"La Nana" (Chile, 2009)
de Sebastián Silvacon Catalina Saavedra, Mariana Loyola y Andrea Garcia - Huidobro
Raquel es una empleada doméstica que lleva más de 20 años contratada por una misma familia... es "casi" de la familia. Ha visto crecer a sus hijos, ha ayudado en su crianza , conoce todos los movimientos de la casa y todos los secretos y manejos de la familia.
Su delicado estado de salud y ciertos conflictos con la hija mayor de la familia, impulsan la contratación de una empleada más, para que refuerce sus servicios.
En esta primer parte de la trama, con muy pocas palabras y una galería de gestos y miradas de una expresión y potencia increibles, Catalina Saavedra (Raquel) nos sumerge en las vivencias, frustraciones, sentimientos encontrados, rencores y celos que tiene con sus empleadores, una familia de clase media alta -con aires de burguesía- que hace todos los esfuerzos para que la mucama parezca naturalmente incluida en la familia, aunque por otro lado, no pierden oportunidad de dejar claro cuál es el rol (social?) de cada uno de ellos.
Raquel, luego, intentará boicotear de todas las formas que le sea posible, el trabajo de las empleadas que la familia contrate para ayudarla. La mínima "competencia" despierta en ella los sentimientos más oscuros, su parte más sombría, la instala en un lugar de poder que ella a diario desconoce, pero que le brinda un adictivo placer apenas puede empezar a ejercerlo.
Hasta Lucy llega a la casa. Una sencilla muchacha de provincia que no repara demasiado en el compotamiento y las reacciones de Raquel. Por el contrario, Lucy logra entablar un buen vínculo con ella y será el disparador para que Raquel inicie una serie de cambios en su vida. Cambios profundos: una "visita" que viene a la casa para dejar huella.
El director de "La Nana", Sebastián Silva, logra ya sólo en la primer media hora situarnos claramente en la realidad social del Chile de hoy. Le bastan un puñado de escenas para transmitirnos con profundidad, la complejidad de los sentimientos de Raquel, presa e inmersa en los "delirios" y las exigencias de una familia tipo de clase media alta, ya casi en decadencia y en el mundo de sus hijos adolescentes.
Ante la aparición del personaje de Lucy, la película pierde su densa negrura -las cosas que les hace Raquel a las otras mucamas son realmente para un pequeño análisis de la condición humana- para girar a un tono más amable, bordeando la comedia y empatizando más con lo que quizás el espectador quiera para la vida del personaje principal.
Ganadora del Gran Premio del Jurado de Cine Internacional/Ficción, y del Premio Especial del Jurado a la Actuación de Catalina Saavedra en el pasado Festival Sundance, "La Nana" se constituye en un ejemplo de un guión intereante (como la uruguaya "Gigante") donde los personajes dicen poco pero tienen muchísimo que contar.
Catalina Saavedra se roba la película desde su primer aparición y no se hubiese logrado el mismo impacto si ella no estuviese en pantalla. Su actuación es de un protagonismo absoluto y excluyente, se la percibe sincera, llena de sutilezas, encontrando la complejidad justamente en lo simple.