martes, 27 de abril de 2010

Viudas e hijas del Country Club

"Las viudas de los jueves"
de Marcelo Piñeyro
basado en la novela homónima de Claudia Piñeiro, ganadora del Premio Clarin de Novela 2005
con Pablo Echarri, Leonardo Sbaraglia, Gabriela Toscano, Ernesto Alterio, Gloria Carrá, Juana Viale, Ana Celentano, Juan Diego Botto y elenco


El film se inicia -y luego por medio de flashbacks va reconstituyendo la historia- con la aparición en la pileta de una de las casas del country "Altos de la Cascada"  de los cadéveres de tres de los hombres  más conocidos del lugar, ahogados por lo que aparentemente fue un accidente con el equipo de música en la pileta.

En la reconstrucción de cada una de sus historias personales, más una cuarta historia -otro compañero de grupo que no terminó en la pileta casi de casualidad (?)-, la transposición cinematográfica de la exitosa novela de Claudia Piñeiro es casi la excusa para la pintura de una clase social alta viviendo en una especie de irrealidad social, encerrados en el country, como una burbuja de lujo insustentable para una clase completamente fracturada en pleno Diciembre de 2001.  

En la presentación inicial de los personajes, la película logra interesarnos pero avanzando en la historia, sólo sostenidos por diálogos superficiales y algo vacíos, los personajes parecen circular por la película de una forma unidimensional. Como una simple carta de presentación, sin profundizar en ninguno de sus conflictos y sus motivaciones, flotan en una superficie discursiva -todo demasiado explicado en palabras sin apelar a una forma más cinematográfica de mostrar las situaciones- que hace perder el interés inicial.

El otro punto flojo de la película son las actuaciones sumamenete heterogéneas: el grupo femenino cuenta con las apariciones exasperadas de Gloria Carrá que contrastan fuertemente con la seneridad impostada de Ana Celentano, ubicándose en su papel solamente Gabriela Toscano con la ductilidad y el oficio que demuestra en cada uno de sus trabajos. Capítulo aparte es el trabajo de Juana Viale, un personaje al que realmente se le podía sacar mucho provecho pero que en manos de ella es completamente increíble e insostenible.
En el plantel masculino las actuaciones son mucho más parejas en su rendimiento aunque es una pena que el papel de Leonardo Sbaraglia haya quedado tan desdibujado desde el guión, con algunas apariciones "fantasmáticas", sin ningún tipo de continuidad dramática. Echarri, Botto y Alterio cubren con muchísimo oficio cada uno de sus personajes.

Paralelamente, se cuenta la historia de dos adolescentes, generación que denuncia más fuertemente la abúlica vida de country y que son los que más reniegan de ese lugar idílico y artificial impuesto por sus padres. Si bien no logra transmitir el protagonismo que tenía en el libro, ese hilo conductor paralelo a la historia se encuentra bien resuelto aunque sin lograr coherencia con el resto de la trama.

El director de "Tango feroz",  "Plata quemada" y "Kamchatka" no logra encontrar el tono ideal para manejar las historias, generando un film desparejo y sólo interesante de a ratos, muy a mitad de camino y solamente con rubros técnicos sobresalientes.

domingo, 18 de abril de 2010

Una historia de profunda amistad: una joya animada

"Mary and Max"
de Adam Elliot
film de animación para adultos
con las voces de Toni Colette, Phillip Seymour Hoffman y Eric Bana

El australiano Adam Elliot ganó el Oscar al mejor cortometraje de animación 2004 con "Harvie Krumpet" (obviamente disponible en Youtube) y causó sorpresa. Pero luego estrenó en el Festival de Sundance su primer largometraje, esta joya de la animación que es "Mary and Max", que presentó más tarde en  Sitges y finalmente ganó el Cristal de Annecy, el mayor premio del festival más importante del mundo de la animación.

Con la técnica de Claymation (Plastilina en movimiento), mediante la animación cuadro a cuadro/ stop-motion, Elliot nos cuenta una historia que se destaca por la minuciosa elaboración de los dos personajes principales y también de la galería de personajes secundarios, con un profundo trabajo en su guión que logra transmitirnos todas las vivencias de cada uno de ellos, retratados con una sensibilidad particular.


Por un lado nos presenta la historia de Mary, una nena solitaria de 8 años que vive en los suburbios de Melbourne que solamente se distingue por ser la niña fea de la clase con una mancha de nacimiento que cubre visiblemente su frente. Su disfuncional familia se completa con una una madre cleptómana y alcohólica y una padre casi ausente que trabaja mecánicamente en una fábrica de saquitos de té.
La presentación de la historia remite a los mejores momentos de "Amélie" de Jeunet & Caro, con simpáticos hechos como la historia del vecino que tiene miedo de salir de su casa, su mascota que es un gallo y la descripción de las bizarras costumbres de su madre.


Como desdoblando perfectamente a "Harvie Krumpet" en dos personajes, luego nos presenta a Max, un hombre judío, con síndrome de Asperger que vive en Nueva York, sin mayor vínculo con el afuera que una vecina extremadamente singular, su grupo de Comedores Compulsivos y su inseparable amigo imaginario Mr. Ravioli.
Plagada de detalles inteligentes en el mundo de cada uno de ellos, la excelente descripción y la estética visual entre el blanco y negro y el sepia remite a otra brillante película de animación como "Les Tripplets de Belleville" que también se habia podido ver hace unos cuántos años en otro BAFICI previo a su estreno comercial.

Para Max, la vida cambiará, a partir del momento que reciba de pura casualidad la carta de una niña solitaria en busca de respuestas que ni siquera él tiene de si mismo.
 
El ritmo de comedia -exquisitamente negra, por momentos- va virando a medida que estas dos personas comiencen a establecer un vínculo más profundo mediante sus cartas escritas a máquina (algo ya completamente dejado de lado en esta época de tanto e-mail, internet y chat) y enviadas uno al otro con algún regalo especial que completa el gusto y el rasgo distintivo de cada personaje.

Y es interesante ver como Elliot retoma en este largometraje los mismos temas que lo preocupaban en Harvie, su criatura anterior: se vincula con Mary al tener una madre mentalmente inestable y una figura paterna desdibujada, la aparición de la muerte como hecho modificador en distintas circunstancias durante su infancia y la desgracia como golpe de timón en cada gran cambio de su vida. Lo une a Max, el rasgo de personaje completamente solitario, aislado del mundo por su enfermedad (en el caso de Harvie era el asma y el Sindrome de Tourette), la falta de pareja y una libretita colgada de su cuello como "ayuda" para la vida.
 
"Mary and Max" nos cuenta  en defnitiva, una historia de seres solitarios y marginados, separados por una distancia geográfica, de edad y fundamentalmente de la comprensión del mundo que los rodea. Sin embargo, el vínculo que los une es tan intenso, que la amistad que hacen perdurar a través de los años va a ser competamente definitoria para la vida de ambos.

Si bien el humor, las sutilezas y una fuerte carga de ironía atraviesa toda la película, Elliot prefiere profundizar el giro dramático sobre el final de la historia, sin apartarse en ningún momento del delicioso trabajo de sus criaturas ni de su guión.
Sin caer en golpes bajos, su desarrollo final deja un sabor agridulce que de todos modos se agradece profundamente, como una de esas películas que no serán facilmente olvidables ante el paso del tiempo.

sábado, 10 de abril de 2010

La habitación del hijo

"El mejor" ("The greatest")
de Shana Feste
con Susan Sarandon,  Pierce Brosnan y Carey Mulligan

Dos adolescentes, Bennett y Rose acaban de pasar la noche juntos. Están conversando en el auto cuando sufren un terrible accidente donde Bennett muere.
Los padres de Bennett -que era el hijo perfecto de la familia- y su hermano Ryan sentirán un profundo terremoto en sus vidas y transitarán el dolor, abordándolo de diversas formas posibles.
Sus diferencias se acentúan cuando Rose aparece en la casa de la familia y dice que está embarazada de Bennett.

Con una textura adherida al drama clásico y estrictamente lineal en sus planteos, muestra algunos puntos de contacto con el brillante film de Robert Redford "Gente Como Uno"  aunque justamente apartándose de este relato, hay un interesante vínculo entre la madre y el causante del accidente (una breve pero excelente actuación de Michael Shannon, nominado al Oscar por su papel en "Revolutionary Road") al que ella va a visitar al hospiral hasta que despierte del coma, porque insiste en tener un testigo que le relate los últimos minutos de su hijo
Una madre que sigue sin aceptar la pérdida, una padre que se refugia en Rose y apoya totalmente el embarazo de la novia de su hijo y un hermano que necesita recomponer su historia personal -y limpiar la culpa, la rivalidad, los celos y su nuevo rol en la familia- lo que hace mediante un grupo de autoayuda en donde encontrará un posible amor, conforman el panorama de vínculos complejos que intenta abordar la película.

Susan Sarandon es un torbellino arrollador en cada escena que aparece demostrando una vez más su talento como actriz. Lamentablemente, a su lado, Brosnan no logra transmitir creíblemente sus sentimientos -y sobre todo en las escenas donde supuestamente debe quebrarse- y Carey Mulligan (a quien vimos recientemente en  "Enseñanza de Vida") aportar frescura y dinamismo a un personaje que también se encuentra lleno de contradicciones, y nos regala una nueva y brillante actuación. 

Con un trabajo interesante en la presentación y desarrollo de los vínculos, el guión fallidamente se preocupa más por cerrar y resolver de una forma "correcta"  y amable todas las historias que de seguir desmembrando a esta familia devastada. Ahí es justamente donde pierde fuerza y credibilidad.
Pecando de un exceso de subrayado, hubiese ganado vuelo apoyándose en las sutilezas y en los momentos que descarta totalmente, primando una narración más clásica y condescendiente con el drama y con la exhibición del sufrimiento en la superficie.