de Atom Egoyan
con Julianne Moore, Liam Neeson y Amanda Seyfried
Julianne Moore es Catherine, una prestigiosa doctora casada con un profesor universitario (Neeson). Ella sospecha, está casi segura, que él le es infiel con alguna/varias de sus alumnas y tiene la certeza de que algo ha pasado, cuando él pierde el vuelo a su casa, justamente el día de su cumpleaños donde ella lo espera con una fiesta sorpresa.
Decide sacarse toda duda cuando accidentalmente conoce a Chloe, una joven prostituta, a quien contratará para que intente seducirlo. No contenta con ello, Catherine pide que le describa los encuentros con su marido con lujo de detalles y es ahí cuando comienza a crecer una tensión sexual entre ellas. Este triángulo, prontamente, deviene en cuadrilátero amoroso cuando Chloe también intente seducir al hijo de la pareja.
Realmente no se entiende porqué Atom Egoyan, un director que siempre en sus filmes deja una marca personal al contar las historias (como en "El dulce porvenir", "El viaje de Felicia" o "Ararat"), da un vuelco total en su filmografía, haciendo la remake de "Nathalie X" de Anne Fontaine, sin siquiera proponerse una vuelta de tuerca interesante. El terceto original eran los geniales Gérard Depardieu, Fanny Ardant y Emmanuelle Bèart y se hace dificil, muy dificil, que "Chloe" logre tener alguna ventaja en la comparación.
Si bien en una primera mitad, Egoyan logra convencernos en el planteo dramático de la historia con algunos toques de erotismo, en la segunda mitad se vuelca de lleno al thriller, olvidando por completo las pulsiones iniciales que movían a los personajes, dejándolos emocionalmente a la deriva.
Sólo se rescata la exquisitez de las escenas eróticas y la excelente tensión sexual que cruzan Julianne Moore y Amanda Seyfried (la protagonista de "Mamma Mia"), pero con eso sólo no alcanza. Las acompaña Liam Neeson, quien no logra dar con el tono que el rol demandaba: no ayuda para nada su máscara gélida y distante, que se contrapone con el supuesto carisma de este profesor que roba corazones.
Quedándose completamente a mitad de camino entre los dos tonos que propone, sólo se rescata como gran protagonista a Julianne Moore y si bien en algunas escenas Seyfried logra buena química, en otras está completamente sobreactuada y desentonando fuertemente con el papel de prostituta de lujo.
Sobre el final, la sugestión del relato original y ambiguo que planteaba "Nathalie" -sobre lo que puede haber sucedido y lo que Chloe puede haber simulado/inventado-, queda empantanado en una resolución sumamente infantil y simplista.
No hacia falta Atom, clonar una película para no agregarle ni una sóla buena idea. Igual, te perdonamos.