miércoles, 25 de enero de 2012

Una soltera menos

"Damas en guerra"
de Paul Feig
con Kristen Wiig, Maya Rudolph, Rose Byrne,  Elaine Kao, Wendi Mc Lendon-Covey, MElissa Mc. Carthy, Chris O'Dowd y la participación de Jill Clayburgh


Todos entendemos que hay una nueva búsqueda, una nueva corriente, dentro de la comedia americana actual y ya existen algunos nuevos referentes dentro del género.

Judd Apatow es claramente uno de los mentores en la necesidad y el encuentro de un nuevo estilo de comedia, trabajando con algunos apuntes interesantes y con temáticas poco visitadas en el cine. Es así como surgió con trabajos interesantes como  "Virgen a los 40" que le dio el espaldarazo definitivo en la pantalla grande a Steve Carell, "Ligeramente Embarazada" con un muy buen timing para desarrollar ese tema desde un punto de vista completamente diferente con Seth Rogen y Katherine Heigl y exploró con muy buen tino, al universo adolescente de "Superbad".
Ahora ya no como director sino como productor, aparece como mentor de "Damas en Guerra / Bridesmaids" otra comedia perteneciente a esta nueva ola.

Quizás planteada desde el punto de vista opuesto a la taquillera y también muy bien vista por la crítica "Qué paso ayer? / The hangover", en este caso serán las mujeres las que tomen el poder y protagonicen el relato.
El centro de la historia es Annie (Kristen Wiig,comediante superestrella del Saturday Night Live) en cuya vida comienzan a aparecer nuevos replanteos y cambios cuando se entere que su mejor amiga Lillian (Maya Rudolph de "Son como niños" y la inédita "Away we go" de Sam Mendes) le informa que dejará de pertenecer al bando de las solteras: se casa y por lo tanto arrancarán los preparativos de la boda, con todo lo que ello implique.

Annie formará parte del equipo de las damas de honor - las Bridesmaids del título original- acompañada por Rose Byrne, Melissa McCarthy -nominada finalmente al Oscar de este año como mejor actriz de reparto y protagonista de la serie "Mike & Molly"-, Wendi McLendon-Covey y Ellie Kemper, un grupo que se aprovecha de la heterogeneidad para contar diversas historias y diferentes puntos de vista.

Si bien la mayoría de los chistes están puestos en los preparativos del casamiento, despedida de solteras, rivalidades entre amigas y algunos otros apuntes de color, el guión gana en ingenio cuando se enfoca más puntualmente a la incapacidad de Annie por sostener sus proyectos propios cualquier sea, desde un proyecto laboral que no pudo ser y no se anima a reflotar hasta poder encontrar una pareja a la altura de sus deseos -en este punto, la radiografía que hace el guión sobre la dificultad de encontrar a la "media naranja" sin caer en el conformismo o en la mediocridad, tiene momentos inteligentes y divertidos- y muchos de los mejores momentos son jugados con Nathan (Chris O'Dowd), el policía que quisiera tener una historia con ella.



¿Pero qué es lo peor que le puede pasar a una comedia? Estirar situaciones y terminar aburriendo.
Y eso es lo que pasa por momentos con "Damas de Honor".
El guión tiene situaciones que podrían evitarse por completo  y que además no tienen la altura de otros guiones con los que Apatow había trabajado (hay una escena de un viaje en avión donde la protagonista intenta todo el tiempo pasar de clase turista a primera clase, que es donde estaban sentadas sus amigas que termina aburriendo por absurdo, increible y fuera de contexto) y que hubiesen ganado impacto evitándolas o bien, acortándolas en su duración.
Tampoco logra definir si la mirada está enfocada en poner la lupa sobre las relaciones de pareja, una institución como el matrimonio y los valores tradicionales que se intentan sostener desde la sociedad, los que han caído completamente en desuso ... o si no quiere profundizar en ninguna de ellas para tratar de darle rasgos de comedia alocada sin demasiada profundidad.

El guión de  la misma Wiig y de Ann Munolo (a mi gusto, insólitamente nominado para el Oscar) vira por momentos a un humor escatológico lindante en la verguenza ajena, completamente fuera de registro, opuesto a la estudiantina casi adolescente que pretende con la rivalidad que se presenta entre dos muy buenas amigas de la novia por organizar todos los festejos y cubrir un rol preponderante en los preparativos.

Pivotando entre el absurdo, el desenfado, la comedia más tradicional y una mirada hasta naif de algunas situaciones, la historia no termina por anclar en un estilo definido y su extensa duración (125 minutos y máxime tratándose de una comedia) atenta contra el interés general del filme que entra en algunos tramos en donde parece perder el rumbo, para luego retomarlo y volverlo a perder. 

Paul Feig, director de sobrada trayectoria en la televisión con capítulos en "Arrested Developement" "Nurse Jackie" y "The Office" trata de imprimirle ritmo y delirio aunque confunde delirio con desborde, le cuesta retener a alguna de las protagonistas para no rayar en la exageración y el tono estridentemente sobreactuado y hace lo que puede con un guión confuso y errático.

Una película que evidentemente la crítica americana ha puesto en un lugar de preferencias porque ha sido referente en más de un rubro en esta temporada de premiaciones y como ya fue señalado, corre en la carrera de los Oscar en dos categorías. Quizás un poco mucho para una película tan divertida como vacía y falta de sagacidad al poner en juego algunos mecanismos del humor más básico y menos elaborado.

jueves, 19 de enero de 2012

Apocalipsis, Now?

"Melancholía"
de Lars von Trier
con Kirsten Dunst, Charlotte Gainsbourg, Kiefer Sutherland, Charlotte Rampling, John Hurt, Stellan Skarsgård, Brady Corbet y Udo Kier
 http://www.melancholiathemovie.com/


Lars Von Trier  ha sido, desde siempre, un gran provocador. Y lo ha demostrado en cada uno de sus films.
Ahora es el turno de "Melancholia", su nueva creación que vino acompañada de las explosivas declaraciones de su director en pleno Festival de Cannes.
 
En esa ocasión y por suerte, decide dejar atrás vejaciones, mutilaciones y sufrimientos varios de su opus anterior "Anticristo" y  pone ahora la mirada, como es habitual en sus historias basadas en fuertes heroínas femeninas, en la historia de dos hermanas, Justine y Claire, quizás  vislumbrando algún rasgo cínico de parte de Von Trier ya desde sus nombres.

La película abre con un largo e intenso clip de más de siete minutos, con reminiscencias al Mallick de "El arbol de la vida". Con bellísimas imágenes que luego el espectador volverá a encontrar dentro del film, dotándolas de un contexto y un significado, esta apertura es de una estética a la que Von Trier nos tiene acostumbrados, sumamente detallista y con un lirismo único y exquisito. El planteo, ya desde este inicio, es el de un planeta en oposición/colisión con la Tierra y cómo incidirá en la vida de los personajes principales.

El primer capítulo es el dedicado a Justine (Kirsten Dunst, ganadora de la Palma de Oro como mejor Actriz en el Festival de Cannes, con un rostro único y una belleza digna de las sufridas heroínas de Von Trier) en donde más allá del apocalíptico mensaje del fin del mundo con esta supuesta colisión planetaria, vemos como en su propio universo, su microcosmos, ella se va desmoronando. Colisiona con sus propios ideales, no encuentra ni el eje ni la órbita de su lugar en su familia y Von Trier detalladamente muestra lo que evidentemente para él es la célula más corroida de la sociedad: la familia.

Toda esta extensa primera parte se desarrolla durante el día del casamiento de Justine, evento que evoca por ejemplo a "La Celebración" de Vinterberg  o "A Wedding" de Altman.
Uno de esos casamientos soñados, casi de novela, donde muy de a poco, toda la fachada de la boda principesca empieza a resquebrajarse sin que la protagonista pueda evitar de ese desmoronamiento.
Con una madre completamente desprejuiciada y con una mirada llena de cinismo sobre el matrimonio que despliega con toda su hiel en el discurso hacia los novios (una brillante participación de Charlotte Rampling), un padre absolutamente desdibujado y fuera de sintonía (William Hurt), un novio que tiene un proyecto hermoso que secretamente Justine no comparte, un cuñado empecinado en cubrir todas las apariencias y rodear de lujo la escoria (Kieffer Sutherland en una actuación a la que le encuentra el tempo necesario para verse crispado pero sin saturarse) y un jefe que parece tenerla en cuenta hasta que también se comience a caerse su máscara y sólo pueda verse que detrás de esa "amistad" hay una fuerte y desmedida exigencia laboral a la que ella venía sometiéndose.

Justine intenta por todos los medios evadirse, encontrar un lugar, una calma en el medio de su tormenta y su apocalipsis personal y si bien el planeta Melancholia está aparentemente poniendo en riesgo la vida en la Tierra, ella está muy alejada de un Universo tan inmenso cuando no puede dominar siquiera los hilos de su propio microcosmos.

Una segunda parte se ocupará de Claire (otra muy buena actuación de Charlotte Gainsbourg, nuevamente a las órdenes del director danés) y se vincula con la anterior dado que Justine buscará refugio por una temporada en la casa de su hermana, para poder enfrentar el fracaso y la depresión que aparecieron en medio del caos personal desplegado en el primer capítulo del film.

Claire sí tiene una familia constituida (su esposo, encarnado por Kieffer Sutherland y su hijo) y por ende, se encuentra mucho más impactada por el posible choque planetario. Por un lado, por el sesgo trágico y  apocalíptico que le transmite su marido científico que se encuentra estudiando el tema y por el otro, la imposibilidad de lidiar con la profunda angustia que le provoca la incertidumbre de cómo lidiar con el final de  la vida de su hijo si esto ocurre.

Asi como chocarán los planetas, los mundos de las dos hermanas están en permanente contraposición, casi también colisionando y  la mirada de Von Trier pasa del desequilibrio de Justine, a la desesperación de Claire y la desesperanza de su marido.
Todos estos elementos vuelven a nutrir una mirada desalentadora del mundo en que vivimos, pasnado nuevamente el filo del bisturí sobre la compleja red que traman las relaciones familiares y personales.
Lejos, muy lejos de sus mejores trabajos, siempre este directos nos acerca algún punto de vista interesante que logra captarnos  la atención. Alguna de las múltiples subtramas que se desarrollan, logrará que cada uno se sienta identificado con la temática que más le sea afín de todas las que en este mosaico de las relaciones humanas, Von Trier deja desplegado.


Dunst y Gainsbourg son las dos heroinas "vontriernianas" que llevan adelante la narración y que se embarcan en esta nueva aventura del director danés. Mientras Gainsbourg tiene un sufrimiento más marcado (nunca tanto como Emily Watson en "Contra viento y marea" o Björk en "Bailarina en la oscuridad"), Dunst tiene un padecimiento más interno al no encontrar la posibilidad de hacer pie en su realidad para modificarla. Esto aparece como un elemento nuevo en la mirada de Von Trier donde siempre sus heroínas son vapuleadas por su mundo externo, un entorno hostil y agresor.
Si bien Justine se ve tironeada por un nucleo familiar y laboral que no le facilita su despegue, su sufrimiento parte desde su interior al no poder disfrutar de lo que se le presenta favorable, aún cuando su marido la incorpore en un proyecto hermoso, ella sostiene su incapacidad de tomarlo.

Más alla de algunos apuntes nuevos y una estética exquisita (partiendo de la escasez de recursos con el que el Dogma había planteado moverse dentro del cine, sobre todo, los primeros minutos de proyección son asombrosos) y extremadamente cuidada, Von Trier no tiene mucho nuevo para decir y "Melancholia" -como alguna de sus últimas obras- termina pecando de pretenciosa, al abarcar temas demasiado universales, cuando en realidad él siempre se ha movido mejor contándonos historias más pequeñas y derroteros personales más acotados.

domingo, 15 de enero de 2012

Un amor loco, estupido y bastante cliché...

"Loco y estupido amor"
de Glenn Ficarra y John Requa
con Steve Carell, Julianne Moore, Ryan Gosling, Marisa Tomei, Kevin Bacon y Emma Stone



Siendo guionistas, la dupla Ficarra y Requa, que además debutaron en la dirección con el film "Una pareja Despareja (I love you, Phillip Morris)" conduciendo a Jim Carrey, lograron incursionar en un terreno de comedia con un toque risquée sin caer en la grosería ni el mal gusto que tienen por ejemplo, los hermanos Farrelly. Guardando siempre un alto componente de transgresión e ironía en sus libretos, con estos precedentes y con el gran elenco que lograron reunir para su segundo film como directores, las expectativas para "Loco y estúpido amor" son, obviamente, altas.

En este caso optaron por una historia de tipo más coral que en sus guiones anteriores, varios caminos que en algún punto terminarán entrelazados para tejer una comedia en donde básicamente hablarán del amor, con la particularidad de poder abordar cómo impacta esta temática en las diferentes generaciones.

El protagonista y eje de la comedia es el personaje de Cal Weaver (interpretado por Steve Carell quien tiene sobrado oficio en este terreno con trabajos como "Virgen a los 40", la serie "The Office", prestó su voz en "Mi villano favorito", "Dani, un tipo de Suerte" junto a Juliette Binoche o la remake olvidable -aunque no por su trabajo- del original francés de "La cena de los tontos").
En la primer escena es más que evidente que sostienen un matrimonio desgastado junto a Emiliy, falto de pasión y lleno de rutina. Pero él jamás se esperaría que en esa cena que abre la película, ella (Julianne Moore, espléndidamente radiante también en este film) le pidiese el divorcio. Y que con una honestidad brutal inusitada, ella además le confiese sus motivos: le ha sido infiel con David Lindhagen, un contador compañero de trabajo (Kevin Bacon) y se ve sobrepasada por los rutinarios 25 años de casados que llevaban hasta el momento.

Y por esos motivos que sólo condimentan una buena comedia, en su derrotero con el corazón quebrado, Carl conocerá en un bar a Jacob (Ryan Gosling, nuevamente mostrando excelencia para encarar un nuevo papel, diferente a los que ha jugado por ejemplo en "Diario de una pasión" "Lars y la chica real", "Half Nelson" por el que fue nominado al Oscar o el de la reciente "Blue Valentine" todos bastantes discímiles entre si). 
Jacob es una especie de experto en conquistar mujeres, que hará lo imposible para que Carl recupere su masculinidad. Pero en contraposición a ésto, por más que es un eximio galán capaz de seducir a cualquier tipo de mujer que se le cruce por el camino, Jacob, encuentra a Hannah (Emma Stone), una joven interesante que en un primer acercamiento lo descarta, pero que después de algunas vueltas del destino, inevitablemente se volverán a encontrar.

Es en este terreno de las separaciones y la dificultad de volver "al mercado" que tiene Carl, en ese momento de recuperar su masculinidad dormida, es en donde la comedia realmente tiene sus mejores momentos, no sólo por la ductilidad y por los aciertos del guión en la descripcion de situaciones y personajes, sino también porque le permite a Carell mostrar sus dotes camaleónicas, sin entrar en las exageraciones con las que a veces tenemos que lidiar en el caso de otros comediantes como por ejemplo, Jim Carrey.
Carell le imprime ternura y credibilidad a su personaje, explotando su costado más vulnerable. Y es realmente un gran acierto.

Pero lamentablemente agregarle más elementos a la comedia, termina riendiendo menos, mucho menos. Cuando el guión comienza a sumar personajes, anexando la historia de su hijo adolescente de 13 años Robbie (Jonah Bobo), perdidamente enamorado de su niñera cuatro años mayor, la potencia con la que venía creciendo la comedia, comienza a desvanecerse.

Si bien el guionista Dan Fogelman (con títulos como "Enredados" "Cars" y "Bolt" entre otros para la factoría Disney que habla de una facilidad para el armado de guiones con mucho ritmo) construye personajes sólidos, falla abiertamente en la resolución de los conflictos que fue planteando, desdubujando algunas líneas del relato que tenían una gran potencia.
Se deja llevar por la estructura tradicional y facilista con que Hollywood suele resolver la mayoría de sus historias, cae irremediablemente en lo peor del cliché y queda completamente fuera del registro con el que trabajó durante toda la primera mitad del film.
Cuando en la primera parte la estructura del relato se fortalece con diálogos sumamente reales y pintorescos, sobre el final se sirve de párrafos explícitamente subrayados y edulcorados (hasta el típico discurso que luego será interrumpido por otro más meloso y cursi todavía) y de resoluciones simples, sin dobleces, que no se muestran tan inteligentes como el planteo original.

Sobre la segunda mitad es donde el mecanismo de comedia empieza a fallar y la resolución general no está a tono con el resto del film. Tampoco queda claro cuál fue el target al que responde la historia porque si toda la construcción del personaje de Carell y su historia de amor con su ex mujer se construye para un público adulto, la solución de las líneas argumentales responde más a una comedia familiar o adolescente que desentona completamente.

De todos modos como puntos a favor, "Loco y estúpido amor" cuenta con un excelente elenco incluso con roles secundarios también muy sólidos (Marisa Tomei como siempre brillando en un papel de reparto) que hacen que la comedia no decaiga y se deje ver, aunque es cierto que con una mirada menos condescendiente y pueril del guión, hubiese rendido un resultado mucho más compacto y acorde con lo que se esperaba de un film. Finalmente quiere abarcar varias etapas y termina no profundizando seriamente en ninguna.

domingo, 8 de enero de 2012

Buscando compañía

"Franzie"
de Alejandra Marino
con Mimi Ardu, Enrique Liporace, Norma Pons, Victoria Carreras, Maria Laura Cali y Norma Argentina


En su primer protagónico para el cine nacional, Mimi Ardú demuestra una vez más su capacidad como actriz, sosteniendo firmemente las distintas situaciones planteadas en "Franzie". Ella es una docente solitaria que al intentar anotarse en un curso va a  cruzar accidentalmente su camino con el de Emanuel (Enrique Liporace), un escritor maduro que acaba de perder su trabajo en una pequeña editorial, como corrector de libros de autoayuda.

Apenas se conocen, Franzie cree haber encontrado a la persona indicada y se anima a hacerle una propuesta inusual, rara, que al principio a él le provocará cierto enojo y rechazo, pero que luego aceptará para poder sostener a su familia: ella  le pagará a Emanuel a cambio de sus servicios como compañía.

Esta relación que debiese ser meramente "laboral" va a ir modificándose y creciendo cuando Emanuel empiece a conocer ciertos datos de la vida de Franzie, entre ellos: una dificil relación con su hermana y con su madre -internada hace mucho tiempo en un psaiquiátrico, debiendo cargar ella con la culpa de haber tomado la decisión-, un amor que no pudo ser y que Franzie todavía añora y sonaría recuperar ... 
y fundamentalmente un dato que estalla en el medio de una fiesta familiar: Franzie está muy enferma y es probable que le quede poco tiempo de vida.

Alejandra Marino como directora, le pone un toque particulamente femenino a las situaciones que atraviesa la historia sin mayores subrayados y dejando fluir a los personajes y que se vayan develando los diferentes aspectos de la protagonista, constituyéndose la actuación de Mimi Ardú  en el pilar fundamental en el que gira la película. Y Ardú sencillamente logra ir ganando terreno y creciendo a medida que se desarrolla su historia. 

Quizás el punto menos logrado y con mayores dificultades es el guión de Fernando Andrés Saad que propone algunas resoluciones inverosímiles -quizás la más insostenible sea una que involucra el personaje de la madre de Franzie en su necesidad de salir del psiquiátrico y sus derivaciones- o cuando pone en boca de los protagonistas algunos diálogos que son difíciles de creer, que suenan poco naturales.

Estos altibajos del guión, sin embargo, son subsanados con creces por un trio de actores que dan carnadura a sus personajes, aún con los problemas de guión apuntados, Mimi Ardú, Norma Pons (nuevamente logrando un papel dramático, profundo, en el rol de la madre) y Enrique Liporace (con una composición sincera y transparente, aún con algunas situaciones en donde no encuentra el tono acertado como en la escena del baile en la fiesta de egresados).

Aún con estos puntos a tener en cuenta, Marino conduce un elenco homogéneo (con buenas actuaciones de reparto de Victoria Carreras y Maria Laura Cali como la hermana de Franzie) y gracias a su claridad en la dirección logra, sobre todo en los tramos finales, dejar ciertas líneas sugeridas, contando con el valor potente de las imágenes antes que dar paso a las palabras.

jueves, 5 de enero de 2012

Hechizo del tiempo 2.0

"8 minutos antes de morir"
("Source Code")
de Duncan Jones 
con Jake Gyllenhaal, Michelle Monaghan, Vera Farmiga, Jeffrey Wright Michael Arden



Días pasados, se me cruzó la lista de las "10 mejores películas del 2011" de acuerdo con la revista Rolling Stones (chusmear todo el listado, aca!). Obviamente, una de mis mayores manías es tratar de "tildar" listas cinematográficas y de las diez nombradas justamente "8 minutos antes de morir" era la perlita que me faltaba. 
Aún a sabiendas que este tipo de cine es el que me resulta menos atractivo, rápidamente traté de conseguirla y zambullirme en el mundillo de viajes en el tiempo, universos paralelos y virtuales y dimensiones múltiples que plantea Duncan Jones (el director de la aclamada pero desconocida en nuestro país "Moon") en su segunda incursión en la pantalla grande.

Si bien en un principio la trama se presenta como bastante liviana, nada es lo que parece y poco a poco todo se irá complicando. Pero arranquemos, al menos, por el principio de la historia -como corresponde-, en donde Jake Gyllenhaal es un solado americano que tiene como misión encontrar al terrorista que hizo estallar una bomba en un tren que se dirigía a Chicago, atentado inicial de una cadena de atentados que aparentemente están planeados.

Pero lo interesante o lo particular es el método con el cual el protagonista, el capitán Colter Stevens, tendrá que develar la identidad del pasajero que viaja en ese tren y que ha puesto la bomba que hará volar todo en pedazos: y así aparece en la historia, la trama del "viaje en el tiempo".

Lo último que Stevens recuerda es estar volando un helicóptero en su misión en Irak y repentinamente se encuentra en el cuerpo de otra persona, sentado frente a Christina (Michelle Monaghan, de "Todo un parto" "Desapareció una noche" y "Quiero robarme a la novia" con Patrick Dempsey) quien parece conocerlo aunque cuando él vea su reflejo en el vidrio de la ventanilla se dará cuenta que evidentemente algo está fuera de lo previsto.
Tendrá solamente 8 minutos (los ocho minutos previos antes de morir por medio del código fuente del título original) para develar el enigma, enigma que en un primer momento ni siquiera él sabe a ciencia cierta de qué se trata.

En caso que no lo logre, el tren explotará y todo volverá a empezar.
Recién ante su primer intento fallido, él sabrá que forma parte de la misión "Castillo Asediado" y con muy pocos datos concretos, Colter tendrá la oportunidad de volver una y otra vez -aunque se sabrá posteriormente que sus oportunidades, obviamente, no son ilimitadas- al escenario del hecho.
Así podrá ir ampliando datos, sacando diferentes conclusiones e irse acercando a la identidad del asesino a medida que en cada "viaje" vaya recopilando la mayor cantidad de información.

Con un tremendo déjà-vu a esa comedia hermosa que fue "Hechizo del tiempo" con Bill Murray y Andie Mc. Dowell, Colter verá como ciertos "tips" se repiten en cada uno de sus viajes y una vez que quede alejado del efecto sorpresa, va a poder ir descubriendo ciertas actitudes dentro de los pasajeros, detalles, gestos, elementos que le irán permitiendo armar el rompecabezas.

Con mucha acción, un guión veloz y dinámico que en cada viaje vuelve a atrapar al espectador con nuevos elementos, el film tiene todos los ingredientes para llamar poderosamente la atención, pero a medida que avanza, lamentablemente, opta por el camino más dificil en su momento de cierre.

Colter pide un viaje más ya que él no solamente quiere develar la identidad del terrorista sino que en este último viaje va por más. Contará en ese caso con la ayuda de quien ha sido su guía dentro de toda la misión la Capitán Coleen Goodwin (papel a cargo de Vera Farmiga de "Amor sin Escalas") y ahí la película dará su última vuelta de tuerca. Demasiado veloz quizás, demasiado rápida, demasiado engañosa, como para salir volando una vez que termine el DVD a participar de los tantos foros de opinión que hay sobre la interpretación de un final tan intrincado como sorpresivo y desalentador.


PD: Demás esta decir, que si bien dentro del género es una película interesante, en mi modesta opinión no entraría jamás en el listado de las mejores del año...

miércoles, 4 de enero de 2012

Siempre es dificil volver a casa

"Güelcom"
de Yago Blanco
con Mariano Martinez, Eugenia Tobal, Maju Lozano, Peto Menahem, Eugenia Guerty, Gustavo Garzón, Ana Yovino y Agustina Córdoba



Ya desde el elenco que el director ha logrado reunir para "Güelcom" -figuras de alto impacto con trabajos en medios televisivos y radiales- se respira un aire de comedia liviana, sin mayores pretenciones que un buen entretenimiento. ¿Pero logra el fin que se propone aún en su objetivo de poder pasar un rato agradable con una comedia romántica clásica y grandes aspiraciones?

El protagonistas es Leo (Mariano Martinez) quien tiene a su cargo ir conduciendo el relato casi en primera persona para describir con mayor o menor detalle, su experiencia amorosa fallida con Ana (Eugenia Tobal) quien lo ha abandonado sentimentalmente, para ir a probar suerte en España para desarrollarse como chef, dado que su pasión es la cocina.

Pero pronto Leo -a pesar de que su grupo de amigos tiende a esconderle la verdad porque sabe el dolor que Ana le provocó con su partida- se enterará que ella está de visita en Buenos Aires después de cuatro años de no verse. La excusa de esta visita es el casamiento de otra pareja amiga de este grupo, que ahora vive en Ibiza, pero quiere hacer un casamiento informal en Buenos Aires ya que sus amigos no han podido compartir la ceremonia en España. 

Todo parece que podrá sostenerse durante la organización en grupo de este casamiento, pero cuando no solamente aparezca Ana sino también su nuevo novio español,  las cosas serán mucho más dificiles de lo que Leo pensaba. 

Yago Blanco construye la historia valiéndose de diversos recursos para que el producto sea dinámico y variado: desde monólogos a la cámara por parte del protagonista, flashbacks para poder completar algunos aspectos de lo sucedido o volviendo atrás para ampliar algunas anécdotas del grupo de amigos e historias contadas en paralelo que luego se entrecruzan.

Eso hace que "Güelcom" tenga un aire llevadero, aunque se resienta por algunos problemas, sobre todo en el tono que le imprime el guíón al personaje de Leo.
Mientras que el grupo de amigos forma un compacto y homogéneo elenco secundario, Mariano Martinez parece demasiado forzado por su profesión -psicólogo- a impostar subrayadamente sus frases hasta con un tono sumamente escolar y completamente desacompasado con el resto de las situaciones. Habla de sus pacientes en rueda de amigos o bien le habla a sus pacientes con frases que no suenan naturales y menos aún con el tono que lleva el resto del guión.

Leo es el personaje que presenta mayores dificultades y sobre todo se hace evidente porque sobre él recae el peso de la cadencia de la narración, generándose un desnivel con el resto del elenco.
Por su parte, la protagonista femenina, Eugenia Tobal, tiene momentos en los cuales tampoco parece encontrar demasiado cómodamente la veta de su personaje, pero lo suplanta con un enorme encanto (es indiscutible que ella y Mariano Martinez hacen una pareja que se ve hermosa frente a la cámara) y belleza que remiten todo el tiempo a una especie de Meg Ryan vernácula que la pantalla podría aprovechar.

Lo más fuerte y más interesante, sin lugar a dudas, son las líneas que el guión les deja servidas al trio de amigos que componen Peto Menahem -con un amigo intimo de Leo explotado sobre todo en la segunda mitad de la película-,  Eugenia Guerty -con momentos al borde del delirio y con mucho histrionismo que ponen una alta cuota de humor junto con Menahem- y Maju Lozano quienes cada uno en su papel, logran escenas frescas y divertidas y con un tono reconociblemente nuestro.



"Güelcom" acierta en la pintura del decálogo de los argentinos que se fueron al exterior, en el fresco del grupo de amigos con un aroma indiscutiblemente nacional, que se reencuentra con aquellos que intentaron probar suerte por otras latitudes; y también es creíble la pareja romántica protagónica con sus devaneos amorosos.
Sin embargo, alguna falta de fuerza en la composición de los protagonistas y sobre todo, como ya se apuntó, en la artificialidad de algunas lineas que el guión le depara al personaje de Mariano Martinez (y de lo poco creíble que suenan las confesiones a la cámara) hacen que la comedia no puede levantar un mayor vuelo.

De todas maneras, se construye como un pasatiempo sumamente agradable y cumple con el cometido propuesto, sin abordar el tema del exilio y las oportunidades que tuvieron que buscarse durante la crisis, en el exterior, desde un punto de vista virado a la comedia.

martes, 3 de enero de 2012

Familia muy normal

"Una familia" ("En familie")
de Pernille Fischer Christensen
con Jesper Christensen, Lene Maria Christensen, Anne Louise Hassing, Line Kruse y Johan Philip Asbaek

La familia Rheinwald es en cierto modo una familia tradicional con un fuerte sesgo paternalista, verticalista.
No solamente todo gira en torno a Richard, el padre de la familia sino que además el  negocio familiar dentro del rubro de panaderías cumple un rol fundamental. Es el negocio que se ha traspasado de generación en generación y además esta empresa que ha nucleado a cada generación de la familia, ha cobrado a través del tiempo cada vez una mayor envergadura, con una presencia más fuerte en el centro del seno familiar: y tan importante es en este momento, que han llegado a ser proveedores de la Casa Real danesa.

Al mando de esta gran empresa y de esta  familia no puede evitarse ver la figura onmipresente del padre, apasionado de su negocio en el que ha dejado literalmente la vida y sobre el que giran todo el resto de los integrantes del grupo familiar. El punto de quiebre será cuando todos los de entorno vean que la enfermedad que padece lo va erosionando poco a poco y ha llegado el momento de transmitir el legado a la nueva generación. 

Richardo solamente puede pensar en Ditte, su hija mayor, como su sucesora natural y es a ella a quien pretende traspasarle el poder y el mando aún cuando ella oponga una sutil resistencia, cuando sienta una enorme ambivalencia entre tomar las riendas del negocio familiar siguiendo los mandatos más tradicionales o las de su propio desarrollo profesional.

Casi en las antipodas de este emprendimiento familiar, Ditte está tratando de abrirse camino con su propia carrera dentro del mercado del arte. PAra complir un poco más sus decisiones, casi al mismo tiempo que el padre le plantea tomar las riendas de la empresa, ella tiene una propuesta de trabajo dentro de su profesión independiente, nada menos que en New York, uno de los lugares más dificiles de acceder.

Ditte se encuentre fuertemente tironeada entre recomponer su vida de pareja con Peter, con quien convive, desarrollarse en su carrera o someterse al peso de los dictamenes de su padre, con la sombra de los pocos días que le quedan de vida, la culpa y la presión familiar.

El director Pernille Fischer Christensen quien ya habia logrado un trabajo absolutamente brillante indagando un tema de identidad sexual en "El deseo en mi piel" (ver reseña) logra manejar en este caso y con el mismo equilibrio dos historias fuertes que se entrecruzan, sin que la balanza se incline por ninguna de las dos.
Por un lado da cuenta de la caida y fractura del orden familiar ante la decadencia que produce la enfermedad en la imagen de pater familia. Por otro lado, la historia de Ditte, sientiéndose atada a los lazos de los mandatos familiares y tratando de enfrentar otros fuertes temas personales como el equilibrio de su pareja y un embarazo interrumpido.

Como ya nos tiene acostumbrados el cine danés en todos los exponentes a los que podemos acceder, la porfundidad con la que el guión hace incisión en los temas familiares en sus multiples espacios -relaciones padres/hijos, la nueva mujer de Richard tomando decisiones de igual a igual con las hijas del primer matrimonio, la caida del padre descabezando y resquebrajando el orden familiar- se completan con actuaciones contundentes con la que Jesper Christensen (quien fue convocado para Hollywood en un par de filmes de James Bond y lo veremos en "Melancholia" la última realización de Lars Von Trier) obtuvo el premio de mejor actor en la Semana Internacional del Cine en Valladolid y una acertadísima creación de Lene Maria Christensen como la hija en el ojo de la tormenta.

Ganadora del Premio Internacional de la Critica FIPRESCI en el Festival de Berlin 2010, "En Familie" se enrola dentro de la mejor corriente del cine europeo con una historia bien contada, que se para adultamente frente a los temas que propone y lo hace con los elementos del mejor cine: un guión honesto, detallista, con una puesta en escena ajustada y sin estridencias que permite mostrar las encrucijadas personales dentro de la presión familiar.