerte y tan cerca" podría haberse tomado como una historia interesante, bien contada aún  con una extensión que podría haberse reducido para que ganara fuerza y evitando algunas reiteraciones (el protagonista escucha muchísimas veces los mensajes que dejó su padre en el contestador automático, aparecen varias veces los encuentros con los diferentes Black a los que OSkar entrevista una vez que ya el espectador ha entendido de sobre el mensaje).
Pero quizás dentro del pelotón de las películas del Oscar, con una novela tan interesante como base, con un prestigioso director al mando de un elenco interesante, uno se acomodó en la butaca con demasiadas expectativas. Que no se llegan a cumplir del todo.

lunes, 14 de mayo de 2012

Cuando llegue la hora...

"La hora del crimen - La doppia ora"
de Giuseppe Capotondi
con Filippo Timi, Kseniya Rappoport, Antonia Truppo, Gaetano BrunoFausto Russo Alesi.


Excepto que vengan colmadas por el trayecto de innumerables festivales, no es fácil acceder a lo mejor del cine español, italiano, alemán o francés dentro de  la actualidad de la cartelera porteña. Sólo aparecen algunas películas que vienen apoyadas por figuras de primer nivel en su elenco o con grandes premios de todo tipo.

Es por eso que "La doppia ora" es un film atípico dentro de la cartelera y que vale la pena aprovechar y no perderse.
Como plus adicional, no es frecuente que el cine italiano al que accedemos, nos brinde un joyita de cine de género, en este caso suspenso -o como los norteamericanos denominaron en ese subgénero del thriller psicológico-, en una filmografía de la que habitualmente estamos más acostumbrados a consumir o drama o comedia.

Sonia (Kseniya Rappoport) es una inmigrante que trabaja como personal de limpieza en un importante hotel de la ciudad de Torino. En un servicio de "speed dating" de esos con breves presentaciones de pocos minutos pactadas con varias potenciales parejas en un mismo encuentro, conoce a Guido (Filippo Timi) -quien parece ser habitué del lugar de citas- y rápidamente parecen encontrarse el uno con el otro en una relación amorosa que ambos aparentemente estaban esperando desde hacía mucho tiempo.

Y quizás, casi sin esperarlo, la relación va creciendo y Guido, al poco tiempo,  intenta que Sonia conozca su mundo.
Emprenden un pequeño viaje a la casa de campo de la cual él es guardia de seguridad. Y ese mismo día, mientras intentan pasar una jornada apacible, serán víctimas de un robo que hará peligrar la vida de ambos.
Y a partir de allí, el film cambiará completamente su tono, su velocidad, su cadencia y comenzarán a aparecer diferentes dudas, enigmas, sobre todo intentando develar como espectador, la verdadera cara de cada uno de los personajes principales.

Por suerte, en el film de Capotondi, existen varias capas narrativas y lo que aparentemente sucede en la superficie no es lo que realmente verificaremos que estaba sucediendo. La trama esconde sutilmente un pequeño juego de cajas negras, ese típico juego del gato y del ratón y algunas vueltas de tuerca que en el momento preciso el director irá develando.


Al inicio, claramente parece una historia de dos cuarentones, corazones solitarios, tratando de encontrar el amor. Y a los pocos minutos, ya está planteado el intenso ritmo de thriller para pasar a los pocos minutos por un drama psicológico y volver al género del thriller en el momento menos pensado.

Como ya pasaba, por ejemplo, en "El cisne negro", sólo por citar un ejemplo, en este caso el director juega con universos oníricos, paralelos, que desdibujan la linea de lo real y lo imaginario, que facilitan el clima de suspenso y es justamente ése el valor agregado que le da Capotondi a la trama, dado que tiene un excelente manejo de los distintos climas que quiere lograr.

Pero sin dudas otro punto a favor es que cuenta con dos protagonistas brillantes, que tienen una excelente química en la pantalla y con dos composiciones al servicio del guión.

Ksenia Rappoport en el papel de Sonia, logra captar al espectador en todos sus estados de ánimos. Elegida mejor actriz en el festival de Venecia por este papel y ya consagrada por su papel en "La desconocida" de Guiseppe Tornatore, tiene un gran dominio en sus miradas y una expresividad que hace ganar en suspenso y en dramatismo a la trama.
Por su parte Filippo Timi es Guido (el actor de "Vincere" y de "Quando la notte" la nueva película de Cristina Commencini) y también logra transmitir lo que cada momento necesita para que el suspenso no decaiga y la historia no sólo sea muy bien narrada sino que además sea absolutamente creíble en todo momento.

No hay mucho más para decir, porque vale mucho más la pena ir descubriendo las subtramas a medida que se vayan presentando, lo que si cabe señalar es que es un ejercicio de cine de una gran calidad tanto a nivel actoral, como a nivel dirección y por sobre todo, un guión sólido e interesante.

lunes, 7 de mayo de 2012

Sabes quien me viene a cuidar ?

"Intocable"
de Eric ToledanoOlivier Nakache
con Francois Cluzet, Omar Sy, Anne Le Ny, Audrey Fleurot, Clotilde Mollet y Cyril Mendy


Siempre aparece una de esas películas, cada tanto, que nos sorprende más que gratamente.
Una película simple, sencilla, que no intenta más que contar una historia casi sin pretensiones, dándonos una bocanada de aire fresco que deja como una huella de afecto que dura aún por mucho rato después de verla. Me acuerdo por ejemplo de "Cinco días sin Nora" o "Gigante", con una historia pequeña pero potente o en otro órden de cosas la animada "Mary y Max", una delicia descubiertas casi por casualidad.

Ya desde el arranque en "Intocable" -del duo de directores Eric Toledano y Olivier Nakache, de una prolífica producción pero de los que no se ha estrenado nada en nuestro país-, nos están avisando que se trata de una historia verídica y hasta luego, tendremos el placer de conocer a los verdaderos personajes, ejes centrales de este relato.

La base de la historia se centra en Philippe -François Cluzet a quien vimos en "La Mentira" o en "No se lo digas a nadie"- que padece una enfermedad que lo ha dejado tetrapléjico y sólo es capaz de "movilizarse" del cuello para arriba.

Después de una intensa selección para designar a su próximo asistente, el millonario Philippe decide elegir inesperadamente a Driss (Omar Sy en una estupenda actuación, llena de energía) quien solamente tenía como intención que le diesen una constancia como que se había presentado a la entrevista y poder seguir cobrando, de esta forma, su seguro de desempleo.

Pero en ese mismo momento, Philippe le propone probar una relación laboral por sólo un mes y ese mes, jsutamente, pasará más rápido de lo que ambos esperaban y para cuando nos demos cuenta, ya estará instalada y más que cumplida la ley de toda buena comedia donde la pareja de caracteres completamente opuestos se atraen y es así como dos personas que parecían diametralmente opuestas se convertirán en compinches inseparables. O dependerá de las vueltas del destino...

El film de Toledano y Nakache se detiene intensamente en ir describiendo el crecimiento de esa relación, primeramente laboral y que después deviene en amistad, en vinculo filial casi como padre-hijo, en compinches, en camaradería, en un vínculo completamente diferente al esperado por ambos. El espíritu completamente descontracturado de Briss hace que Philippe quede cautivado por la alegría, por el buen humor, por las situaciones nuevas que la vida le presenta a través suyo y a llegar casi a olvidarse de su limitación física en algunos momentos.

Y si bien los directores no dejan de pasar revista a todos los puntos necesarios, conocidos y casi obvios de una receta que marque como se construye una buena comedia (que contenga momentos brillantes de humor, compensados con guiños de todo tipo en cada uno de los personajes secundarios y con una exacta dosis de momentos conmovedores) el éxito de la fórmula es que en ningún momento caen en la lágrima fácil o en el sentimentalismo. Dosifican las dosis de una manera tal que todo se aborda en su justa medida y uno como espectador se rinde ante la seducción de estos dos seres completamente fracturados, cada uno en lo suyo, sin que el relato caiga en ningún momento en la sensiblería sino que se posiciona desde el optimismo y desde la búsqueda de recomponer desde la diferencia.

Que tiene sus clichés, los tiene. Pero hay una seducción particular y una química completamente irresistible entre los dos protagonistas, ya desde el primer momento en que se encuentran, que se sostiene aún con algunos puntos demasiado convencionales y se disfruta de principio a fin.

Con un trabajo sumamente complejo porque solamente en su rostro están concentradas todas las gamas de emociones por las que pasa Philippe, Francois Cluzet logra divertir, conmover, mostrar un perfil más duro y exigente,  disfrutar de las ocurrencias que le propone su nuevo "secretario"... pasa por un increíble abanico de situaciones y a todas les pone un acertado matiz en cada momento.

Omar Sy arremete con una personalidad avasallante para componer a ese Briss con una situación familiar y personal sumamente complicada, con una vida no tan acomodada como la de Philippe,  pero con esa sabiduría de la calle y con un humor y un optimismo a flor de piel que contagia e invade la casa del millonario y que irradiará, por supuesto, en todo su personal de servicio (excelentes roles secundarios a cargo de Anne Le Ny y sobre todo una acertadísima y sorprendente Audrey Fleurot).
Absolutamente recomendable, "Intocable" se convierte en esos filmes que gustan a todos los públicos y que inesperadamente, aparecen entre la inmensa oferta que hay en todos los flancos, y se instalan con su simpleza y su lección de buen cine sin más elementos que una interesante historia para contar y un ojo sincero y fresco para retratarla.


Imperdible.



martes, 1 de mayo de 2012

Rosa de dos aromas

"Viudas"
de Marcos Carnevale
con Graciela Borges, Valeria Bertucelli, Rita Cortese y Martin Bossi



Elena (Graciela  Borges) es documentalista. En plena filmación de su última obra que versa sobre las mujeres y sobre el amor en el mundo femenino, recibe la noticia de que su marido ha sido internado a causa de un ataque  cardíaco. Su amiga y asistente en el rodaje, Esther (Rita Cortese) ha recibido un llamado anónimo diciendo lo que había pasado con Augusto.

La mujer que lo trajo al sanatorio está apenas vestida. Pronto sabrán que Adela (Valeria Bertuccelli) es amante de Augusto desde hace un poco más de cinco años. Por esas cosas casi caprichosas de cumplir las últimas voluntades de los seres queridos, Elena queda atada a Adela cuando Augusto le pide segundos antes de morir que cuide de ella.




De allí en más "Viudas" aborda la historia de estas dos mujeres fracturadas por la pérdida, cómo intentan abordar el proceso de recomposición de los daños cada una de ellas y por sobre todo, la presencia omnisciente de Augusto en cada una de sus vidas.

El amor, la diferencia de edad entre ellas (que genera situaciones sumamente irónicas cuando todas las personas las confunden como madre-hija o a Adela como la hija del fallecido), la traición, la necesidad de ir rearmando el rompecabezas de una nueva vida a partir de la pérdida de un ser querido son los temas que aborda el director Marcos Carnevale (dirtector de la brillante e inolvidable "Elsa & Fred", de "Anita" y "Noche de Ronda", de la divertidísima "Almejas y Mejillones" y de la fallida e impostada "Tocar el Cielo").



Sabe imprimir el timing exacto para que el drama no desborde, entrecortando siempre las tensiones con mucho humor en sus diálogos -el guión es coescrito con Bernarda Pagés- y dotando a sus criaturas con los elementos necesarios para poder atravesar esas situación tensas con mucho humor y poder reirse o sonreir
sobre lo que les pasa.

Carnevale se maneja perfectamente dentro de este terreno (hasta se da el gusto de aparecer en un cameo junto con el director de la anterior película de Graciela Borges -"Dos hermanos"-, Daniel Burman) y domina al cuarteto de actores sacando lo mejor de cada uno de ellos. 


Graciela Borges imprime su carisma en pantalla, su tono de voz tan característico que ya es como una marca registrada y seduce con una presencia fuerte y avasallante componiendo una vez más el que quizás es su papel más visitado (una señora de clase acomodada con un muy buen pasar). Su Elena es una mujer fuerte, independiente, que se ve completamente quebrada ante la noticia insospechada que su marido tenía un amor paralelo.

Por su parte, Valeria Bertucelli entrega una composición con momentos de muchísima ternura y con un registro completamente fresco y espontáneo en sus reacciones, en sus miedos, en sus inseguridades, en su manera de afrontar su futuro.

Como dos caras de una misma moneda, cada una de ellas ha amado a ese hombre a su manera, y están en un desamparo profundo que las hermana y aún cuando Elena trate de rechazar a su "rival", su desvalimiento la doblega y expone su parte más vulnerable.

Completan el cuarteto Rita Cortese en otra composición llena de ritmo de sitcom en sus respuestas con su perfil cascarrabias y  diálogos plagado de ironías y Martin Bossi, componiendo a la  mucama de Elena.



Martin Bossi encuentra el tono exacto para Justina, una travesti que presenta un desafío para su carrera, constituyéndose en un excelente debut cinematográfico. Las escenas de Bossi con Borges tienen una química innegable en la pantalla y son fragmentos realmente muy ricos en la descripción del vínculo quizás sin decir demasiadas palabras.

El producto funciona, por un guión que sólo quiere presentar situaciones sin caer en ningún tipo de dramatismo innecesario, sino por el contrario, coqueteando con pasos de comedia y una vez ganado el terreno, hace la diferencia al apoyarse en un elenco completamente sin fisuras con cuatro actuaciones formidables. Sobre el tramo final, una nueva vuelta de tuerca en el vínculo entre estas dos mujeres hará que la historia cierre con un tono esperanzador, volviendo sobre la posibilidad de rearmar la felicidad aún a partir de momentos dolorosos.

El tema central de la película a cargo de Vicentico es otro de los aciertos que da con el tono justo que requiere la trama.



miércoles, 4 de abril de 2012

Cuando me aprendo las respuestas, me cambian las preguntas

"Beginners - Asi se siente el amor"
de Mike Mills
con Ewan McGregor, Christopher Plummer, Mélanie LaurentGoran Visnjic

información web: focusfeatures.com/beginners



Hace unos años en el Festival de Cine de Mar del Plata, una película llamó la atención de más de un desprevenido. Era "Thumbsuker - Impulso adolescente", que obviamente por las carteleras porteñas pasó sin pena ni gloria.
Cinco años después el director Mike Mills se rodea de un elenco superestelar para una historia interesante y muy bien contada, "Beginners - Asi se siente el amor" y a pesar de que tiene todos los elementos para poder ser una pequeña perlita dentro de la cartelera, tampoco tuvo la suerte que merecía y no se pudo ver en la pantalla grande, quedando relegada al circuito del DVD. Una decisión completamente injusta pero a la que los azares de la distribución ya nos tiene acostumbrados.

Ewan Mc. Gregor es Oliver Fields, absoluto protagonista y voz cantante del relato que nos cuenta la historia de su vida, sus recuerdos infantiles, sus experiencias, sus vaivenes amorosos y sus vínculos familiares de una forma sumamente creativa, lo que hace que a los pocos minutos estemos ya completamente cautivados por un relato que si bien no tiene mayores sorpresas, arranca de una manera poco convencional.

Y este relato que nos habla de esa posibilidad de volver a empezar, de barajar y dar de nuevo, de que siempre quedamos como principiantes ante cada nuevo desafío,  tiene su columna vertebral en el amor.
Amor que Oliver siente por Anna  cuando esta actriz francesa irrumpe en su vida (y ella es Mélanie Laurent, de "Bastardos sin Gloria", que también ha incursionado en la dirección en la brillante "Les adoptés" que pudo verse en la semana Les Avants recientemente (Critica aquí) y también reconocida por la exitosa "El Concierto") para empezar a desequilibrarlo todo.
Amor que Oliver siente también por su padre recientemente fallecido de cáncer (un excelente Christopher Plummer, ganador del merecidísimo Oscar al mejor Actor de Reparto por este trabajo).
Y sobre estos dos niveles el relato se va dividiendo entre el presente y el vínculo que se entabla con este esbozo de pareja y el pasado que aparece en forma de constantes flash-backs (notoriamente la mejor parte de las dos entre las que está construida la narración).

Pero es tan fácil aceptar que el amor nos invade en casi todos los actos y hasta el más racional se termina enamorando de una mujer completamente impredecible y descontracturada?

Puede uno sostener el amor por una madre posesiva y con una férrea eduación religiosa, con una mirada que ha sesgado muchos momentos de nuestra infancia?

Puede uno seguir amando a su padre aún cuando él haya tomado decisiones que no sean fáciles de entender?

Hal, el padre de Oliver, al poco tiempo de morir su madre, decide confesarle que es gay y salir del closet de una vez por todas.
De esta forma Oliver empieza a reconstruir muy lentamente el rompecabezas de su infancia, del vínculo entre sus padres y de algunas cosas que no logro entender en su pasado, que ahora cobran una nueva dimensión con este nuevo y revelador detalle.

Ahora su padre milita activamente en el movimiento gay de su ciudad, no tiene absolutamente ningún problema en mostrarse públicamente con su novio -además notablemente menor que él, que ya supera los 70- y finalmente necesita aferrarse a sus amores al transitar su enfermedad, lo que producirá un cambio profundo en el vínculo padre-hijo, con sensaciones extrañas y econtradas, pero que implica un crecimiento y una mirada amorosa y sin ataduras, al mismo tiempo.

La completa libertad con la que Hal vive ahora su sexualidad redefine esta relación padre-hijo y la nutre con una inusitada sinceridad, una espontaneidad y una frescura que la torna muy singular. Y que irá marcando el presente de Oliver, tan diferente a sus estructuras del pasado.

El guión hace pié fuertamente en ese vínculo y en los diálogos entre ellos -eficaces, chispeantes, inteligentes, naturales- y cuenta para ésto con dos intérpretes de lujo que supieron encontrar la cuerda exacta para cada una de sus criaturas.
Tanto Mc Gregor (nuevamente en un rol que lo pone dentro de sus grandes trabajos como "El gran Pez", "El escritor oculto" o "El sueño de Cassandra") como Plummer están estupendos y se sacan chispas en las escenas que aparecen juntos en pantalla, sobre todo Plummer en un papel completamente diferente en su carrera y que pudiendo dar lugar a la exageración o a pasarse del límite, todo por el contrario, encuentra la forma de dotarlo sutileza y de acompañarlo con detalles que van cincelando el personaje.

Y Mike Mills sabe sacarles provecho a cada uno de los personajes creando una comedia dramática con una temática no tan usual y que aborda los lazos familiares y afectivos desde puntos de vista diferentes.

Una lástima que no se haya podido disfrutar en cines, pero al menos sería bueno que se animen a disfrutarlo en la tranquilidad de casa.

martes, 20 de marzo de 2012

Un hombre y una mujer

"Copia Certificada"
de Abbas Kiarostami
con Juliette Binoche y William Shimell

Si bien Abbas Kiarostami cambia el ritmo y las características de los personajes de sus acostumbrados relatos en suelo iraní ("El sabor de la cereza" "A Través de los olivos" "Donde está la casa de mi amigo?") no cabe la menor duda que su última creación "Copia Certificada - Copie Conforme" respira su cine, su talento y su inigualable manera de contar una historia.

Un crítico de arte inglés llamado (el cantante lírico William Shimell, en su debut en el cine) presenta su último libro en la Toscana italiana cuyo título es justamente el título del film -primer guiño que se plantea en la primer escena de la película-.
El tema fundamental del ensayo es dentro del mundo del arte, particularmente asomarse al mundo de las copias que emulan, superan, imitan, se comparan con sus originales.
Copias cautivantes que son casi tenidas en cuenta como verdaderas creaciones cuando en realidad son copia fiel de algún original que es el que verdaderamente tiene el mérito y rango de obra de arte.

Una mujer que asiste a la presentación de este libro (Juliette Binoche). Ella está interesada en el tema porque es galerista y justamente se gana la vida en el mercado de las copias certificadas.
Pero hay otros intereses secundarios (?) que hacen que los dos personajes inicien un viaje en el cual importa menos el viaje en si mismo, que los velos que se van corriendo a medida que esta pareja comience a interactuar. 


Un hermoso camino de cipreses nos remite a la marca registrada de los caminos con los que Kiarostami trazaba otrora sus viajes iniciáticos. Ésta y otras sutilezas y detalles en la puesta,  nos van encaminando a que acompañemos a estos dos personajes quienes debaten sobre el significado del arte y entablan una especie de juego de seducción, sin darnos cuenta que nos van envolviendo en un juego donde nos perderemos enteramente como en un laberinto de espejos. 
Una de las paradas del "via crucis" de esta pareja es un bar en un pueblito en donde paran a tomar un café, a comer algo. La mujer que atiende este pequeño lugar los "confunde" con un matrimonio.
Es a partir de este momento en donde tras este punto de quiebre, la historia comienza a replegarse y multiplicarse en sí misma como en un juego de cajas negras que se van abriendo al mismo tiempo que escondiendo información, datos que nos permiten o no, cerrar el rompecabezas.

Kiarostami nos confunde ex profeso, se burla de la linealidad de cualquier historia, ya no importa si esta pareja se está por formar, se formó hace quince años, si se va a disolver apenas terminen su recorrido o si tienen asuntos pendientes que tratar y los resolverán justamente en este momento donde somos testigos.

Y cuando tengamos la sensación de comenzar a tomar con alguna certeza las riendas de la historia, cuando la luminosa belleza de Juliette Binoche nos comparta a la cámara un dato que parece ubicarnos en un terreno seguro, nuevamente aparecerá otro que nos arrojará irremediablemente y una vez más al terreno de la incertidumbre.


Pareciera que Kiarostami quiere fusionar en esta pareja, otras parejas (matrimonios, parejas establecidas, parejas ancianas) y borrar cualquier intento de referencia para que Binoche y Shimell sean dos y sean muchos a la vez.

Cuenta indudablemente con un trabajo impresionantemente rico de Binoche, con una sensualidad a flor de piel, lleno de matices y visitando casi todos los registros. Como plus, es exquisita cuando habla francés, deliciosamente entonada en italiano y sobria cuando se expresa en inglés. No sólo hay una diversidad de idiomas conviviendo en Binoche sino también un abanico de emociones y una máscara dúctil capaz de transmitir cualquier expresión, con unos primeros planos de una cámara completamente enamorada de su protagonista.

Schimell la acompaña muy dignamente en su debut cinematográfico formando un sutil  pas de deux donde en un momento se seducen como en una primer aproximación y doblando a la esquina parecen tener un hijo en común, quizás no se conozcan o quizás estén buscando un lugar donde hace más de quince años se amaron por primer vez. Mientras ella habla en francés, él le contesta en inglés, o dialogan los dos en francés o dialogan los dos en inglés.


No hay lengua, historia, lazo, vínculo que nos haga definir a nuestros dos protagonistas. Pero sin embargo, esa falta de certezas es justamente lo que hace que la historia sea más interesante aún.
Con un dejo de el dueto de Linklater "Antes del amanecer"/"Antes del atardecer" la pareja guarda todo ese márgen de ambigüedad hasta que suenen las campanadas y como en un cuento de Cenicienta moderno quizás tengamos que salir del hechizo de esta historia de amor que es una y todas al mismo tiempo.