martes, 22 de junio de 2010

Como hacerse el transgresor y morir en el intento

"I love you Phillip Morris"
de Glenn Ficarra & John Requa
con Jim Carrey, Ewan McGregor, Leslie Mann y Nicholas Alexander



 
Steven Russell (Jim Carrey) es un estafador que se hace pasar por abogado. En apariencia, un buen padre de familia, termina finalmente en prisión, donde se enamora de su compañero de celda, Phillip Morris (Ewan McGregor) mientras cumple su condena. Cuando Morris sea liberado, Russell se convertirá en un especialista de las fugas con tal de reencontrase con él y lo volverá a involucrar en sus asuntos.

Con una presentación interesante con el personaje principal contándonos la historia desde la cama de un hospital, como si fuese un largo flashback, dan ganas de irse enterando cómo es que llego hasta allí. Pero la propuesta inicial no termina de definirse entre la comedia, la película basada en hechos reales o una irónica mirada al mundo de las apariencias, mientras que avanza en su endeble trama.

Los problemas del guión atentan contra la posibilidad de irse metiendo en la historia y participar de las desventuras del personaje de Carrey, quien -como otro punto en contra- da rienda suelta nuevamente a su show de morisquetas molestas de las que no puede despegarse como había logrado hacer en "Truman Show" y "Man in the moon".

El que gana con un papel diferente al que lo vemos frecuentemente, es Ewan Mc. Gregor quien logra sostener una actuación interesante en medio de la catarata de gestualidad de su compañero y sale completamente airoso y creíble en su composición. Sin embargo, un guión que no termina de definirse ni de interesar en ningún momento, los deja tanto a uno como a otro completamente fuera de registro porque no logra de definir en ningún momento cuál de todas las subtramas es la que los directores nos quieren contar.

Se sabe que en Estados Unidos despertó polémica por la temática gay que intenta abordar, pero nada de lo que se cuenta en "I love you Phillip Morris" puede ser tomado en serio ni es tan novedoso ni es tan transgresor.
El humor que atraviesa la película es casi inexistente -sólo está presente en unas pocas escenas- y realmente el hecho de que la pareja central sea gay no aporta demasiado al interés de la historia (ni estamos en ocasión ya, de horrorizarnos por nada). Aunque no sólo el público americano suele horrorizarse de cualquier pavada, sino que además supuestamente esta pseudo-polémica habrá rendido sus frutos como campaña publicitaria para que algún que otro curioso, se asome a esta comedia mediocre sin demasiado vuelo que de otra forma, sin polémicas de por medio, hubiese interesado aún menos al común denominador del público.

Hay algunos giros del guión que pueden resultar amenos en el devenir de la historia y logra ganar un poco más de vuelo en algunos frashbacks donde el protagonista cuenta algunos fragmentos de su historia personal, sobre todo, en los momentos en que cuenta su niñez.
El resto del film transcurre sin grandes sobresaltos y como toda pelicula basada en hechos reales que se precie de tal, en el final nos irán contando en qué terminó la historia de cada uno de ellos mediante algunas lineas sobreimpresas a las imágenes finales del film. A esta altura, la explicación de lo ocurrido, es más una manera de cierre de una película que perdió el rumbo que de satisfacer un interés concreto para el espectador de qué fue de la vida de cada uno de ellos.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Están los dos muy bien.
Sobre todo Ewan McGregor, que lograr saltar de un personaje a otro, mutar y adaptarse, con tanta docilidad, que es admirable.

Simpática.

Marcelo Cafferata dijo...

Si, evidentemente si los ves en cine en "El escritor oculto"y despues lo ves aca y bailando con Kidman en "Moulin Rouge" o en una de Woody Allen, evidentemente Ewan Mc.Gregor logró hacerse un lugar con personajes completamente diferentes entre si.
Para ver en DVD alcanza, pero a veces una buena actuacion no completa la peli.