"Génova"
de Michael Winterbottom con Colin Firth, Katherine Keener y Jope Davis
Un viudo decide - tras la muerte de su esposa en un accidente automovilistico - aceptar el ofrecimiento que le hace una vieja amiga universitaria de ir por un año a dar clases a Génova. Y alli va con sus dos hijas.
Después del impacto inicial del accidente, Winterbottom prefiere luego nadar en aguas más tranquilas para contar lo que les pasa a los protagonistas en esa nueva ciudad con esa nueva vida: la hija menor persiguiendo la presencia del fantasma dulce pero inquitante de su madre; la adolescente que despliega toda su rebeldía, descubre su sexualidad y el amor y el padre que trata no sólo de recomponer su vida y su intimidad, sino también de velar por sus hijas.
Y allí omnipresente, Génova, se presenta como un monstruo de dos cabezas: como trampa laberíntica de pérdida y encuentro permanente de los personajes y como marco de peligro, de amenaza: como si un nuevo accidente estuviese siempre por suceder.
Quizás el tema sea que no haya un gran tema, evitando justamente caer en un simple melodrama. Es la observación de un proceso particular de "reconstrucción" familiar y pasaje del duelo a lo nuevo.
Sin embargo, hay algo que queda a mitad de camino y si bien Winterbottom logra un relato intimista, la sensación de peligro constante y una nerviosa cámara en mano, les da una frialdad a las situaciones que no nos permiten contactar con el dolor de los personajes.
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