lunes, 14 de mayo de 2012

Cuando llegue la hora...

"La hora del crimen - La doppia ora"
de Giuseppe Capotondi
con Filippo Timi, Kseniya Rappoport, Antonia Truppo, Gaetano BrunoFausto Russo Alesi.


Excepto que vengan colmadas por el trayecto de innumerables festivales, no es fácil acceder a lo mejor del cine español, italiano, alemán o francés dentro de  la actualidad de la cartelera porteña. Sólo aparecen algunas películas que vienen apoyadas por figuras de primer nivel en su elenco o con grandes premios de todo tipo.

Es por eso que "La doppia ora" es un film atípico dentro de la cartelera y que vale la pena aprovechar y no perderse.
Como plus adicional, no es frecuente que el cine italiano al que accedemos, nos brinde un joyita de cine de género, en este caso suspenso -o como los norteamericanos denominaron en ese subgénero del thriller psicológico-, en una filmografía de la que habitualmente estamos más acostumbrados a consumir o drama o comedia.

Sonia (Kseniya Rappoport) es una inmigrante que trabaja como personal de limpieza en un importante hotel de la ciudad de Torino. En un servicio de "speed dating" de esos con breves presentaciones de pocos minutos pactadas con varias potenciales parejas en un mismo encuentro, conoce a Guido (Filippo Timi) -quien parece ser habitué del lugar de citas- y rápidamente parecen encontrarse el uno con el otro en una relación amorosa que ambos aparentemente estaban esperando desde hacía mucho tiempo.

Y quizás, casi sin esperarlo, la relación va creciendo y Guido, al poco tiempo,  intenta que Sonia conozca su mundo.
Emprenden un pequeño viaje a la casa de campo de la cual él es guardia de seguridad. Y ese mismo día, mientras intentan pasar una jornada apacible, serán víctimas de un robo que hará peligrar la vida de ambos.
Y a partir de allí, el film cambiará completamente su tono, su velocidad, su cadencia y comenzarán a aparecer diferentes dudas, enigmas, sobre todo intentando develar como espectador, la verdadera cara de cada uno de los personajes principales.

Por suerte, en el film de Capotondi, existen varias capas narrativas y lo que aparentemente sucede en la superficie no es lo que realmente verificaremos que estaba sucediendo. La trama esconde sutilmente un pequeño juego de cajas negras, ese típico juego del gato y del ratón y algunas vueltas de tuerca que en el momento preciso el director irá develando.


Al inicio, claramente parece una historia de dos cuarentones, corazones solitarios, tratando de encontrar el amor. Y a los pocos minutos, ya está planteado el intenso ritmo de thriller para pasar a los pocos minutos por un drama psicológico y volver al género del thriller en el momento menos pensado.

Como ya pasaba, por ejemplo, en "El cisne negro", sólo por citar un ejemplo, en este caso el director juega con universos oníricos, paralelos, que desdibujan la linea de lo real y lo imaginario, que facilitan el clima de suspenso y es justamente ése el valor agregado que le da Capotondi a la trama, dado que tiene un excelente manejo de los distintos climas que quiere lograr.

Pero sin dudas otro punto a favor es que cuenta con dos protagonistas brillantes, que tienen una excelente química en la pantalla y con dos composiciones al servicio del guión.

Ksenia Rappoport en el papel de Sonia, logra captar al espectador en todos sus estados de ánimos. Elegida mejor actriz en el festival de Venecia por este papel y ya consagrada por su papel en "La desconocida" de Guiseppe Tornatore, tiene un gran dominio en sus miradas y una expresividad que hace ganar en suspenso y en dramatismo a la trama.
Por su parte Filippo Timi es Guido (el actor de "Vincere" y de "Quando la notte" la nueva película de Cristina Commencini) y también logra transmitir lo que cada momento necesita para que el suspenso no decaiga y la historia no sólo sea muy bien narrada sino que además sea absolutamente creíble en todo momento.

No hay mucho más para decir, porque vale mucho más la pena ir descubriendo las subtramas a medida que se vayan presentando, lo que si cabe señalar es que es un ejercicio de cine de una gran calidad tanto a nivel actoral, como a nivel dirección y por sobre todo, un guión sólido e interesante.

lunes, 7 de mayo de 2012

Sabes quien me viene a cuidar ?

"Intocable"
de Eric ToledanoOlivier Nakache
con Francois Cluzet, Omar Sy, Anne Le Ny, Audrey Fleurot, Clotilde Mollet y Cyril Mendy


Siempre aparece una de esas películas, cada tanto, que nos sorprende más que gratamente.
Una película simple, sencilla, que no intenta más que contar una historia casi sin pretensiones, dándonos una bocanada de aire fresco que deja como una huella de afecto que dura aún por mucho rato después de verla. Me acuerdo por ejemplo de "Cinco días sin Nora" o "Gigante", con una historia pequeña pero potente o en otro órden de cosas la animada "Mary y Max", una delicia descubiertas casi por casualidad.

Ya desde el arranque en "Intocable" -del duo de directores Eric Toledano y Olivier Nakache, de una prolífica producción pero de los que no se ha estrenado nada en nuestro país-, nos están avisando que se trata de una historia verídica y hasta luego, tendremos el placer de conocer a los verdaderos personajes, ejes centrales de este relato.

La base de la historia se centra en Philippe -François Cluzet a quien vimos en "La Mentira" o en "No se lo digas a nadie"- que padece una enfermedad que lo ha dejado tetrapléjico y sólo es capaz de "movilizarse" del cuello para arriba.

Después de una intensa selección para designar a su próximo asistente, el millonario Philippe decide elegir inesperadamente a Driss (Omar Sy en una estupenda actuación, llena de energía) quien solamente tenía como intención que le diesen una constancia como que se había presentado a la entrevista y poder seguir cobrando, de esta forma, su seguro de desempleo.

Pero en ese mismo momento, Philippe le propone probar una relación laboral por sólo un mes y ese mes, jsutamente, pasará más rápido de lo que ambos esperaban y para cuando nos demos cuenta, ya estará instalada y más que cumplida la ley de toda buena comedia donde la pareja de caracteres completamente opuestos se atraen y es así como dos personas que parecían diametralmente opuestas se convertirán en compinches inseparables. O dependerá de las vueltas del destino...

El film de Toledano y Nakache se detiene intensamente en ir describiendo el crecimiento de esa relación, primeramente laboral y que después deviene en amistad, en vinculo filial casi como padre-hijo, en compinches, en camaradería, en un vínculo completamente diferente al esperado por ambos. El espíritu completamente descontracturado de Briss hace que Philippe quede cautivado por la alegría, por el buen humor, por las situaciones nuevas que la vida le presenta a través suyo y a llegar casi a olvidarse de su limitación física en algunos momentos.

Y si bien los directores no dejan de pasar revista a todos los puntos necesarios, conocidos y casi obvios de una receta que marque como se construye una buena comedia (que contenga momentos brillantes de humor, compensados con guiños de todo tipo en cada uno de los personajes secundarios y con una exacta dosis de momentos conmovedores) el éxito de la fórmula es que en ningún momento caen en la lágrima fácil o en el sentimentalismo. Dosifican las dosis de una manera tal que todo se aborda en su justa medida y uno como espectador se rinde ante la seducción de estos dos seres completamente fracturados, cada uno en lo suyo, sin que el relato caiga en ningún momento en la sensiblería sino que se posiciona desde el optimismo y desde la búsqueda de recomponer desde la diferencia.

Que tiene sus clichés, los tiene. Pero hay una seducción particular y una química completamente irresistible entre los dos protagonistas, ya desde el primer momento en que se encuentran, que se sostiene aún con algunos puntos demasiado convencionales y se disfruta de principio a fin.

Con un trabajo sumamente complejo porque solamente en su rostro están concentradas todas las gamas de emociones por las que pasa Philippe, Francois Cluzet logra divertir, conmover, mostrar un perfil más duro y exigente,  disfrutar de las ocurrencias que le propone su nuevo "secretario"... pasa por un increíble abanico de situaciones y a todas les pone un acertado matiz en cada momento.

Omar Sy arremete con una personalidad avasallante para componer a ese Briss con una situación familiar y personal sumamente complicada, con una vida no tan acomodada como la de Philippe,  pero con esa sabiduría de la calle y con un humor y un optimismo a flor de piel que contagia e invade la casa del millonario y que irradiará, por supuesto, en todo su personal de servicio (excelentes roles secundarios a cargo de Anne Le Ny y sobre todo una acertadísima y sorprendente Audrey Fleurot).
Absolutamente recomendable, "Intocable" se convierte en esos filmes que gustan a todos los públicos y que inesperadamente, aparecen entre la inmensa oferta que hay en todos los flancos, y se instalan con su simpleza y su lección de buen cine sin más elementos que una interesante historia para contar y un ojo sincero y fresco para retratarla.


Imperdible.



martes, 1 de mayo de 2012

Rosa de dos aromas

"Viudas"
de Marcos Carnevale
con Graciela Borges, Valeria Bertucelli, Rita Cortese y Martin Bossi



Elena (Graciela  Borges) es documentalista. En plena filmación de su última obra que versa sobre las mujeres y sobre el amor en el mundo femenino, recibe la noticia de que su marido ha sido internado a causa de un ataque  cardíaco. Su amiga y asistente en el rodaje, Esther (Rita Cortese) ha recibido un llamado anónimo diciendo lo que había pasado con Augusto.

La mujer que lo trajo al sanatorio está apenas vestida. Pronto sabrán que Adela (Valeria Bertuccelli) es amante de Augusto desde hace un poco más de cinco años. Por esas cosas casi caprichosas de cumplir las últimas voluntades de los seres queridos, Elena queda atada a Adela cuando Augusto le pide segundos antes de morir que cuide de ella.




De allí en más "Viudas" aborda la historia de estas dos mujeres fracturadas por la pérdida, cómo intentan abordar el proceso de recomposición de los daños cada una de ellas y por sobre todo, la presencia omnisciente de Augusto en cada una de sus vidas.

El amor, la diferencia de edad entre ellas (que genera situaciones sumamente irónicas cuando todas las personas las confunden como madre-hija o a Adela como la hija del fallecido), la traición, la necesidad de ir rearmando el rompecabezas de una nueva vida a partir de la pérdida de un ser querido son los temas que aborda el director Marcos Carnevale (dirtector de la brillante e inolvidable "Elsa & Fred", de "Anita" y "Noche de Ronda", de la divertidísima "Almejas y Mejillones" y de la fallida e impostada "Tocar el Cielo").



Sabe imprimir el timing exacto para que el drama no desborde, entrecortando siempre las tensiones con mucho humor en sus diálogos -el guión es coescrito con Bernarda Pagés- y dotando a sus criaturas con los elementos necesarios para poder atravesar esas situación tensas con mucho humor y poder reirse o sonreir
sobre lo que les pasa.

Carnevale se maneja perfectamente dentro de este terreno (hasta se da el gusto de aparecer en un cameo junto con el director de la anterior película de Graciela Borges -"Dos hermanos"-, Daniel Burman) y domina al cuarteto de actores sacando lo mejor de cada uno de ellos. 


Graciela Borges imprime su carisma en pantalla, su tono de voz tan característico que ya es como una marca registrada y seduce con una presencia fuerte y avasallante componiendo una vez más el que quizás es su papel más visitado (una señora de clase acomodada con un muy buen pasar). Su Elena es una mujer fuerte, independiente, que se ve completamente quebrada ante la noticia insospechada que su marido tenía un amor paralelo.

Por su parte, Valeria Bertucelli entrega una composición con momentos de muchísima ternura y con un registro completamente fresco y espontáneo en sus reacciones, en sus miedos, en sus inseguridades, en su manera de afrontar su futuro.

Como dos caras de una misma moneda, cada una de ellas ha amado a ese hombre a su manera, y están en un desamparo profundo que las hermana y aún cuando Elena trate de rechazar a su "rival", su desvalimiento la doblega y expone su parte más vulnerable.

Completan el cuarteto Rita Cortese en otra composición llena de ritmo de sitcom en sus respuestas con su perfil cascarrabias y  diálogos plagado de ironías y Martin Bossi, componiendo a la  mucama de Elena.



Martin Bossi encuentra el tono exacto para Justina, una travesti que presenta un desafío para su carrera, constituyéndose en un excelente debut cinematográfico. Las escenas de Bossi con Borges tienen una química innegable en la pantalla y son fragmentos realmente muy ricos en la descripción del vínculo quizás sin decir demasiadas palabras.

El producto funciona, por un guión que sólo quiere presentar situaciones sin caer en ningún tipo de dramatismo innecesario, sino por el contrario, coqueteando con pasos de comedia y una vez ganado el terreno, hace la diferencia al apoyarse en un elenco completamente sin fisuras con cuatro actuaciones formidables. Sobre el tramo final, una nueva vuelta de tuerca en el vínculo entre estas dos mujeres hará que la historia cierre con un tono esperanzador, volviendo sobre la posibilidad de rearmar la felicidad aún a partir de momentos dolorosos.

El tema central de la película a cargo de Vicentico es otro de los aciertos que da con el tono justo que requiere la trama.