viernes, 2 de julio de 2010

Infancia à la Nicolas

"Le petit Nicolas"
basada en la obra de René Goscinny y Jean-Jacques Sempé
de Laurent Tirard
con Kad Merad, Valerie Lemercier y Sandrine Kimberlain 

Para quienes no lo conocen, "El pequeño Nicolás" es una de las series de novelas ilustradas más populares de toda Francia, creada por René Goscinny, a la altura del reconocimiento de "Lucky Luke" y "Asterix y Obélix" que ya fueron oportunamente llevadas a la pantalla grande.
En ese caso los relatos de Goscinny, magistralmente ilustrados por Sempé en sus ediciones gráficas, pasan a la pantalla grande de la mano del realizador Laurent Tirard ("Molière") quien asume el riesgo de trasladar esta historia y lo logra con un aire fresco y entretenido, apuntándose a su favor algunos aciertos pero también cosechando algunas objeciones.

Claramente la idea principal es seguir a Nicolás en sus desventuras dentro de una familia tipo de los años '50 y su mirada a la escuela primaria y sus amigos de curso.
Aunque esta infancia no tenga tantos puntos de contacto con los niños de hoy en día, la vigencia de la mirada infantil con cierta candidez y porqué no con un poco de nostalgia sobre los tiempos que no volverán, resulta interesante y atractiva, sobre todo cuando apuntala el relato en esa mirada infantil llena de frescura.

La anécdota es sumamente sencilla: Nicolás si bien vive feliz y querido en su hogar con sus padres, al escuchar una conversación entiende que su madre está esperando un hermanito y habiendo tenido un compañero de colegio que está pasando por una circunstancia similar, imagina que rápidamente él quedará de lado y que este nuevo integrante de la familia acaparará la atención de sus padres por lo que probablemente él ya no sea tan amado y deseado como lo era hasta ahora.

Esta historia es apenas más importante, actuando como hilván de muchas otras pequeñas anécdotas que a manera de viñetas se van conjugando para presentarnos un fresco de la vida de Nicolás en familia, con sus vecinos, su barrio  y fundamentalemente con sus amigos y en su escuela primaria.

Cuando presenta las situaciones escolares, la película de Tirard levanta vuelo gracias a que cada uno de los personajes arquetípicos del mundo escolar de Nicolás están pintados a la perfección: el alumno "traga", el gordito de la clase, el que tuvo el hermanito, el aventurero, el niño rico con aires de superioridad y el que vive en las nubes.
La maestra (con una deliciosa actuación de Sandrine Kimberlain), el director, el celador, la suplente (uno de los momentos más logrados), el Inspector Escolar, todos personajes ligados entrañablemente al imaginario colectivo a los que el guión y el desarrollo de la historia le saben sacar el mayor provecho.

En familia, lo apuntalan dos comediantes brillantes como Kad Merad -el padre- ("Bienvenidos al pais de la locura" "La cancion de Paris" "Mis estrellas y yo") y la madre es Valérie Lemercier (a quien vimos junto con Daniel Auteuil en "El invitado"). Sin embargo, hay algunas escenas donde justamente los padres no parecen encontrar el tono justo para jugarlas y Maxime Godard como Nicolás nos deja con ganas de un niño más pícaro -como uno imaginaba ese dibujito de Sempé- más "vivaracho" y "sabandija".

De todas formas, la excelencia con la que conduce el elenco infantil y el tono general de la película con una mirada pura y divertida a las vivencias de este grupo de chicos dentro de una infancia en la que había juegos callejeros, reuniones en el baldío del barrio y la posibilidad de travesuras con los amigos del cole; contagia una sonrisa fresca y entretiene con una comedia blanca como hace mucho tiempo que el cine no nos regala, en estos tiempos donde muchas veces hacer reir depende de la grosería y del humor escatológico.

Bienvenido entonces, Nicolas!, un soplo fresco para recordar con nostalgia y alegría una infancia como las de antes.

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